En los últimos 15 años el número de personas que no saben leer ni escribir ha disminuido y la alfabetización entre la juventud se ha extendido, según la Unesco, pero en muchos lugares aún no se ha cumplido con el deber moral de dar acceso a los conocimientos más básicos a todos. En este mes que se celebra el Día Internacional de la Alfabetización, hoy 8 de septiembre, y se hace balance de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, los 757 millones de adultos y 115 millones de jóvenes  iletrados, la mayoría de ellos mujeres, nos recuerdan que garantizar el derecho a la educación sigue siendo una asignatura pendiente.

*Fuentes: cifras y datos de la Unesco.

Un repaso a las cifras. La tasa de alfabetización en el mundo ha experimentado un relevante incremento (y lo sigue haciendo) desde 2000 tanto entres los jóvenes como los adultos, según datos de la Unesco. Una tendencia esperanzadora que se ve ensombrecida por los 757 millones de personas en edad adulta y 115 millones de jóvenes (entre 15 y 24 años) que aún no saben ni leer ni escribir. Las mujeres, los mayores de 65 años, las minorías y los refugiados son los grupos más vulnerables. Foto: una niña yemení en clase de matemáticas en un centro de refugiados de Bulgaria. © Dimitar Dilkoff/AFP/Getty Images
Las mujeres acortan distancias. Las jóvenes han avanzado en el acceso a la alfabetización, pero siguen estando por detrás de los hombres: alrededor de 76 millones de ellas no gozan de este derecho fundamental. Entre la población adulta femenina la brecha de género es aún mayor, ya que dos terceras partes de los iletrados en el mundo son mujeres, 479 millones. Las regiones donde esta desigualdad en el acceso a la educación por razón de sexo es más profunda son las zonas del sur y este de Asia, los países árabes y el África subsahariana. Foto: viudas indias en clases de lectura y escritura en Vrindavan, al sureste de Neva Delhi. © Manan Vatsyayana/AFP/Getty Images
África subsahariana, el último de la fila. Hasta 13 Estados de la región tienen menos de la mitad de su población adulta alfabetizada. Níger se lleva la palma con solo un 19%, seguido de Guinea y Sudán del Sur con alrededor del 30%. Como dato positivo, África es la región que “ha registrado la más alta mejoría en enseñanza primaria desde que se establecieron los ODM”, según la ONU, pero el analfabetismo aún es un auténtico lastre económico y social para unas naciones que albergan las poblaciones más jóvenes del planeta. Foto: niños en una escuela de primaria en la ciudad de Zinder, Níger. © Issouf Sango/AFP/GettyImages
El sur y este de Asia intentan pasar página. La mitad de los iletrados del mundo viven en esta parte del globo tan poblada. Sin embargo, los países de estas áreas han hecho grandes esfuerzos en la alfabetización de pequeños y mayores en las dos últimas décadas, aumentado ambas tasas alrededor de un 20%. Afganistán se queda muy por atrás en la clasificación respecto a otras naciones vecinas, solo el 38% de los adultos saben leer y escribir en este país asolado tras décadas de violencia, en el caso de las mujeres el porcentaje cae al 24%. Foto: una mujer afgana en clases de lectura, Kabul. © Adek Berry/AFP/Getty Images
Los países árabes progresan. El mundo árabe ha experimentado una mejora notable en el desafío de la alfabetización en las últimas décadas: se estima que aproximadamente 9 de cada 10 jóvenes de entre 15 y 24 años procedentes de estas naciones sabrán leer y escribir. Buenas noticias que deben superar dos desigualdades que persisten: la brecha de edad y de género. La reducción de las diferencias entre el nivel de alfabetización entre jóvenes y mayores, así como entre hombre y mujeres, precisan aún de mayores esfuerzos. Mauritania, Marruecos, Yemen e Irak son los Estados que registran peores cifras. Foto: un profesor voluntario enseña a niños yemeníes en una clase móvil en la capital Sanaa. © Mohammed Huwais/AFP/Getty images
Haití, la tarea pendiente. La isla caribeña se descuelga en este terrero del resto de los países de América Latina y el Caribe: Haití solo llega a un 61% de adultos alfabetizados mientras que la región registra una media del 93%, un dato que ha mejorado en siete puntos porcentuales desde los 90. Un problema que se retroalimenta con la situación de pobreza y falta de expectativas que sufre un país con una economía devastada y que ocupa el último puesto del Índice de Desarrollo Humano del continente americano. Foto: un recolector de caña de azúcar haitiano aprende las letras en clases impartidas en las plantaciones de República Dominicana. © Spencer Platt/Getty Images
Refugiados: restaurar un derecho. Las personas que huyen de la violencia y el conflicto se encuentran con terribles obstáculos, pero aún son más vulnerables cuando no saben leer ni escribir su propia lengua. Los campos de refugiados suelen contar con escuelas improvisadas con el fin de que los más pequeños sigan aprendiendo. El acceso a la educación entre los refugiados y desplazados internos puede parecer un lujo en unas circunstancias donde muy a menudo no se cubren ni las necesidades más básicas, pero es de vital importancia para recuperar la dignidad y la esperanza. Foto: un niño sirio escribe en una escuela en el norte de Líbano que acoge a menores refugiados del país vecino. ©AFP/Getty Images
Es la educación, estúpido. ¿Existe vinculación entre la riqueza y la alfabetización? Sí hay una correlación entre ambas, según la mayoría de los estudios realizados. Las poblaciones más educadas suelen estar más preparadas y articuladas para generar riqueza y llevar a cabo avances tecnológicos. Por esta razón, la mejora de las tasas de alfabetización en los países pobres representa una pieza fundamental en el camino hacia el desarrollo. El aumento del acceso a la educación ha reducido el número de personas que viven en la pobreza en algunos de los lugares más poblados del planeta como India, Brasil, Nigeria, Indonesia, México y China, entre otros, según la Unesco. Foto: una niña realiza sus tareas escolares en el norte de Sumatra, Indonesia. ©Robertus Pudyanto/Getty Images
Las generaciones de ayer y hoy. Aunque todavía 115 millones de jóvenes siguen siendo iletrados en el mundo, la juventud ha tenido un mayor acceso a la educación primaria y secundaria en todas las regiones del mundo, uno de los grandes logros en la lucha contra el analfabetismo global. La mayor diferencia entre el nivel de alfabetización entre generaciones jóvenes y adultas se observa en África, en concreto, en Níger, Sierra Leona y Chad, mientras que la menor brecha se encuentra en Asia, en lugares como China, Indonesia y Malasia. Las poblaciones de más de 65 años siguen presentando las tasas más bajas en todo el mundo. Foto: una mujer marroquí y su hijo atienden a clases de alfabetización en Temara, cerca de Rabat. © Abdelhak Senna/AFP/Getty Images
Lectura y tecnología. En muchos lugares los libros son escasos y caros de imprimir y distribuir. Internet podría ser la solución al problema, la puerta abierta a infinitos textos... pero el acceso a la Red sigue siendo un desafío en sí mismo en los países en desarrollo. ¿Y los teléfonos móviles? Aquí podría estar la oportunidad, según el estudio de la Unesco Reading in the Mobile Phone Era, ya que 6.000 millones de personas tienen acceso a uno de estos dispositivos móviles, más que a letrinas, según la revista Science. Los móviles podrían estar jugando ya un papel esencial a la hora de "crear nuevas maneras de alfabetización de grupos marginados, particularmente mujeres y niñas, y otros que no tienen acceso a libros de papel", señala el informe. Foto: dos niños con un móvil en Etiopía. © Justin Sullivan/Getty Images