¿Le deparará algún cambio a China su recién estrenado Año?

¿Le deparará algún cambio a China su recién estrenado Año? – Diego Torres

 

china familia
Viejo antes que rico. En la imagen, una familia se divierte en el parque de Ditan en Pekín. El Año Nuevo es en China es el momento de esparcimiento y reunión con los seres queridos. La estructura familiar en el país asiático aún es relativamente tradicional. Una inmensa mayoría de casados y muy pocos divorciados (apenas un 2% de la población), aunque esto está cambiando de forma rápida, sobre todo en las grandes ciudades. La política del hijo único, en pie desde los 80, está ahora en cuestión. Hay voces autorizadas que llaman a un relajamiento de estas directrices, responsables de que en la primera década del siglo XXI el gigante haya ralentizado el crecimiento de su población un 0,57% anual. China es el primer país que se hará viejo antes de ser rico, lo que plantea numerosos desafíos económicos y sociales a los gobernantes.

 

 

 

pareja
Inmigrantes sin derechos. En la foto, una pareja se prepara para viajar en los alrededores de la Estación Central de Pekín. En las últimas tres décadas, cientos de millones de personas han abandonado sus pueblos para trabajar en las fábricas, las obras y los servicios de las grandes ciudades de la costa china. Son los trabajadores migrantes. La mayoría regresa a casa una única vez al año, que suele ser en las celebraciones del Año Nuevo. En los círculos académicos e incluso en la calle se discute acerca de la necesidad de reforma del hukou, el registro de residencia que liga a cada persona con su lugar de nacimiento. Aquellos que han nacido en el campo, cuando se trasladan a las grandes ciudades,  carecen de los mismos derechos (fundamentalmente en lo referente a sanidad y educación para los hijos) que los ciudadanos urbanos. En opinión de muchos expertos, estas limitaciones están frenando el crecimiento económico. A ojos del futuro primer ministro, Li Keqiang, el proceso de urbanización será el “gran motor” del desarrollo chino en los próximos años.

 

 

 

soldado

Acallando las voces. En la imagen, un soldado custodia la entrada de la Ciudad Prohibida, frente a la plaza de Tiananmen en Pekín. Durante el Año Nuevo, era visible el despliegue de más efectivos policiales en la capital. La estabilidad social es una de las prioridades fundamentales de los líderes comunistas. En 2011 China presupuestó 65.000 millones de euros para mantener la policía y otras fuerzas del orden, más dinero que para pagar al Ejército Popular de Liberación. A pesar de este desembolso, los dirigentes han sufrido tres revueltas étnicas: en el Tibet (2008), en Xinjiang (2009) y en Mongolia Interior (2011). Además, el número de disturbios por expropiaciones forzosas de las tierras en el campo, por disputas laborales en las fábricas y por la oposición a proyectos industriales contaminantes ha crecido sostenidamente hasta superar los 100.000 euros anuales, de acuerdo a los cómputos de varios académicos.

 

 

serpiente

El Año de la Serpiente. En la foto, una serpiente de madera tallada en el parque Ditan de Pekín para celebrar la llegada del Año de la Serpiente. El Año Nuevo Lunar se celebra en todas aquellas culturas sometidas durante la historia al ámbito de influencia chino (Corea, Japón, Mongolia, Tíbet y Vietnam), así como en las comunidades de estas regiones instaladas más allá de sus fronteras. El zodíaco chino asigna a cada año un animal entre los 12 posibles (rata, vaca, tigre, conejo, dragón, serpiente, caballo, cordero, mono, gallo, perro y cerdo). Este año es el Año de la Serpiente, por lo que todas las personas nacidas en este periodo tendrán como signo a este reptil.

 

 

tren
Todos al tren. Aquí, la gente observa la pizarra electrónica con los horarios de los trenes en la Estación Central de Pekín. La red de transporte china se ve sometida a un enorme estrés durante el Año Nuevo. Según datos de la agencia Xinhua, entre finales de enero y principios de marzo, se esperan 3.400 millones de trayectos ferroviarios, es un fenómeno conocido como la migración anual más grande del mundo. Este año, por primera vez los billetes se podían comprar con 18 días de antelación a través de Internet, lo que ha generado mucha polémica, pues son precisamente los trabajadores migrantes –muchos sin conexión a la Red o medios de pago online- quienes más necesitan y utilizan el tren (el medio más barato junto al autobús). Al final, cientos de miles han optado por recorrer distancias, en ocasiones de cientos de kilómetros, en precarias motocicletas para volver a casa.

 

 

 

petardos
Petardos pequineses. En la imagen, un barrendero limpia los restos de los petardos en la calle Nanluoguxiang de Pekín. Los fuegos de artificio son una constante del Año Nuevo. Las familias compran potentes artefactos pirotécnicos para hacerlos explotar cada uno en su vecindario en compañía de los amigos. Durante toda la semana, de día y de noche, se escucha en las ciudades el traqueteo y las detonaciones de los fuegos. Este año las autoridades de la capital han recomendado limitar la cantidad de petardos debido a la ola de contaminación que se ha cernido sobre Pekín durante el mes de enero, la más grave desde 1956. Las ventas han bajado un 45%. Además, estos artefactos suelen dejar un importante rastro de heridos todos los años.

 

 

barrendero
Barriendo la alegría. En la imagen, un barrendero limpia los restos de los petardos en la calle Nanluoguxiang de Pekín.

 

 

caracter chino
Año Nuevo entre rejas. El carácter chino ‘jia’ (casa) en una de las pantallas gigantes colocadas en la plaza de Tiananmen de Pekín. Muchos chinos no podrán volver a casa en Año Nuevo con sus familias. El más famoso de ellos es Liu Xiaobo, el Premio Nobel de la Paz encarcelado por firmar una carta a favor de la democracia. Los dirigentes comunistas aprendieron bien la lección de las protestas de Tiananmen de 1989. Desde entonces machacan con acciones quirúrgicas a la disidencia, para evitar el surgimiento de cualquier movimiento popular de contestación. “China es el único país del mundo que mantiene encerrado en prisión a un premio Nobel de la Paz y, desafortunadamente, esto es un fiel reflejo del estado de las libertades en el país”, indicó recientemente Sophie Richardson, directora de Human Rights Watch en China.