De los 15 países del mundo que más solicitudes de asilo –procedimiento por el cual un individuo adquiere el estatus de refugiado o alguna otra forma de protección internacional cuando existe un riesgo para su persona en su país de origen– aprobaron en el mundo entre 2008 y 2012, nueve son europeos. Destacan, por número total de concesiones: Alemania, Francia, Suecia, Reino Unido, Bélgica, Italia y Austria. Para dar una idea de las dimensiones del asilo en Europa: las autoridades alemanas recibieron en 2012 algo más de 60.000 solicitudes de asilo, mientras que EE UU, que triplica la población del país europeo, recibió en el mismo período algo más de 80.000 solicitudes.

La tendencia al alza en la solicitud de asilo en Europa comenzó ya en 2011: también se ha producido un aumento en las concesiones de éste, aunque no en igual medida. La guerra en Siria, y la situación en países como Afganistán y en zonas como el cuerno de África, condiciona en buena medida este fenómeno para el que la UE no parece contar con un plan a la altura del desafío. No todos los países europeos se muestran igual de receptivos a la hora de aprobar las solicitudes de asilo que se elevan ante sus autoridades: en la siguiente lista, los países aparecen ordenados -en orden descendente- en base al porcentaje más alto de solicitudes aceptadas de todas las gestionadas en 2012.

 

Suecia

El iraquí Alí Rasoul Jaber sonríe en un centro comercial de Suecia, tras haber recibido recientemente un permiso de trabajo. AFP/Getty Images

En cifras: es el país de la Unión Europea con más concesiones de asilo por habitante: 12.400 solicitudes de asilo aprobadas en primera instancia en 2012. En ese mismo año las autoridades se pronunciaron acerca 31.520 solicitudes. Las principales nacionalidades que lo solicitaron en Suecia durante el pasado año fueron, por este orden, los sirios, los somalíes y los afganos.

De las algo más de 25.000 solicitudes presentadas en Suecia en 2011 se pasó a algo más de 40.000 en 2012. Esta tendencia ha estado motivada, en parte, porque en los últimos meses el número de peticiones de sirios ha aumentado considerablemente tras el anuncio del Gobierno sueco de que otorgaría la residencia permanente a los asilados provenientes del país árabe.

Contexto: el modelo migratorio sueco no es del agrado de toda la población del país nórdico y se ha convertido en varias ocasiones en centro del debate político: cabe destacar que ni la modélica –en muchos sentidos – democracia sueca se ha librado del populismo en estos últimos años. En las elecciones parlamentarias de 2010, el partido xenófobo –y eurófobo– Demócratas de Suecia entraron por primera vez en el Parlamento obteniendo 20 escaños.

El modelo social sueco –ejemplar en tantos sentidos– se ha visto recortado en los últimos años con medidas liberalizadoras que parecen haber afectado a las clases más bajas. En especial, a la población inmigrante que no tiene fácil integrarse en la sociedad sueca. Hace unos meses, en varios barrios de Estocolmo habitados principalmente por inmigrantes se produjeron serios disturbios durante varios días consecutivos. Una llamada de atención.

 

Italia

En cifras: La muerte de varios cientos de inmigrantes que provenían del Cuerno de África frente a las costas de Lampedusa a comienzos del pasado octubre ha situado a la pequeña isla italiana en las portadas de todos los medios internacionales. Sin embargo, la entrada masiva de inmigrantes a través de las costas de la isla no es nueva, hace más de veinte años que vienen registrándose naufragios de embarcaciones con ellos Pakistaníes, nigerianos, eritreos, afganos y somalíes fueron los principales solicitantes de asilo en Italia el pasado año. Frente a las 22.160 solicitudes gestionadas en 2012, el Estado Italiano concedió 8.260 en el mismo período.

Contexto: Italia ha venido reclamando en los últimos años –junto con otros países del sur de Europa, como Grecia y España– una mayor aportación económica de la UE para facilitar la recepción de inmigrantes. El panorama político italiano, dominado en los últimos años por una coalición del partido de Berlusconi, Forza Italia, y de la Lega Nord, partido con una xenofobia programática, no ha favorecido que se hayan implementado políticas tendentes a la recepción de inmigrantes con las condiciones deseables.

La disfuncionalidad del sur de Italia, con una economía controlada en parte por grupos mafiosos, tampoco ha ayudado a los inmigrantes en esa región del país. En 2010 se produjeron graves disturbios en Reggio Calabria entre migrantes –mayoritariamente africanos, usados como jornaleros agrícolas en condiciones de semiesclavitud– y los grupos mafiosos que controlaban la contratación de esa mano de obra barata.

 

Reino Unido

Un ciudadano de Sri Lanka llega al aeropuerto de Colombo tras ser deportado desde Reino Unido, su solicitud de asilo fue rechazada. AFP/Getty Images

En cifras: Reino Unido concedió 7.735 solicitudes de asilo de un total de 21. 845 incoadas en 2012. Es el quinto país de la UE con más peticiones de asilo concedidas en ese período, aunque entre los países grandes de la Unión –Alemania, Francia e Italia– es el que menos concede. Los principales países de proveniencia de los nuevos solicitantes fueron Pakistán, Irán, Sri Lanka, Nigeria y Afganistán.

Contexto: al igual que ha ocurrido en otros países europeos como España, en Reino Unido los inmigrantes sin papeles en regla dejarán de contar con acceso a la sanidad gratuita. Tampoco podrán obtener el carnet de conducir. La intención del gobierno conservador de David Cameron es reducir “radicalmente” el número de extranjeros que llegan cada año al país. Al mismo tiempo, las autoridades británicas han aprobado un sistema de beneficios para obtener la nacionalidad que depende de la cantidad de dinero que un extranjero esté dispuesto a invertir en la economía inglesa: cuanto más dinero, más fácil tendrá obtener la nacionalidad. Una medida pensaba en buena medida para dinamizar aún más la relevancia de la City londinense como centro financiero internacional.

 

Alemania

En cifras: En 2012, Alemania concedió asilo a 17.140 personas. La cifra más elevada registrada en ningún país de la Unión Europea. Hay que tener en cuenta, sin embargo, dos factores a la hora de considerar ese número: la población alemana alcanza los casi 82 millones y la cifra total de solicitudes de asilo gestionadas se situó en 58.645. Alemania es uno de los grandes países europeos que menos porcentaje de solicitudes admite de todas las resoluciones anuales: las autoridades alemanas, sin embargo, prefieren ofrecer las cifras totales de refugiados presentes en su territorio para justificar su esfuerzo a la hora de acoger: se estima que más de medio millón de refugiados residen en territorio alemán. Los serbios destacan como la principal nacionalidad que solicitó asilo en Alemania en 2012 –más de 6.000 solicitudes–, seguidos por los macedonios, sirios, afganos y bosnios. Alemania se ha convertido –junto a Suecia– en el principal país de destino de los refugiados sirios. Más sorprendente resulta el aumento de refugiados procedentes de los Balcanes que, en toda Europa, aumentaron en un 50% respecto a 2011, siendo Alemania uno de sus principales destinos.

Respecto a las solicitudes de asilo presentadas ante las autoridades germanas, se produjo un aumento de en torno al 50% entre 2011 y 2012, pasando de algo más de 40.000 a algo más de 60.000.

Contexto: El sistema de recepción de refugiados alemán, según algunas informaciones, estaría al borde de la saturación. El Gobierno de Berlín declaraba, a raíz de la tragedia en Lampedusa, que no podía comprometerse a aceptar a más refugiados de los que ya estaba admitiendo.  No hay centros de acogida suficientes y el plazo para la resolución administrativa de las solicitudes se demora muchos meses. Aunque se permite buscar trabajo a los solicitantes de asilo, éstos no pueden ganar más de 1 euro por hora. Si Alemania, uno de los motores políticos y económicos de la UE, está en tales condiciones, parece lícito cuestionarse hasta qué punto es adecuada la política migratoria de la Unión en su conjunto, y hasta qué punto la inversión en este campo está acorde con las buenas intenciones manifestadas por las altas instancias europeas. En las calles de Berlín –la ciudad a la que llegan más refugiados– ya se ha producido protestas de grupos de extrema derecha criticando las políticas de asilo. Incluso han tenido lugar varias agresiones a refugiados. Grupos de refugiados también se han organizado para hacer oír sus reclamaciones mediante diversos modos de protesta, que han incluido una marcha de cientos de kilómetros desde Baviera a Berlín.

 

Austria

Omar, un niño checheno, y su hermano pequeño en el campo de refugiados de Traiskirchen, que alberga a solicitantes de asilo. AFP/Getty Images

En cifras: con algo menos de 8,5 millones de habitantes, Austria concedió el pasado año 4.455 solicitudes de asilo de las 15.895 que tramitó en ese período. Afganos, rusos, paquistaníes, sirios e iraníes fueron las nacionalidades más numerosas a la hora de elevar nuevas solicitudes de asilo en 2012.

Contexto: Austria se puede considerar un país generoso a la hora de otorgar asilo, pero en los últimos meses la precaria situación de muchos refugiados se ha convertido en noticia. Al igual que ha ocurrido en Alemania, algunos solicitantes de asilo en Austria se han manifestado últimamente –mediante marchas e incluso huelgas de hambre– reclamando derechos como la libertad para fijar su lugar de residencia o la necesidad de recibir contribuciones económicas básicas que les permitan subsistir dignamente. También reclaman que cesen las deportaciones al amparo de la Regulación Dublín II que permite a los Estados europeos deportar a los inmigrantes ilegales a los países de entrada en la Unión Europea. Otra de las finalidades del Reglamento Dublín II es prevenir que los solicitantes de asilo puedan presentar sus solicitudes en varios países de la UE. Organizaciones de ayuda a los refugiados austriacos han criticado al Gobierno de Viena por usar las deportaciones de solicitantes de asilo con fines políticos. También se ha criticado el trato dispensado por Austria a los inmigrantes procedentes de Italia.

 

Bélgica

En cifras: en 2012 las autoridades belgas aprobaron 5.555 solicitudes de asilo de las 24.525 que resolvieron. Es el segundo país de esta lista con más rechazos, un 77%, tras Francia. El tercero es Alemania con un 71% de solicitudes rechazadas. Ateniéndonos a estas cifras y a la población del país –unos 11 millones–, Bélgica es uno de los Estados más acogedores con los refugiados respecto al número de refugiados por cada 1.000 habitantes: no llega a la generosidad sueca pero es mucho más acogedor que, por ejemplo, Alemania.

De los nuevos solicitantes de asilo en 2012, las nacionalidades más numerosas fueron afganos, rusos, guineanos, kosovares y ciudadanos de la República del Congo.

Contexto: las tensiones entre partidos nacionalistas flamencos y valones, que llegaron a paralizar la gobernabilidad del país tras las elecciones de 2010, parecen haber restado poder de convocatoria al partido de extrema derecha belga Interés Flamenco (el Vlaams Belang) gracias a partidos de espectro más centrista en lo social como la Nueva Alianza Flamenca. El Vlaams Belang conserva sin embargo dos parlamentarios europeos (aunque en las elecciones de 2009 perdió un parlamentario respecto a las elecciones de 2004).

 

Francia

Unas cincuenta personas protestan contra los solicitantes de asilo en la ciudad francesa de Calais, 2013. AFP/Getty Images

En cifras: el año pasado Francia aprobó 8.655 solicitudes de asilo de las 59.800  sobre las que se pronunciaron las autoridades galas en ese mismo período. De los países mencionados en este artículo, Francia tiene uno de los mayores porcentajes de denegaciones, en torno a un 85%. Las nacionalidades que más asilo solicitado en el país galo durante 2012 son rusos, ciudadanos de la República Democrática del Congo, kosovares, albaneses y ciudadanos de Sri Lanka.

Francia se comprometía a principios de octubre a acoger 500 refugiados sirios a petición del Alto Comisionado para los refugiados de la ONU. El papel de los países europeos a la hora de asumir refugiados sirios no está siendo, ni de lejos, todo lo acogedor que podría ser. Si bien es cierto que en 2012 se resolvieron positivamente el 91% de las solicitudes de asilo presentadas por sirios gestionadas en todos los países europeos –la nacionalidad más favorecida en este sentido–, el número total de sirios que obtuvieron estatus de refugiado –en una primera instancia– apenas superaron los 15.500 distribuidos entre la Europa de los 27. Una cifra moderada si tenemos en cuenta que estamos ante unos de los desastres humanitarios más significativos de las últimas décadas, comparable en dimensiones a los sucesivos desastres humanitarios generados por las guerras en la región de los Grandes Lagos africanos y por los distintos conflictos que se han producido en Afganistán desde hace más de 30 años.

Contexto: la migración se ha convertido en uno de los temas principales de la política francesa. Las encuestas reflejan una creciente intención de voto hacia el xenófobo –y eurófobo– partido Frente Nacional en las elecciones al Parlamento Europeo que se celebrarán en 2014. Sin embargo, la dinámica más preocupante tal vez sea la progresiva radicalización de los partidos teóricamente no extremistas en sus posturas respecto a las políticas migratorias, como la UMP de centro derecha y los socialistas. Si el UMP ya dio muestras cuando estaba en el gobierno bajo la presidencia de Nicolás Sarkozy de su buena disposición a la hora de rentabilizar en votos la mano dura contra los migrantes –sobre todo los gitanos provenientes de otros países europeos–, los socialistas franceses parecen continuar la misma línea. Las declaraciones del actual ministro del Interior francés, Manuel Valls, criminalizando a los gitanos hacen pensar que el futuro de la política francesa respecto a la migración puede empeorar, ya que Valls es señalado como el relevo dirigente de la cúpula socialista francesa en un futuro próximo.

 

Egoísta España, solidaria Malta

España, que como es lógico cuenta con una legislación que reconoce la protección internacional y europea de los solicitantes de asilo, es uno de los países europeos que menos comprometido parece a la hora de acoger a personas perseguidas en sus países de origen. Las cifras de concesiones de asilo son muy bajas comparadas con la media de otros Estados de la Unión similares a España por población y PIB, y extremadamente bajas si pensamos en pequeños país

 Yussuf, un solicitante de asilo de origen somalí, enseña su carnet de identidad maltés.
Yussuf, un solicitante de asilo de origen somalí, enseña su carnet de identidad maltés.

es europeos como Suecia o Austria. En 2012, de las 2.600 resoluciones emitidas se aprobaron 525. Es una tendencia que se ha mantenido en los últimos años. Desde la Comisión de Ayuda al Refugiado (CEAR) llevan meses denunciando que los recortes que les han impuesto desde 2009 –en torno a en 50% de su presupuesto– y los impagos que les adeudan ponen en riesgo su continuidad. El trabajo de organizaciones como CEAR es indispensable para mantener la red de apoyo y ayuda a los refugiados: prestan apoyo legal, gestionan viviendas de acogida, facilitan la formación laboral, etcétera.

En el otro extremo de la generosidad europea se encuentra Malta: de las 1.590 solicitudes de asilo sobre las que se pronunciaron las autoridades maltesas en 2012, se resolvieron positivamente 1.270. La población de Malta no llega al medio millón de personas frente a los algo más de 47 millones de personas con los que cuenta España. Malta, punto de paso en algunas rutas migratorias ente el norte de África y la Europa continental, ha venido reclamando que desde las instituciones comunitarias les presten ayuda para gestionar el gran flujo de inmigrantes y refugiados que llegan a sus costas. De momento, sin mucho éxito. Las consecuencias negativas de esta falta de empatía europea las pagan sobre todo los inmigrantes.

Mención aparte merece el caso de Grecia: en 2012 las autoridades griegas resolvieron 11.195 expedientes de solicitudes de asilo y sólo aprobaron positivamente 95. –Lino González

*En este artículo se han usado cifras de Eurostat (no hay cifras sobre Holanda en 2012).