Martti Ahtisaari, padre del plan de independencia para Kosovo, cuenta a FP en español los objetivos prioritarios de Prístina, cuál será el papel de las organizaciones internacionales y por qué las tropas españolas deberían quedarse. Convencido de que será un Estado viable, apuesta por el pragmatismo y dejar que el tiempo haga de Kosovo un país multiétnico capaz de andar solo.

 

FP en español: ¿Qué opina de que EULEX (misión civil europea) vaya a desplegarse en Kosovo bajo el paraguas de la ONU? ¿Es una maniobra para esquivar el Consejo de Seguridad?

Martti Ahtisaari: En mi opinión, se trata de un acuerdo formal. El jefe [de EULEX] informará directamente a la Unión Europea, no al secretario general de Naciones Unidas. Para mí esto es lo más importante. Desde luego, funcionará porque está el paraguas de la ONU, pero el representante de la UE no tiene que informar a Naciones Unidas.

Cortesía de la ONU

Por otra parte, el Consejo de Seguridad tenía poco que discutir sobre este asunto, porque Rusia ha evitado que se tomara una decisión. Así que en lugar de que [EULEX] se haga cargo 120 días después de la declaración de independencia, ahora empezará a contarse a partir del 15 de junio [fecha de la entrada en vigor de la Constitución de Kosovo y en la que estaba previsto el despliegue de EULEX]. Por lo tanto, a finales de octubre la Unión Europea asumirá la principal responsabilidad y UNMIK [misión de la ONU en Kosovo] también llevará a cabo otras funciones.

FP: Algunos países (España entre ellos) están preocupados porque pueda estar violándose la legalidad internacional.

M. A. Los principales Estados miembros de la UE y más del 60% de las economías mundiales han reconocido Kosovo, esto es importante. La gente se irá acostumbrando a la idea de que es independiente y más países lo irán reconociendo. Además, nadie habló de legalidad internacional cuando en 1989 Milosevic abolió de manera inconstitucional la autonomía de Kosovo ni cuando empezó a echar a los albanokosovares de sus trabajos. Cuando comenzaron a matarlos, la OTAN tuvo que intervenir. A mí no me convencen estos argumentos.

FP: El Gobierno español está pensando en enviar las tropas que tiene destacadas en Kosovo a Somalia. ¿Qué le parece esta posibilidad?

M. A. Por supuesto, son siempre los gobiernos los que deciden dónde quieren enviar sus tropas. Depende del Ejecutivo español, pero creo que es bueno que los soldados españoles sigan en Kosovo porque, al llevar ya mucho tiempo allí, conocen la situación. Sé que a veces mi propio país [Finlandia] se ha preguntado si las tropas que tenemos en Líbano, o en Oriente Medio en general, deberían seguir allí o habría que mandarlas a otros lugares como Kosovo. Sé que se le da vueltas a estos asuntos y que muy a menudo el secretario general de la ONU aconseja no retirarlas. Recuerdo una vez que le advertí a Kofi Annan que nosotros [el Ejecutivo finlandés] queríamos retirar nuestras tropas de Oriente Medio y él me dijo que las mantuviéramos al menos durante un año más hasta que encontrara cómo sustituirlas. Los gobiernos deberían dejar suficiente margen para que puedan ser remplazadas de manera ordenada. He visto a los casos azules españoles en Namibia y sé que son muy buenos, así que espero que sea posible que las tropas españolas se queden en Kosovo.

FP: Los serbokosovares están creando sus propias instituciones políticas. ¿Estamos ante una partición de facto?

M. A. No se debería permitir que existan instituciones paralelas, porque Kosovo es un Estado unitario. Básicamente, ese es mi punto de vista. Además, creo que Kosovo y Serbia deben llegar a un entendimiento si tienen la esperanza de integrase en la Unión Europea. No se puede tener a dos Estados miembros enemistados.

FP: ¿Cuáles son las medidas más urgentes que debe aplicar el Gobierno de Prístina?

M. A. Lo más importante, por supuesto, es que se hagan cargo de la Administración, porque Kosovo es ahora un Estado independiente; aunque supervisado, es completamente independiente. Tienen que empezar a desarrollar su economía, porque el desempleo es muy alto, durante este periodo de transición ha sido en torno al 40% e incluso a veces mayor. Necesitan empezar a desarrollar sus recursos naturales. Tienen muy buen carbón. Es un país que puede producir energía; es costoso, pero habrá que encontrar la manera de que encuentren financiación para desarrollar sus recursos. Quizá así la vida de los ciudadanos de a pie empezará a ser más fácil.

FP: ¿Qué tiene que ocurrir para que se ponga fin a la independencia supervisada?

M. A. Lo importante es reconocer desde el primer día que Kosovo es independiente. Sin embargo, serán los miembros de la comunidad internacional y los diferentes actores los que tienen que decidir con el Gobierno de Prístina si realmente se les necesita o no. Puede que al cabo de un par de años ya no hagan falta, o que el Gobierno de Kosovo necesite otros actores diferentes. Espero que el escenario vaya cambiando poco a poco hacia una situación en la que el desarrollo se base más en la cooperación. La presencia internacional siempre resulta conflictiva y podemos pensar: ¿hasta cuándo es necesaria la presencia militar? Pero tenemos que ser pragmáticos y, por ello, no podemos decir cuál es el día que hay que marcharse.

FP: Con las divisiones étnicas que tiene Kosovo, ¿es viable o puede transformarse en un Estado fallido en el corazón de Europa?

M. A. Es un nuevo comienzo para Kosovo. Y, definitivamente, tenemos que esperar a ver qué éxitos logra. Tiene recursos naturales suficientes para producir energía, incluso para llegar a suministrar a sus vecinos, pero para ello deben comenzar a invertir.

Todas las sociedades tienen diferentes grupos étnicos. Sobre la mayoría [albanokosovar] recae la responsabilidad de proteger a la minoría [serbokosovar]. Sin embargo, ésta última también tiene una responsabilidad. No puede ignorar los deseos de la mayoría y esperar ser recompensada. Es como si los padres dieran un caramelo a los niños cuando se portan mal, y éstos aprendieran que actuando así se recibe un premio. Tenemos que observar detenidamente cómo se comportan y si vemos que actúan mal, tendremos que intervenir para decirles que deben tener una conduzca correcta. Kosovo va a ser una sociedad multiétnica que necesita una mayoría que siga el plan que he propuesto, y que lo adapte, y de una minoría que se comporte de modo correcto.

 

Martti Ahtisaari, ex presidente de Finlandia (1995-2000), ha diseñado el plan de independencia de Kosovo, donde fue enviado especial de la ONU.