
Los dos países asiáticos mueven sus hilos en la región. ¿Puede rediseñar el tablero estratégico este nuevo interés?
Oriente Medio es hoy en día un lugar del planeta donde sería imposible no disponer de un buen diván de psiquiatra cada vez que se analizan con cierta perspectiva todas las interacciones que suceden dentro de dicho espacio regional. La lucha contra Daesh, el inicio de las conversaciones de paz de Siria, la guerra de Yemen, la situación de los refugiados, así como las consecuencias del regreso al tablero diplomático del régimen iraní, centran los focos de atención de los medios de comunicación, de las opiniones públicas internacionales y de las complejas maquinarias diplomáticas.
Bien, a esta estratégica área del mundo, China e India manifiestan, cada vez más, un mayor interés. Sus respectivas agendas geoestratégicas consagran parte de sus esfuerzos en realzar la importancia de orden económico y comercial que para sus intereses nacionales tiene Oriente Medio. Estas naciones asiáticas, que son los nuevos grandes consumidores energéticos globales, no pierden el tiempo en aplicar una especie de diplomacia de la discreción de aquellos que saben cual es el papel que deben ejercer en la zona. Tanto el primer ministro indio, Narendra Modi, como el presidente chino, Xi Jinping, han apostado por incrementar su actividad diplomática en la región y, desde luego, la gran noticia de la vuelta de Irán al escenario internacional, reactiva, aún más si cabe, el papel que en un futuro no muy lejano puedan tener estas dos potencias asiáticas.
Los datos jalonan esta novedosa realidad: en la visita realizada por el presidente de China a la región, el pasado mes de enero, resaltan los acuerdos firmados con Irán, hasta 17 acuerdos bilaterales sobre distintos ámbitos de la actividad económica por valor de 600.000 millones de dólares (770.000 millones de euros aproximadamente) que alcanzan el ámbito energético (gas y petróleo), industrial, comercial, medioambiental, judicial y cultural, donde los dos países cooperarán durante un período inicial de 10 años. No hay que olvidar que China es el principal socio comercial de Irán y el mayor importador de crudo, en 2015 sus compras de oro negro ascendieron a 24 millones de toneladas de petróleo, cerca del 8% del total de importaciones. El campo de crudo 'North Azadega', situado en la frontera entre Irán e Irak, es un ejemplo de la cooperación entre Teherán y la Corporación Nacional China de Petróleo.
En su escala, dentro de esta gira, en Egipto, Pekín firmó 21 acuerdos con la promesa de una inversión de cerca de 13.500 millones de dólares. Concedía asimismo 1.000 millones de dólares al Banco Central de Egipto, cuyas reservas de divisas se encuentran en un nivel alarmante; así como también un préstamo de más de 600 millones de euros al principal banco público del país. En su visita a Arabia Saudí, la delegación china reforzó su papel como socio comercial de primer orden con el país árabe, es el ...
Artículo
para suscriptores
Para disfrutar de todos nuestros contenidos suscríbete hoy:
Plan mensual
3,70€/mes
- Asiste a eventos en exclusiva
- Recibe la Newsletter mensual ‘Cambio de foco’ con contenidos de actualidad
- Participa activamente en la elección de los contenidos de esglobal
- Accede a todos los contenidos semanales
- Accede al archivo de artículos desde 2007
- Descarga todos los artículos en PDF
Plan anual
37€/mes
- Asiste a eventos en exclusiva
- Recibe la Newsletter mensual ‘Cambio de foco’ con contenidos de actualidad
- Participa activamente en la elección de los contenidos de esglobal
- Accede a todos los contenidos semanales
- Accede al archivo de artículos desde 2007
- Descarga todos los artículos en PDF