¿Qué tienen en común el amor y la tecnología? Todo. www.match.com, una
página web para encontrar pareja que recibe un gran número de
visitas, tiene ocho millones de miembros en más de 230 países
y se considera responsable de “concertar centenares de miles de relaciones”.

Pero no todo es de color de rosa en la relación entre la tecnología
y los asuntos del corazón. El pasado mes de julio, un tribunal islámico
de Malaisia aprobó el divorcio entre Shamsudin Latif y Azida Fazlina
Abdul Latif, que había sido solicitado por el marido por teléfono
móvil a través de un mensaje de texto (SMS). Tras una pelea de
la pareja y la huida de Fazlina a casa de sus padres, Latif envío un
mensaje que decía: “Si no dejas la casa de tus padres, me divorcio
de ti”. El precedente jurídico en que se basó el tribunal
malaisio fue un caso de Dubai (Emiratos Árabes Unidos) en que los juristas
aprobaron, en 2001, un divorcio acordado mediante un mensaje de texto. En esa
época, el diario Gulf News de Dubai recogió al menos otros 15
casos en que los mensajes SMS habían sido citados como medio empleado
para divorciarse.

“Esto corrobora la tendencia general a utilizar las tecnologías
en aquello que nos define como humanos”, afirma Randolph Kluver, profesor
en la Escuela de Comunicación e Información en la Universidad
Tecnológica de Nanyang, en Singapur. “Hablábamos de que
usaríamos los robots para las tareas banales que aburren a los humanos
(…) pero estamos usando la tecnología para lo difícil”.
Según la ley islámica, consumar un divorcio puede ser muy sencillo:
cuando un hombre quiere separarse de su mujer no tiene más que declarar
tres veces “me divorcio de ti”. El problema de los SMS es que no
se puede afirmar quién escribió el mensaje o si realmente tenía
esa intención al hacerlo.

Ésta es una de las razones por las que muchos defensores de los derechos
de las mujeres –como las organizaciones malaisias Hermanas en el Islam
(www.sistersinislam.org.my)
y la Organización de Ayuda a las Mujeres (www.wao.org.my)–
condenan la inclinación de los tribunales a aprobar los divorcios consumados
a través de mensajes de texto y afirman que estimula la ruptura de los
matrimonios, además de considerarlo una falta de respeto.

Hay al menos dos Gobiernos que se muestran de acuerdo. Singapur no reconoce
el divorcio mediante mensajes de texto y el Gobierno de Malaisia está
tomando medidas para impedirlo. El pasado mes de julio, el entonces primer ministro,
Mahathir Mohamad, declaró: “Esperamos que en lugar de enviar mensajes,
él [el marido] mire un retrato de su bella mujer, la llame y hable con
ella por teléfono”. Una prueba más de que el amor y la tecnología
tienen todo en común.

PÁGINAS DE INTERNET QUE MARCAN TENDENCIAS

Qué tienen en común el amor y la tecnología?

Todo. www.match.com, una
página web para encontrar pareja que recibe un gran número de
visitas, tiene ocho millones de miembros en más de 230 países
y se considera responsable de “concertar centenares de miles de relaciones”.

Pero no todo es de color de rosa en la relación entre la tecnología
y los asuntos del corazón. El pasado mes de julio, un tribunal islámico
de Malaisia aprobó el divorcio entre Shamsudin Latif y Azida Fazlina
Abdul Latif, que había sido solicitado por el marido por teléfono
móvil a través de un mensaje de texto (SMS). Tras una pelea de
la pareja y la huida de Fazlina a casa de sus padres, Latif envío un
mensaje que decía: “Si no dejas la casa de tus padres, me divorcio
de ti”. El precedente jurídico en que se basó el tribunal
malaisio fue un caso de Dubai (Emiratos Árabes Unidos) en que los juristas
aprobaron, en 2001, un divorcio acordado mediante un mensaje de texto. En esa
época, el diario Gulf News de Dubai recogió al menos otros 15
casos en que los mensajes SMS habían sido citados como medio empleado
para divorciarse.

“Esto corrobora la tendencia general a utilizar las tecnologías
en aquello que nos define como humanos”, afirma Randolph Kluver, profesor
en la Escuela de Comunicación e Información en la Universidad
Tecnológica de Nanyang, en Singapur. “Hablábamos de que
usaríamos los robots para las tareas banales que aburren a los humanos
(…) pero estamos usando la tecnología para lo difícil”.
Según la ley islámica, consumar un divorcio puede ser muy sencillo:
cuando un hombre quiere separarse de su mujer no tiene más que declarar
tres veces “me divorcio de ti”. El problema de los SMS es que no
se puede afirmar quién escribió el mensaje o si realmente tenía
esa intención al hacerlo.

Ésta es una de las razones por las que muchos defensores de los derechos
de las mujeres –como las organizaciones malaisias Hermanas en el Islam
(www.sistersinislam.org.my)
y la Organización de Ayuda a las Mujeres (www.wao.org.my)–
condenan la inclinación de los tribunales a aprobar los divorcios consumados
a través de mensajes de texto y afirman que estimula la ruptura de los
matrimonios, además de considerarlo una falta de respeto.

Hay al menos dos Gobiernos que se muestran de acuerdo. Singapur no reconoce
el divorcio mediante mensajes de texto y el Gobierno de Malaisia está
tomando medidas para impedirlo. El pasado mes de julio, el entonces primer ministro,
Mahathir Mohamad, declaró: “Esperamos que en lugar de enviar mensajes,
él [el marido] mire un retrato de su bella mujer, la llame y hable con
ella por teléfono”. Una prueba más de que el amor y la tecnología
tienen todo en común. –Lara Wozniak

Lara Wozniak es redactora adjunta en el Far Eastern Economic
Review. Graciela Soriano es profesora titular de Historia Política en
la Universidad Central de Venezuela. Chris Sprigman es abogado especialista
en propiedad intelectual y defensa de la competencia en Washington.