El término smart power (poder inteligente) tiene apenas media década, pero el concepto se remonta mucho más atrás. Carl von Clausewitz o Lawrence de Arabia abogaron por una combinación de potencia militar y suave balanceo ideológico como receta para ganar guerras. Para sus impulsores actuales en Washington, smart power es una forma de dosificar mejor los recursos estadounidenses en un mundo cambiante; para sus detractores, es una frase de marketing que enmascara una política de debilidad. En todo caso, el poder inteligente ya no es sólo una construcción teórica, sino una manera de hacer dinero. La industria de defensa de EE UU ha adoptado los contratos estilo smart power, sacando partido económico al eslogan de la Administración Obama.

1832. La obra fundamental de Carl von Clausewitz, De la guerra, distingue dos formas necesarias de derrotar a un enemigo: empleando “cualidades y consecuencias morales” (lo que más tarde se llamaría poder blando) y usando todo el peso de la fuerza militar (poder duro).

1917. T. E. Lawrence (Lawrence de Arabia), al describir en su trabajo 27 artículos una insurgencia exitosa, cita la necesidad de una base moral sobre el terreno, pero también de la capacidad física para infligir daños.

1 de marzo 1961. La década de 1960 vio cómo EE UU se embarcaba en un nuevo grupo de programas de poder blando diseñados para aislar a la Unión Soviética. “Nuestra propia libertad y el futuro de la libertad en todo el mundo dependen… de la capacidad de [los países en desarrollo] para construir … naciones independientes”, dice el presidente John F. Kennedy al Congreso al proponer una de esas iniciativas, el Cuerpo de Paz.

9 de noviembre de 1989. Tras la caída del Muro de Berlín, el énfasis de Estados Unidos en el poder blando se desploma; por ejemplo, el número de funcionarios del Servicio Exterior que trabajan en la diplomacia pública cae alrededor de un 25%.

1991. En Bound to Lead, el politólogo de la Universidad de Harvard Joseph Nye define dos tipos de poder. El poder duro es el que se asocia con recursos tangibles, como la fuerza militar y la fortaleza económica, mientras el poder blando incluye aspectos como la cultura, la ideología y las instituciones.

2001-2004. Después del 11-S, la Administración de George W. Bush destaca el uso del poder duro, sobre todo la fuerza preventiva.

Enero de 2004. Nye promueve una nueva frase, smart power, en su libro Soft Power: The Means to Success in World Politics. El poder inteligente no es ni duro ni blando. Es ambos, escribe, señalando que significa “aprender mejor cómo combinar la fuerza militar con el ejemplo moral y cultural.

Marzo-abril 2004. En Foreign Affairs, la analista Suzanne Nossel también adopta el lema: “El poder inteligente significa saber que la mano de EE UU no es siempre su mejor herramienta. Los intereses estadounidenses se promueven logrando que otros se adhieran a ellos.

Marzo-septiembre de 2007. Junto con el ex secretario de Estado adjunto de EE UU Richard Armitage, Nye crea la Comisión sobre el Poder Inteligente, integrada por 20 dirigentes de todas las áreas del Gobierno de Estados Unidos y de organizaciones no gubernamentales. El término se generaliza en las páginas de opinión estadounidenses.

2008. El poder inteligente entra en escena cuando los candidatos demócratas Barack Obama y Hillary Clinton impulsan el concepto en la campaña presidencial estadounidense. Obama describe una política exterior “que influiría en los acontecimientos no sólo mediante la fuerza militar, sino mediante la fuerza de nuestras ideas”.

13 de enero de 2009. En la audiencia para su confirmación como secretaria de Estado, Clinton define una estrategia que emplea el poder inteligente. Los contratistas de Defensa pretenden sacar partido de ello, basando su cartera de servicios en la salud y los derechos humanos para ajustarse al énfasis de la Administración Obama en el poder inteligente.

Otoño de 2009. Los comentaristas de todo el mundo aceptan el término. Un artículo publicado en The Times of India en vísperas de la visita del primer ministro, Manmohan Singh, a Washington concluye: “El impacto de aplicación conjunta del poder inteligente de India y EE UU se hará sentir en Asia central, la ASEAN y más allá del Océano Indico”.

17 de noviembre de 2009. Los conservadores lanzan el ataque contra la capacidad de la Administración Obama de transformar el eslogan poder inteligente en una estrategia. National Review aduce: “El equipo de Obama ha mostrado desde el principio una deslumbrante ineptitud diplomática que sugiere que el poder inteligente no es nada”.