De enemigo a aliado de EE UU hay un largo camino. Pero en este último medio siglo ha surgido un infalible signo de cuándo las relaciones van tomando la dirección correcta: cuando un país mantiene un ‘diálogo estratégico’ con Washington. No es amor ciego, pero sí la ventaja de repartirse las ganancias. Hoy en día todos buscan ese ‘diálogo estratégico’ –desde los amigos hasta los adversarios– y, cada vez más, miran hacia Pekín.

 

1961 El profesor de Harvard Henry Kissinger se convierte en defensor del diálogo con la Unión Soviética “sin importar las intenciones de los comunistas”, según escribe en su libro La necesidad de elegir. La idea se ha convertido en el origen del diálogo estratégico con Moscú y Pekín.

3 de Mayo de 1973 En un discurso, el ex presidente Richard nixon alabó lo que vino a llamarse détente (distensión): “Desde hace cuatro años, EE UU y la URSS hemos desarrollado un diálogo en asuntos estratégicos que era inconcebible en 1969”.

Finales de los años 70 El diálogo estratégico surge como un término que relaciona las conversaciones estratégicas ee UU-URSS sobre desarme nuclear y el diálogo Oriente-Occidente en torno a diplomacia. El diario The Washington Post asegura en 1980 que las charlas son “el esfuerzo doloroso para conseguir más seguridad”.

Enero de 1979 Estados Unidos y China abren un diálogo estratégico en materia de defensa. Las negociaciones fracasan pronto debido al escollo de Taiwan, pero resucitan de nuevo en 1983, cuando el secretario de Estado de Defensa, Caspar Weinberger, viaja a Pekín con la promesa de llevar tecnología militar.

15 de Julio de 1987 El portavoz de la Casa Blanca Fitzwater asegura durante el escándalo Irán-Contra: “Había oportunidad de abrir un diálogo estratégico con Irán, y ha terminado en un acuerdo de armas-por-rehenes”.

Enero 1992 El primer diálogo estratégico de alto nivel se celebra entre los países del Tratado de Varsovia y los miembros de la OTAN. El término sigue refiriéndose a asuntos de seguridad.

15 de marzo de 1993 El presidente Bill Clinton y el primer ministro israelí isaac Rabin inician un diálogo estratégico. Aunque se centraba en cooperación económica y militar, sirve para avanzar hacia las conversaciones de paz.

Década de 2000 Para ganar apoyo en las guerras de Afganistán e Irak, el presidente George W. Bush convierte el diálogo estratégico en su herramienta política, promoviendo reuniones bilaterales de alto nivel desde Chile a Japón. Japón, 2001 egipto, 2004 Brasil, 2005 Corea del Sur, 2005 Pakistán, 2006 Chile, 2006 

2007 El concepto se extiende a muchos ámbitos de la sociedad. Consultoras y think tanks lo incorporan a su vocabulario. El libro Sócrates y el zorro: un diálogo estratégico, se apropia del término para otro fenómeno que se propaga como un virus: los manuales de negocios.

Finales de la década de 2000 China entra en escena abriendo diálogos estratégicos con una docena países. Las conversaciones con India y Japón se centran en la seguridad, mientras otras reportan beneficios económicos. Por ejemplo, el acuerdo comercial de 2007 con Suráfrica, sobre unos cohetes por 11,2 millones de dólares.

27-28 de Julio de 2009 La secretaria de Estado Hillary Clinton se une al Diálogo Estratégico y Comercial EE UU-China. Oficiales estadounidenses viajan a Pekín para mantener charlas, aunque no dieron muchos frutos.

Marzo de 2010 Washington inicia un diálogo estratégico con Pakistán. La delegación paquistaní incluye tres ministros, dos asesores del primer ministro, el jefe del Ejército, seis secretarios del Gobierno y “otra mucha gente”, según cuenta el enviado estadounidense Richard Holbrooke. Meses después, celosa, India abre conversaciones con EE UU.

Junio de 2010 Pekín inaugura otro diálogo estratégico, con el Consejo de Cooperación del Golfo, retando la hegemonía de EE UU sobre los productores de energía de Oriente Medio. ¿Seguimos jugando?