Cómo la globalización está cambiando la novela india.

En una escena al comienzo de la extensa novela policíaca titulada Sacred Games (Juegos sagrados), de Vikram Chandra, publicada en 2006, el gángster de poca monta Ganesh Gaitonde vende oro robado y, por primera vez en su vida, se siente rico y poderoso. Busca algo de placer en las calles, y un proxeneta le ofrece a “una chica de clase alta”, pero Gaitonde, nada más quedarse a solas con la prostituta, se siente traicionado. Sólo existe una forma de averiguar si su “chica” es realmente de clase alta, como se le había prometido. “¡Hable en inglés!”, le ordena a la mujer. La mujer así lo hace, aunque Gaitonde no entiende sus palabras. No le importa. “Sabía que lo que estaba hablando era inglés de verdad”, se dice a sí mismo, “lo noté en el chasquido de las consonantes”.

Gracias a sus palabras en la lengua de Shakespeare, la prostituta cobra su tarifa, tal y como el novelista indio, que por decidir escribir en inglés ha sido acusado a menudo, especialmente por críticos y lectores de su país, de no ser auténtico o de traidor, por obligar a personajes con palabras y una visión del mundo arraigadas en algún idioma de India a “hablar inglés”. Por supuesto, el debate viene de lejos, de la carga que supone el bagaje histórico del pasado colonial británico de India. De hecho, el libro Rajmohan’s Wife (La mujer de Rajmohan), ahora considerado la primera novela india, fue escrito en inglés en 1864 por Chandra Chatterjee, un joven magistrado de Raj.

Pero la tensión ha tomado una nueva forma en medio del éxito creciente de la “novela global”, una historia no sólo dedicada a un público nacional sino mundial, y por lo tanto necesariamente escrita en inglés. Mientras la novela india en inglés, ayudada por el auge del país en la escena internacional, encuentra público en los países anglófonos, parece sacrificar con frecuencia las particularidades de la experiencia india al utilizar un estilo diluido que pueda llegar a los lectores de todo el mundo.

Estos libros suelen ser acogidos de forma distinta por las personas que viven en el país y por aquellos que lo hacen en el extranjero. Como ejemplo, The White Tiger (Tigre blanco, 2008), de Aravind Adiga, la historia de un antihéroe y una nueva cultura sin escrúpulos que mantiene y perpetúa a menudo las injusticias de la antigua India, obtuvo el premio Man Booker y en la actualidad es un éxito mundial. Sin embargo, en India, el best seller no fue seleccionado para el Vodafone Crossword Book Award, el galardón más prestigioso del país para novelas en inglés.

El uso de este idioma –que a menudo hace al novelista indio escritor y traductor al tiempo– puede resultar molesto a los lectores indios, ya que crea grandes problemas de lenguaje y perspectiva. Sacred Games está escrito en un inglés rimbombante y lírico, pero aún así el lector se convence de que el narrador es un ...