Iryna Vidanava, de Bielorrusia

Algunas antiguas repúblicas soviéticas han hecho modestos avances en la liberalización de su cultura política, pero no es el caso de Bielorrusia. El Gobierno de Minsk es famoso por su estrategia de acoso e intimidación a los medios locales y su represión de la libertad de expresión, y Vidanava ha luchado con fuerza en ambos aspectos. Vidanava es fundadora y directora de 34 Multimedia Magazine, una publicación que pretende fomentar la creatividad, la dioversidad de opiniones y los valores democráticos entre los jóvenes bielorrusos (véase aquí una muestra de su trabajo). Es difícil: después de años de acoso policial, en 2005, Minsk decidió cerrar la revista. Pero Vidanava persevera. En 2007, fundó CDMAG, una revista juvenil multimedia, publicada en disco compacto, que ese mismo año obtuvo el Premio Gerd Bucerius a la libertad de prensa en el este de Europa.

Lyudmila M. Alexeyeva, de Rusia

Alexeyeva, una mujer menuda y frágil de 82 años, lleva más de 40 protestando contra la represión rusa, desde la época en la que Leónidas Brezhnev era primer ministro de la antigua Unión Soviética. La primera vez que la denunciaron a las autoridades soviéticas fue a los 19 años, por leer poesía prohibida. Hoy se la puede ver dirigiendo concentraciones de protesta en esquinas callejeras y explanadas importantes; la última ocasión fue Nochevieja, cuando la detuvieron por encabezar una manifestación no autorizada. En enero, declaró a The New York Times que era más fácil luchar contra la represión en la época soviética que ahora con Vladímir Putin: “Entonces había reglas. Eran estúpidas, pero eran reglas, y, si las conocíamos, podíamos defendernos”. En los últimos meses ha sido objeto de ataques de partidarios del Kremlin, y ello ha empujado a varios miembros del Parlamento Europeo a expresar su preocupación y concederle el Premio de Derechos Humanos Sájarov 2009, así llamado en honor del famoso disidente soviético Andrei Sájarov.

Hina jiLani, de Pakistán

Jilani y su hermana Asma Jahangir llevan batallando por los derechos humanos en Pakistán desde los 80, periodo en el que las detuvieron por protestar contra leyes discriminatorias contra las mujeres. Jilani, abogada del Tribunal Supremo de Pakistán, ha advertido que la vuelta a un Gobierno militar podría desencadenar un proceso de balcanización en su país. A lo largo de su carrera ha ocupado muchos cargos en organizaciones internacionales y fue representante especial del secretario general de la ONU sobre la situación de los defensores de los derechos humanos entre los años 2000 y 2008.

Sima Samar, de Afganistán:

Médica de formación –y la primera mujer de etnia hazara que lo consiguió–, Samar es una defensora incansable de los derechos de las mujeres y la salud femenina desde hace un cuarto de siglo. Después de que el régimen comunista afgano detuviera a su marido en 1984, Samar huyó a Pakistán, donde fundó la Organización Shuhada, una ONG dedicada a mejorar el acceso de las mujeres a la sanidad y el estado de la medicina en Afganistán. A pesar de que había recibido amenazas de muerte de los talibanes, regresó a su país en 2002, como ministra de asuntos femeninos. Por desgracia, su mandato fue breve: tuvo que dimitir por la resistencia que encontraron sus políticas de género progresistas entre sus colegas conservadores. En la actualidad, Samar preside la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán, en la que continúa trabajando en favor de los derechos humanos de las mujeres y de la población en general.

Shirin Ebadi, de Irán

Ebadi, la más famosa de los disidentes iraníes, es fundadora del Centro de Defensores de los Derechos Humanos y ganadora del Premio Nobel de la Paz 2003 “por sus esfuerzos en nombre de la democracia y los derechos humanos”. En 1975, al principio de su prestigiosa carrera, Ebadi fue la primera mujer iraní que llegó a juez. Sin embargo, tras la Revolución Islámica de 1979, perdió el rango y se vio relegada a tareas administrativas. Destacada abogada de derechos humanos, ha defendido a numerosos clientes injustamente procesados por el Estado en los últimos 30 años, entre ellos docenas de mujeres a las que habían detenido por protestar contra las leyes discriminatorias contra las mujeres. Ebadi ha sido objeto constante de ataques del Gobierno iraní a lo largo de su carrera, y es una ferviente partidaria del movimiento verde, una actividad que la obligó a autoexiliarse en Gran Bretaña después de las polémicas elecciones presidenciales del año pasado.

Kamala Chandra- Kirana, de Indonesia

En 1998, Chandrakirana creó la Comisión para la Violencia contra las Mujeres, una ONG cuyo fin era mejorar la situación de las mujeres en la sociedad indonesia. Después ha fundado el Grupo de Trabajo Indonesio para la Erradicación de la Pobreza Estructural y JARI Indonesia, una ONG que combate la corrupción en el Gobierno.

Aung san suu Kyi, de Birmania

Pocos disidentes son tan conocidos en todo el mundo como Aung San Suu Kyi, Premio Nobel de la Paz y una mujer cuya larga y prestigiosa trayectoria como activista democrática en Birmania ha inspirado miles de personas a apoyarla y darle muestras de solidaridad. Después de participar en una manifestación masiva de estudiantes contra la dictadura el 8 de agosto de 1988, Aung San Suu Kyi fundó la Liga Nacional por la Democracia de Birmania (LND), un partido que venció en las elecciones generales de 1990 con el 82% de los votos. Sin embargo, antes de que Aung San Suu Kyi pudiera tomar posesión, la junta birmana anuló los resultados electorales y la sometió a arresto domiciliario, una situación en la que más o menos vive desde entonces. Hace poco, Aung San Suu Kyi y otros dirigentes de la LND decidieron boicotear la primera vuelta de las elecciones generales birmanas –las primeras convocadas en décadas–, alegando un proceso electoral injusto.

Zainah Anwar, de Malasia

Zainah se ha hecho famosa en Malasia por haber dirigido varias ONG dedicadas a promover los derechos de las mujeres. Hija de Anwar bin Abdul Malik, un conocido político malayo, empezó a destacar en los 90 al asumir la dirección de las Hermanas del Islam, una organización malaya de mujeres musulmanas que defiende los derechos de la mujer bajo el régimen de la sharia. Aunque ya no ocupa ese cargo, sigue trabajando para ampliar los derechos de las mujeres en la sociedad islámica y defendiendo públicamente su causa en todo el mundo.

Yoani Sánchez, de Cuba

Nacida en La Habana en 1975, Sánchez es famosa por Generación Y, un blog que escribe sobre la vida cotidiana bajo la opresión política del Gobierno cubano. Para eludir la censura del régimen de Raúl Castro, envía sus anotaciones por correo electrónico a amigos y conocidos de fuera del país, que son quienes se encargan de colgarlas en la red. Aunque Sánchez ha sufrido acoso e intimidaciones del Gobierno cubano –ha contado un episodio de 2009 en el que asegura que unos matones del Gobierno la secuestraron y le dieron una paliza–, sigue escribiendo y llamando la atención sobre la situación política de los cubanos bajo el régimen de los Castro.