Ex investigadora del think tank FRIDE

universidadElisa fue investigadora júnior sobre política exterior española del think tank Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior y ahora está a la caza de buenas oportunidades de trabajo en Bruselas, la capital europea junto con Londres de los laboratorios de ideas sobre asuntos globales.

Estudió Derecho Económico en la Universidad de Deusto y vio claramente desde entonces que quería salir al extranjero. No dudó en cursar un año de Erasmus en la Universidad de la Sorbona (París) para terminar de perfeccionar su francés (anteriormente, había estudiado en el Liceo Francés de Bilbao) y apretó el acelerador del inglés. Sabía que necesitaba el dominio absoluto de dos idiomas para hacer realidad un sueño que al final no pudo ser: sacarse las oposiciones a la carrera diplomática. Justo le coincidieron los años de los recortes en los que el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación suspendió la convocatoria de nuevas plazas.

En estas circunstancias, la clave estaba en dedicarse a lo que más le interesaba aunque no lo hiciera como había pensado. Entonces, escogió el Máster de Relaciones Internacionales de la Universidad del Instituto de Empresa (IE University) y allí fue donde descubrió el camino: “Me dieron clase profesores que trabajaban para think tanks como el Real Instituto Elcano y comprendí que me gustaba lo que hacían, es decir, el análisis  y el debate de temas importantes”. Había tomado una decisión.

Elisa Lledó
Elisa Lledó

“El máster era muy competitivo y no garantizaba prácticas, lo que significaba que desde el principio tenías que pensar dónde querías buscártelas exactamente y apenas tenías tiempo para hacerlo porque es un programa de dos años comprimido en 10 meses”, advierte Elisa.

Al final, recaló en FRIDE y después de algunos meses de prácticas como asistente entró en plantilla como investigadora júnior en Política Exterior Española. Al ser FRIDE un think tank internacional, ella pudo aprovechar curiosamente la fortaleza de su español y sus conocimientos sobre Relaciones Internacionales desde la perspectiva española además de su dominio del inglés y el francés. Los dos principales motivos por los que consiguió tan rápidamente un contrato fueron esa formación, que un compañero se fue a estudiar un máster y liberó una vacante que había que llenar y, por último, que desarrolló las habilidades que se exigen en un laboratorio de ideas.

Elisa destaca entre esas habilidades “la especialización en temas relevantes, la organización y gestión de proyectos, el dominio de herramientas como el Excel o PowerPoint, la creatividad, la construcción de redes de contactos y aprender a escribir y transmitir las ideas de una forma sencilla y accesible”. Otro elemento clave, apunta, “es desarrollar el pensamiento crítico para encontrar nuevos enfoques, tener claro que es un entorno muy competitivo y estar dispuesta a hablar bien en público seas o no extrovertida para poder participar y defender tu postura en debates y seminarios”.

Tras el cierre de FRIDE a finales del año pasado, tenía que tomar una decisión importante: si se iba o se quedaba en España. En realidad, para una vocacional de las Relaciones Internacionales no había más opción en estos momentos de coger las maletas y dirigirse a Londres o Bruselas. Allí es donde ha empezado a asistir a eventos, a presentar sus trabajos y perfil profesional y a entrar en contacto también con otros españoles que trabajan en puestos destacados de think tanks. “En esto hay que tener claro que, del mismo modo que hay muchos puestos en Bruselas, también es cierto que la demanda de gente muy formada de todo el mundo es enorme”. Elisa sabe que la paciencia y la constancia ahora van a ser tan importantes como cualquier conocimiento técnico.

 

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