Lobista en LERU.

lobbyAlea López de San Román actúa como lobista en Bruselas para la Liga de las Universidades de Investigación Europea (o LERU, por sus siglas en inglés), una organización que representa a 21 centros de educación superior de toda la Unión Europea y que les sirve para lanzar un amplio abanico de iniciativas tanto internas (por ejemplo, cerrar acuerdos de intercambio de estudiantes de doctorado entre ellas) como externas (presionar a la Comisión y el Parlamento para que las nuevas regulaciones comunitarias sobre la protección de datos o los derechos de reproducción –copyright– no perjudiquen a sus socios).

Alea es la primera sorprendida con el puesto que ha conseguido porque no imaginaba que pudiera existir algo así y porque encaja como un guante en su trayectoria. Los grandes motores que la han llevado hasta aquí son su pasión por el mundo académico, sus conocimientos de Relaciones Internacionales en general y de las instituciones de la UE en particular, sus idiomas y su experiencia en el extranjero como estudiante primero y como profesional después.

La pasión por el estudio y la universidad se aprecia fácilmente si se tiene en cuenta que obtuvo una doble licenciatura en Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Carlos III de Madrid, que se preparó y estuvo a punto de sacarse las oposiciones a la Carrera Diplomática, que se situó como una de las mejores estudiantes en el Máster en Asuntos Internacionales de ICADE y que justo después se fue a la Universidad de Lovaina a estudiar su Máster en Estudios Europeos, donde obtuvo un cum laude a pesar de que lo compatibilizó con su trabajo.

Alea López de San Román
Alea López de San Román

Sus conocimientos en Relaciones Internacionales tuvieron un plus definitivo con Lovaina, que es una de las mejores universidades en temas europeos del mundo y que le permitió conocer mejor los entresijos de las instituciones con las que iba a tener que tratar en Bruselas.

Había que sumar a todo aquello el dominio absoluto de tres idiomas comunitarios de primer nivel: el español, el francés (había estudiado en el Liceo Francés de Valladolid) y el inglés. Esto le ayudaría a relacionarse con muchos de los socios del lobby donde trabaja actualmente en su lengua materna, porque 11 de los 21 son universidades de Francia, Reino Unido, Bélgica, Suiza (francófona) y España. Otro nexo de unión era que había estudiado o pasado veranos en tres de ellas: Cambridge, Lovaina y el University College de Londres.

Alea reconoce que “los títulos me abrieron puertas para que pudiera demostrar cosas en LERU pero solo con ellos nunca me hubiera bastado para entrar”. Además de los conocimientos, los idiomas y su pasión por la academia, necesitaba acreditar experiencia en el extranjero tanto como estudiante como profesional y también algunos conocimientos en el área de los grupos de interés.

Sus estudios y estancias fuera de España fueron fáciles de demostrar, pero había llegado el momento de poner también sobre la mesa su experiencia en el mundo del lobby. Justo al mismo tiempo que estudiaba su máster en Lovaina, y con la idea de financiarlo e ir encaminándose al mercado de trabajo, había accedido a un contrato en la Oficina de Representación de la Comunidad de Madrid en Bruselas, que no era otra cosa que una misión encargada de hacer escuchar los intereses de la región y también de universidades madrileñas como ICADE en la capital de Europa.

Ahora sí podía atravesar las puertas de LERU que le habían abierto de par en par sus títulos académicos y sus idiomas.

 

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