Las serias acusaciones de corruptelas en las que está envuelta EULEX mina la credibilidad de la Unión en los Balcanes.

El jefe de la misión EULEX, Gabriele Maucchi, habla en una rueda de prensa en Prístina, octubre de 2014, sobre las alegaciones de corrupción. Armend Nimani/AFP/Getty Images
El jefe de la misión EULEX, Gabriele Maucchi, habla en una rueda de prensa en Prístina, octubre de 2014, sobre las alegaciones de corrupción. Armend Nimani/AFP/Getty Images

Durante las últimas semanas no dejan de aparecer inquietantes noticias y rumores sobre posibles casos de corrupción en el seno de la misión de la UE en Kosovo (EULEX). Efectivamente, el pasado mes de octubre el periódico kosovar Koha Ditore publicaba algunos detalles de archivos internos de la misión que demostraban que los algunos funcionarios aceptaban sobornos de mafias kosovares para bloquear los juicios a sospechosos criminales, así como para proceder a la anulación de pruebas por parte de EULEX. Aquí estallaba el escándalo.

Inmediatamente después de la publicación de esta noticia se suspendía a Maria Bamieh, fiscal especial de la misión, por haber proporcionado tales documentos a la prensa, algo que tanto ella como el periódico afectado han negado de manera contundente.

Sin embargo, este tema no era algo nuevo, las denuncias de Maria Bamieh se remontan hasta 2012, donde acusaba a algunos colegas de haber cerrado casos a cambio de dinero. Acusaba más concretamente al juez italiano Francesco Florit de haber recibido en torno a 300.000 euros para poner en libertad a tres procesados por asesinato. Las pruebas que mostraba esta fiscal eran unas transcripciones telefónicas donde se constataba que el juez se había desplazado a Albania para cobrar el soborno. En 2013 estos hechos se vieron corroborados por la declaración del hermano de uno de los procesados que manifestó que el dinero se le había dado al funcionario en el puerto de Durres, “pensamos que 300.000 euros serían suficientes para liberar a los tres hombres, pero sucedió que el juez nos dijo que el dinero sólo era suficiente para liberar a uno de ellos (…)”, según declaraciones realizadas a EULEX el 25 de junio. Por supuesto, el juez Florit se ha defendido alegando celos profesionales y malas relaciones con su acusadora.

Bamieh también acusó al jefe de la misión, fiscal especial, Jonathan Ratel, de obstruir una de sus investigaciones en torno a un diputado kosovar, Azem Syla, del Partido Demócrata, acusado de adquirir de manera ilegal tierras ganando millones de euros.

A pesar de las denuncias nunca se investigaron las acusaciones. El Servicio de Acción Exterior Europeo (EEAS) no abrió diligencias de acusaciones tan graves hasta un año después, en 2013.

Y así estaban las cosas hasta que un periódico local publicó la noticia. Nada había trascendido hasta ese momento a la opinión pública kosovar, tampoco a la europea y, por lo que parece, tampoco a los órganos competentes de la UE, tal y como constata la carta remitida el pasado día 5 de noviembre a la Alta Representante para la Política Exterior, Federica Mogherini, por Elmar Bok, Presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores, y Ulrike Lunacek, Vicepresidenta del Parlamento Europeo y Vocal de la Delegación para las Relaciones con Bosnia y Kosovo.

 

¿En qué consiste la misión?

Para poder evaluar con cierta solvencia las consecuencias que puede tener un posible caso de corrupción haya estallado en el seno de la misión más cara en materia de Estado de Derecho realizada por la UE es esencial saber cuáles son las tareas encomendadas a EULEX.

La misión Een estos momentos cuenta con cerca de 1.000 efectivos locales y 1.100 internacionales de la mayoría de los Estados miembros de la UE y de Canadá, Noruega, Suiza y Estados Unidos. El pasado mes de junio la Unión amplió hasta el 14 de junio de 2014 la misión civil en el territorio.

Se divide en División de Fortalecimiento y División Ejecutiva. La primera se ocupa de la tutorización, monitorización y capacitación de apoyo a la modernización y profesionalización de las funciones encomendadas a la policía. La segunda, ha estado encargada de operar como un tribunal autónomo e independiente del sistema judicial kosovar. Por tanto, se ha centrado exclusivamente en la investigación, procesamiento y enjuiciamiento de los principales casos criminales, la mayoría de ellos vinculados al crimen organizado, la corrupción gubernamental, crímenes de guerra, tráfico de personas, etcétera. La competencia para todos estos casos ha recaído sobre funcionarios de EULEX. En los casos criminales se han llevado a cabo los procedimientos según las normas del código penal kosovar, en el resto era la misión la que se hacía cargo, haciendo una sola concesión al sistema judicial kosovar: que un juez local fuera incluido en los tribunales junto a otros dos jueces EULEX.

Sin embargo, esta situación va a cambiar, de hecho ya ha cambiado. La UE decidió extender hasta el 14 de junio de 2016 su misión civil en Kosovo, y pasará a la última fase, acelerar el traspaso de sus actividades a las instituciones locales y otros actores de la Unión, EULEX se dedicará a crear capacidades en todo Kosovo y se centrará en cuestiones como la seguridad y la aplicación de los acuerdos alcanzados en el diálogo entre Belgrado y Prístina. La autoridad ejecutiva de EULEX para enjuiciar y adjudicar casos criminales se verá, por tanto, restringida. Las otrora competencias de la policía, la fiscalía y los tribunales se han traspasado al control local. La mayoría de los tribunales y cortes de apelación estarán compuestos y presididos por una mayoría de jueces locales. Los fiscales trabajarán bajo la dirección y el control de la fiscalía local. Esto significará que por vez primera desde el comienzo de la misión serán los kosovares los que estén al mando.

Por tanto, EULEX se enfrenta a sus últimos veinte meses sobre el terreno a la última fase de su misión. Es momento pues de comenzar la evaluación de resultados. Y éstos no son del todo favorables. Después de seis años y el gasto de cientos de millones de euros EULEX no ha producido ningún avance demostrable en lo relativo a los servicios ofrecidos por tribunales y fiscalía, dados los niveles de corrupción extendidos en todos los niveles de la administración pública, con un importante número de alcaldes en la cárcel o imputados por corrupción; con unos indicadores de la presencia de crimen organizado escandalosos, etcétera. ¿Cómo podrá avanzar la misión en esta última fase si ahora tiene menos competencias?

 

Consecuencias para la credibilidad de la UE en la región

Y con esta enorme interrogante, ahora salta a la luz pública que la misión UE en Kosovo es acusada de corrupción. Una acusación a todas luces creíble realizada contra miembros senior de la misión. Y siendo esto muy grave, más grave es, si cabe, la lentitud e ineficacia de los mecanismos de control internos de la misión y por parte de la EEAS.

Durante aproximadamente dos años el procedimiento de investigación interno ha estado parado. Ahora EULEX, que ya depende totalmente de la Alta Representante, quiere acelerar el procedimiento para obtener cuanto antes respuestas. La investigación legal continuará bajo supervisión del nuevo Jefe de Misión Gabriele Meucci, pero Mogherini ha enviado ya a un experto legal independiente, Jean Paul Jacque, para investigar las acusaciones.

Por su parte la Defensora del Pueblo Europea, Emily O’Reilly, ha decidido poner en marcha los mecanismos de control oportunos para evaluar si efectivamente el Servicio Europeo de Acción Exterior está investigando las alegaciones realizadas contra el EULEX.

Esta situación ha puesto en el disparadero la credibilidad de la misión y de la UE en su conjunto en Kosovo y en la región. El papel de EULEX en Kosovo era el de la lucha contra la corrupción y debería haber sido un ejemplo. La manera en cómo se han llevado a cabo las investigaciones internas en el seno de la Unión, demorando la resolución de las mismas, ocultando información al Parlamento Europeo y a la misma opinión pública, es un ejemplo de cómo se ha luchado la corrupción. Donde se marca la diferencia, no es que no haya corrupción, sino en cómo se reacciona ante ella.