Aviso a todos los webmasters. Si su página contiene un mapa de Asia que denomina Mar de Japón al área que separa el territorio nipón y la península de Corea corre el riesgo de recibir docenas de e-mails con instrucciones para “corregir” su geografía.

Grupos de internautas envían con regularidad miles de correos electrónicos con la intención de fomentar la imagen nacional de su país y rectificar lo que consideran graves errores sobre la historia, geografía y cultura coreanas. Según se mire, se les puede ver como “verificadores de datos” o como hipernacionalistas emisores de spam. Uno de esos grupos es la Red de Agencias Voluntarias de Corea (VANK, en sus siglas en inglés). La misión de esta organización, fundada como asociación para el intercambio de correspondencia con personas de otras naciones, ya no es el carteo amistoso. Lo que hacen sus miembros ahora es buscar en Internet “errores” sobre Corea y bombardear a sus responsables con emails de protesta. VANK mantiene, por ejemplo, una campaña constante para cambiar el nombre del Mar de Japón por el de Mar del Este. “Somos conscientes de que algunos nos tachan de meros nacionalistas que ofrecen sólo una cara de los hechos a los extranjeros, pero están equivocados”, sostiene Park Gi-Tae, su fundador y director.

Seúl fomenta esta cibervigilancia. El Servicio de Información Coreano (KOIS), que es la oficina de relaciones públicas del Gobierno, patrocina concursos para cazar a las webs de fuera del país que contienen datos “incorrectos” sobre Corea del Sur. Algunos errores son fallos de verdad, como confundir las banderas de Corea del Norte y del Sur o escribir mal un nombre coreano. Otros son más controvertidos. Es frecuente que den la batalla para que se llame a las Rocas Liancourt, un grupo de escarpados islotes inhabitables cuya soberanía reclama Seúl, sólo por su nombre coreano (Dokdo) y no por el japonés (Takeshima).

Por supuesto, lo que es incorrecto o no es un asunto sujeto a debate en muchos casos. Y la gente que muestra el país con tintes desagradables –como la entrada de Corea del Sur en Answers.com, que, según algunos, describe la nación como un país “castigado por la guerra y dividido”– suele ser la más atacada. El Gobierno sigue sin mostrar arrepentimiento. “El KOIS está decidido a vigilar los contenidos de las webs relacionadas con Corea y facilitar la información correcta en Internet para que se muestre una imagen precisa de ella”, dice Park Jung-yul, representante de la asociación. Para algunos, la historia no está abierta a la interpretación.