
Un escenario en la región Indo-Pacífico cambiante hace que los próximos avances del tratado sean difíciles de predecir. ¿Cuál podría ser el futuro del AUKUS?
Hace un año el mundo se sorprendía por el anuncio del pacto entre Australia, Reino Unido y Estados Unidos para estrechar su colaboración en seguridad y defensa en la región del Indo-Pacífico. El tratado recibió el nombre de AUKUS, por las iniciales en inglés de los Estados firmantes. ¿En qué hechos concretos se traducía esta nueva alianza? Una de las primeras medidas presentada por los asociados fue la venta al gobierno de Canberra de submarinos nucleares para aumentar su capacidad disuasoria.
El anuncio provocó un terremoto diplomático, especialmente en Francia que tenía un acuerdo firmado en 2016 con Australia para proporcionarle sumergibles, pero este quedaba anulado por la incorporación australiana al AUKUS. El gobierno de Emmanuel Macron criticó con dureza el pacto —consideraba que países aliados habían tenido un comportamiento “inaceptable”— y París llamó a consultas a sus embajadores en Washington y Canberra.
Hace un año, esta cuestión de los submarinos fue la que acaparó los titulares en los medios de comunicación internacionales. Pero el AUKUS contempla otras muchas áreas donde pretenden cooperar sus integrantes y otros países —como China— lo miran con recelos. Así que, con motivo del primer aniversario, se puede hacer un balance más reflexivo de lo que puede suponer esta nueva alianza en un ámbito tan sensible para la geopolítica global como es el Indo-Pacífico.
El polémico despliegue de submarinos nucleares por parte de Australia se estima que será hacia 2040. Su puesta a punto requiere tiempo y ya se está trabajando en ello, como demuestra el anuncio del pasado 1 de septiembre de que la Royal Navy británica comenzaría a entrenar a las tripulaciones australianas.
Desde Canberra, Richard Marles, ministro de Defensa, anunció que en marzo de 2023 se darían más detalles sobre el despliegue de estas unidades, en la línea de lo recogido en el acuerdo inicial. Por su parte, Washington presentó su nueva estrategia para el Indo-Pacífico en febrero de 2022 donde la entrega de estos sumergibles se presenta como un factor para disuadir cualquier agresión contra EE UU y sus aliados en el Indo-Pacífico.
Más allá de la venta de submarinos nucleares a Australia, el AUKUS contempla una importante cooperación entre sus socios en tecnologías con una clara aplicación militar: ciberseguridad, inteligencia artificial, tecnología cuántica… En este sentido, Inés Arco, investigadora de CIDOB (Barcelona Centre for International Affairs), señala que “la alianza pone de manifiesto las capacidades marítimas en una región enmarcada por los mares y por la creciente preocupación hacia las amenazas híbridas en los dominios cibernéticos”.
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