El poder de las chicas: Bush sería más conservador sin ellas.
El poder de las chicas: Bush sería más conservador sin ellas.


Los analistas políticos lo han tenido crudo para explicar el giro a la derecha de Tony Blair en los últimos años. Muchos apuntan que se debe a la presión de la guerra contra el terrorismo. Otros sostienen que el primer ministro británico buscaba ganar puntos ante Washington. Pero ¿podría haberse vuelto más conservador por influencia de Leo, su hijo de cinco años?

Ser padre cambia la vida. Pero también cambia la forma de hacer política, o, al menos, esto es lo que sostienen dos economistas británicos. "Tener hijas empuja a la gente hacia la izquierda. En contraste, los chicos hacen que sus padres voten a la derecha", escriben Andrew Oswald, profesor en la Universidad de Warwick, y Nattavudh Powdthavee, de la Universidad de Londres. Los británicos con tres hijas son en un 12% más proclives a votar a un partido de izquierdas que aquellos que tienen tres varones. En Alemania, la posibilidad de que una persona se incline hacia posiciones progresistas se incrementa en un 2,5% con cada niña.

Los autores aseguran que "los hombres que tienen hijas comienzan de forma inconsciente a representar el punto de vista femenino en su cita con las urnas". Por ejemplo, a esos padres les disgusta la idea de que en el futuro ellas cobren menos que sus colegas masculinos. En apariencia, estas transformaciones ocurren de forma rápida. La última investigación de Oswald muestra que "la mitad de los cambios de las actitudes políticas ocurren dentro del año siguiente al nacimiento del niño". Los críticos dicen que el estudio propaga los viejos estereotipos de género, pero Oswald contraataca, diciendo que es "uno de los modelos más fuertes que he visto durante mi carrera". ¿Cómo se explica entonces la trayectoria de George W. Bush, que tiene dos hijas? Según Oswald, si no fuera por Barbara y Jenna, el presidente de Estados Unidos sería aún más "de derechas".

El poder de las chicas: Bush sería más conservador sin ellas.
El poder de las chicas: Bush sería más conservador sin ellas.


Los analistas políticos lo han tenido crudo para explicar el giro a la derecha de Tony Blair en los últimos años. Muchos apuntan que se debe a la presión de la guerra contra el terrorismo. Otros sostienen que el primer ministro británico buscaba ganar puntos ante Washington. Pero ¿podría haberse vuelto más conservador por influencia de Leo, su hijo de cinco años?

Ser padre cambia la vida. Pero también cambia la forma de hacer política, o, al menos, esto es lo que sostienen dos economistas británicos. "Tener hijas empuja a la gente hacia la izquierda. En contraste, los chicos hacen que sus padres voten a la derecha", escriben Andrew Oswald, profesor en la Universidad de Warwick, y Nattavudh Powdthavee, de la Universidad de Londres. Los británicos con tres hijas son en un 12% más proclives a votar a un partido de izquierdas que aquellos que tienen tres varones. En Alemania, la posibilidad de que una persona se incline hacia posiciones progresistas se incrementa en un 2,5% con cada niña.

Los autores aseguran que "los hombres que tienen hijas comienzan de forma inconsciente a representar el punto de vista femenino en su cita con las urnas". Por ejemplo, a esos padres les disgusta la idea de que en el futuro ellas cobren menos que sus colegas masculinos. En apariencia, estas transformaciones ocurren de forma rápida. La última investigación de Oswald muestra que "la mitad de los cambios de las actitudes políticas ocurren dentro del año siguiente al nacimiento del niño". Los críticos dicen que el estudio propaga los viejos estereotipos de género, pero Oswald contraataca, diciendo que es "uno de los modelos más fuertes que he visto durante mi carrera". ¿Cómo se explica entonces la trayectoria de George W. Bush, que tiene dos hijas? Según Oswald, si no fuera por Barbara y Jenna, el presidente de Estados Unidos sería aún más "de derechas".