FP en español entrevista a Víctor López Saavedra que trabaja en la dirección de Comercio y Mercados de la FAO (Organización para la Agricultura y Alimentación de Naciones Unidas), ocupándose en la actualidad del World Banana Forum, un foro que promueve cambios en los sistemas de producción y comercialización del plátano –la fruta fresca con mayor volumen de comercio mundial– para hacer posible su sostenibilidad. Saavedra anima a todo el que lo desee a desarrollar su carrera en el ámbito de las organizaciones internacionales donde, a pesar de las dificultades, se pueden encontrar oportunidades y destinos interesantes.

 

 

 

FP en español. ¿Fue la vocación la que le llevó hasta su puesto actual?

Víctor López. Mi trayectoria académica se desarrolló con relativa fluidez y siguiendo intereses personales, hasta que me encontré con la posibilidad de empezar a trabajar disfrazado de becario en la cámara oficial de comercio de España en China. Entré en contacto con este mundo casi por casualidad, pero me gustó y desde entonces he ido encadenando distintos trabajos en organizaciones con un componente de internacionalización. Comprendí que lo mío era la cooperación al desarrollo así que enfoqué mi trayectoria profesional hacia este sector. Mi experiencia en comercio internacional tradicional me ayudó a aproximarme a la temática de cooperación y desarrollo, que marca mi línea de trabajo actual en la  FAO.

 

FP.¿Es fácil abrirse camino en las organizaciones internacionales?

VL. No es más fácil que en otros ámbitos y tampoco es algo imposible. Esfuerzo, pasión y seriedad son ingredientes clave.

 

FP. ¿Consideras que hay pocos o muchos españoles en la FAO?

VL. El número total de españoles quizás esté creciendo paulatinamente, sin embargo, esto puede llevarnos a engaño, pues muchos están de forma temporal o excesivamente precaria (como voluntarios, becarios o consultores de breve duración). Los puestos fijos para españoles están actualmente por debajo de la cuota que nos correspondería, algo inaudito que supongo se solucionará en breve.

 

FP. ¿Hay muchos españoles que quieran trabajar en el campo de la cooperación internacional?

VL. Sí. Creo que cooperación es una palabra de moda y que mucha gente quiere subirse a un carro que supuestamente lleva consigo una carga de prestigio, ética y altos ingresos. Conocer de cerca la cooperación podría desilusionar a algunos y, sin duda, apasionar a muchos otros. Obviamente no todos podemos trabajar en cooperación, de la misma forma que no todos podemos dedicarnos a la física cuántica.

“ Trabajar en una organización internacional amplía tu percepción del mundo, te pone en contacto con una gran diversidad de personas”

 

FP. ¿Cómo es trabajar en una organización internacional?

VL. Trabajar en una organización internacional te puede convertir en un bicho raro. Existe un riesgo de pérdida de contacto con la realidad que nos rodea en beneficio de un supuesto mayor conocimiento de la realidad de otros países. El ambiente de trabajo en una organización tan grande como la FAO quizás se parezca a un gran ministerio. La burocracia es un término que no pasa de moda por aquí. Sin embargo, este trabajo tiene muchos aspectos positivos y la gran mayoría de ellos los vinculo a las relaciones interpersonales. Trabajar aquí amplía tu percepción del mundo, te pone en contacto con una gran diversidad de personas, te da la oportunidad de proponer soluciones de primera mano a problemas serios y, además, es un tema de conversación infinito en cualquier encuentro cada vez que vuelves a casa.

 

FP. ¿Hay que estar dispuesto a ir a cualquier destino?

VL. En general, diría que hay que estar dispuesto a todo. Por supuesto hay gente que tiene claro que no quiere viajar y también hay un sitio para ellos, pero lo preferible es demostrar siempre flexibilidad en este aspecto.

 

FP. ¿Cómo se compagina la vida personal con este trabajo?

VL. Puede ser complicado en nuestro ámbito. En muchos casos una de las dos partes de la pareja tiene que sacrificar su carrera profesional por acomodarse al otro. Además, normalmente nuestra localización es incierta, es decir, no sabemos cuántos años vamos a vivir en un sitio antes de que nos toque hacer nuevamente las maletas. También se echa en falta la compañía y complicidad de algunos amigos. Con cada mudanza toca establecer nuevas relaciones sociales y no siempre es fácil encontrar personas afines. Lo que más echamos de menos es la cotidianidad de ciertos momentos, algo que no se soluciona con dos, tres o incluso cinco visitas al año a tu casa. Es un hecho que hay que aceptar y enfocar de la mejor forma posible.