Crisis económica y desgaste político en el país árabe.

 

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A punto de cumplirse el tercer aniversario del inicio de la revolución, la mayoría de los 85 millones de egipcios lucha por sobrevivir en unas condiciones de vida que se deterioran día a día. Los servicios de salud y educación están degradados. La crisis económica se agudiza con el alza de precios. Cuando los Hermanos Musulmanes crearon su partido político tras la revolución, lo llamaron acertadamente “Libertad y Justicia”, aunque dos años después y ya en el poder en Egipto no hay ni una cosa ni otra. La mayoría de la población sigue igual y las cuentas peor, aquejadas de dos años de inestabilidad política y la desaparición de inversiones.

Económicamente 2012 ha sido un año perdido para Egipto que gastó en 2012 el 10% del PIB en intereses de préstamos heredados de la época de Hosni Mubarak. El Gobierno ha retomado este mes las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para ultimar la concesión de un crédito de 4.800 millones de dólares (unos 3.500 millones de euros). Las protestas tras el decretazo del presidente Mohamed Morsi blindando sus decisiones y el polémico referéndum constitucional retrasaron la vital inyección para reactivar una economía colapsada.

Con un déficit público previsto para 2013 superior al 12% del PIB, Egipto está financiando su deuda en los mercados internacionales a un insostenible tipo de interés entre el 13% y el 16%.

Las pequeñas y medianas empresas, que suponen el 90% del sector privado y dan trabajo a tres de cada cuatro egipcios, han sido muy perjudicadas por el escenario de enfrentamientos con el que el país cerró 2012. El hundimiento de la demanda interna y el incremento de los costes de producción (debido a la brusca devaluación de la moneda, la creciente inflación, que fue del 7,5% anual en 2012, y el aumento de las tasas de interés, que han pasado del 9% al 15% en un año suponiendo una sobrecarga para todas aquellas compañías que tengan un crédito con el banco) han supuesto un duro golpe para uno de los pilares básicos de la economía.

La economía egipcia necesita apoyo urgente para salir del estancamiento. El crédito del FMI no tiene por qué implicar necesariamente una vuelta del capital exterior, pero puede animar a otros países a facilitar dinero. Qatar ha elevado a 5.000 millones de dólares su ayuda (consistente en un depósito de 4.000 millones y una donación de 1.000 millones). Antes de finales de mes, Egipto espera recibir una cantidad similar de Turquía. China y Arabia Saudí han ofrecido créditos y según el ministro de Planificación, Ashraf al Arabi, el Gobierno continúa la negociación con Estados Unidos para canjear más de un tercio de la deuda que mantiene con el país (más de 3.000 millones de dólares) por programas de desarrollo y otros activos.

El turismo, una de las fuentes más significativas de divisas y representa alrededor del 12% del PIB, también se resiente fuertemente ante la continuada tensión e incertidumbre. Tras el aviso del Banco Central de que las reservas de divisas extranjeras están en un nivel “crítico” (con 15.000 millones de dólares, menos de la mitad que en enero de 2011), el partido Libertad y Justicia ha puesto en marcha una campaña en Internet bajo el nombre: “Su envío de dinero apoya la economía y el desarrollo de Egipto” para animar a los expatriados a depositar su dinero en cuentas egipcias.

En su reciente visita a El Cairo el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha ofrecido 5.000 millones de euros. La colaboración de la UE y sus instituciones consiste en préstamos y créditos para el periodo entre 2012 y2013 con el fin de respaldar la transición democrática.

El acuerdo se condiciona al que el país tiene con el FMI y una gran cantidad de los fondos comprometidos serán para trabajar en tándem con el organismo internacional.

Según Van Rompuy se está desarrollando “una rica agenda bilateral, que incluye una temprana negociación de un Acuerdo de Libre Comercio”. Se trabaja asimismo para agilizar la cooperación con vistas a la repatriación de los activos egipcios.

Van Rompuy ha insistido en que la transición democrática debe beneficiar a todos. Para la UE es vital que la clase política y la sociedad civil garanticen el consenso a través de un diálogo inclusivo. Esto debe plasmarse en la celebración de las próximas elecciones legislativas. La UE ha anunciado su intención de enviar una misión de observación electoral.

Con un déficit público previsto para 2013 superior al 12% del PIB, Egipto está financiando su deuda en los mercados internacionales a un insostenible tipo de interés entre el 13% y el 16%. El banco central apenas puede sostener el valor de la libra egipcia, que en las últimas semanas ha sufrido una marcada devaluación y cuyo futuro dependerá en gran medida de la aprobación del préstamo del FMI.