He aquí los cinco países que han visto una mejora considerable en la situación de la paz en el último año.

 

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Una niña juega con palomas en Baku, Azerbaiyán. (Aziz Karimov/Getty Images)

Azerbaiyán

Azerbaiyán registró la mejora más importante en materia de paz según el IPG 2020 (Índice de Paz Global), con un aumento de su puntuación del 7,6%, lo que le llevó a ascender 12 posiciones en el ranking. La mejora más notable se produjo en el apartado de Conflictos en curso, que tuvo una mejora del 17,6%. Sin embargo, a pesar de estos cambios, Azerbaiyán sigue siendo el tercer país menos pacífico de la región de Rusia y Eurasia y ocupa el puesto 120º en la clasificación general de países más pacíficos.

La mejora de Azerbaiyán en el apartado de Conflictos en curso vino impulsada por los progresos en su relación con su vecino Armenia. El último conflicto abierto significativo entre los dos países se produjo en 2016, cuando se rompió el alto el fuego y se estima que entre 300 y 500 personas murieron en la llamada “guerra de los cuatro días”. Después de tres años de relativa paz y un alto el fuego operativo en 2017-2019, el conflicto de Nagorno-Karabaj se ha estabilizado.

La caída en la intensidad del conflicto entre los dos países también dio como resultado una mejora en las muertes por conflictos internos, los conflictos internos librados y una caída del número de refugiados y desplazados internos como porcentaje de la población, que pasó del 4,07 al 3,53%. Las importaciones de armas también cayeron sustancialmente, y el indicador registró una mejora del 25% en el IPG.

Aunque la mejora en la paz en Azerbaiyán fue significativa, el país aún se enfrenta a obstáculos importantes en este aspecto, especialmente en el ámbito de Seguridad. Las percepciones de criminalidad siguen siendo altas y el país también tiene elevados niveles de inestabilidad política y una mala puntuación en la escala de terror político.

 

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Un grupo de personas se manifiesta en Yerevan durante la Revolución del Terciopelo armenia. (VANO SHLAMOV/AFP via Getty Images)

Armenia

Armenia experimentó el segundo mayor aumento en la paz en el IPG 2020, solo por detrás de su vecino Azerbaiyán. Subió 15 puestos en el ranking y se sitúa ahora entre los 100 países más pacíficos gracias a una gran mejora en las relaciones con sus vecinos, así como a una significativa caída en su tasa de encarcelación.

La mejora más importante se produjo en el ámbito de conflictos en curso, con avances en las relaciones con los países vecinos y un descenso en las muertes por conflictos internos. La principal impulsora de este cambio ha sido la mejora de las relaciones con su vecino Azerbaiyán, ayudada en parte por la Revolución de terciopelo de Armenia y la estabilización del conflicto de Nagorno-Karabaj.

En el apartado de Seguridad, su tasa de encarcelación mejoró significativamente, cayendo más de un 35% durante los últimos tres años hasta alcanzar los 76 presos por 100.000 habitantes. Este descenso significa que ahora tiene la tasa de encarcelación más baja de la región de Rusia y Eurasia. Se produjo además una mejora en su tasa de homicidios y en inestabilidad política y una caída en el impacto del terrorismo.

A pesar de estos progresos, Armenia registró el deterioro de algunos indicadores. Aunque la inestabilidad política mejoró, lo hizo a costa de una mayor injerencia del gobierno, lo que provocó un empeoramiento de la puntuación del país en la escala de terror político. Se produjo también un deterioro en el ámbito de la Militarización. En contraste con la mejora producida en Azerbaiyán, la importación de armas aumentó significativamente, al igual que el gasto militar como porcentaje del PIB.

 

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Una niña con su hermano pasa frente a un grafiti que muestra la paloma de la paz en Karranah, al oeste de Manama, Bahréin. (MOHAMMED AL-SHAIKH/AFP via Getty Images)

Bahréin

Bahréin registró la tercera mayor mejora de la paz en el IPG 2020, con un incremento del 4,8% en la puntuación total, lo que le ha llevado a ascender 9 posiciones en el ranking. Este es el tercer año consecutivo en que se produce un aumento de la paz en Bahréin, después de casi una década de un constante deterioro. Es ahora el octavo país más pacífico en la región de Oriente Medio y el Norte de África.

La mejora de la paz en Bahréin vino motivada por cambios en solo un pequeño número de indicadores, en especial el acceso a armas ligeras y la intensidad del conflicto interno. Aunque la propiedad privada de armas es bastante alta en el país, se ha reducido a la mitad per cápita durante los últimos años. Además, las leyes sobre posesión de armas de fuego son bastante estrictas, incluyendo la emisión de licencias solo para mayores de 21 años tanto para las armas de fuego como para la munición.

Con respecto a la intensidad del conflicto interno, siguen existiendo tensiones entre la minoría suní en el poder y la mayoría chií que se siente poco representada. Sin embargo, las autoridades han reforzado la seguridad y el número de incidentes por protestas violentas ha caído drásticamente. Las cifras facilitadas por el Ministerio del Interior revelan un declive del 86% en el número de investigaciones criminales relacionadas con el terrorismo desde su punto más alto en 2014.

 

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Una soldado en Durban, Suráfrica. (Darren Stewart/Gallo Images via Getty Images)

Suráfrica

Suráfrica experimentó la cuarta mayor mejora general en el IPG 2020. Su puntuación total mejoró un 3,4%, lo que le hizo subir tres posiciones hasta el puesto 123º, con progresos en los tres apartados del IPG. No obstante, pese a esta mejora, Suráfrica aún se enfrenta a muchos desafíos para la paz, en especial en el ámbito de Seguridad. En concreto, registra una tasa de homicidios muy elevada y muy altos niveles de crímenes violentos.

La mejora más importante de Suráfrica se produjo en el indicador de la escala de terror político, donde su puntuación se desplazó del 4 al 3. Esto sugiere que, aunque la violencia política y los abusos de los derechos humanos siguen siendo habituales, su alcance e intensidad se han visto reducidos. Su tasa de encarcelación también ha mejorado, cayendo desde los 286 a los 275 presos por 100.000 habitantes. El país tiene la cuarta tasa de encarcelación más alta del África Subsahariana, solo por detrás de Namibia, Ruanda y Eritrea.

Experimentó una mejora en varios indicadores en el apartado de Militarización. Su compromiso con una puntual financiación del mantenimiento de paz de la ONU mejoró, y el número de importaciones y exportaciones de armas cayó. Aún así, es el mayor exportador de armas per cápita de la región Subsahariana y ocupa el puesto 30º en cuanto a exportaciones de armas en general.

 

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Un grafiti en Tegucigalpa, Honduras. (ORLANDO SIERRA/AFP via Getty Images)

Honduras

Honduras tuvo la quinta mayor mejora de la paz en el IPG 2020, ascendiendo cuatro lugares en el ranking con un aumento del 3,1% en su puntuación general. Registró mejoras en los tres apartados del IPG, y experimentó avances especialmente apreciables en los indicadores de escala del terror político y muertes por conflictos internos.

Ha sufrido algunas de las más altas tasas de conflicto interno y violencia interpersonal del mundo durante la última década. No obstante, el nivel de conflicto ha ido decayendo de manera constante durante los últimos cinco años. A medida que las actividades de las bandas criminales han comenzado a remitir, la tasa de homicidios ha disminuido de forma constante y las muertes por conflictos internos han caído a cero. El indicador de escala del terror político mejoró, lo que sugiere que la represión gubernamental relacionada con el conflicto interno ahora ha descendido, y se produjo además una caída en el número de ataques terroristas y en muertes por terrorismo. Sin embargo, tanto la tasa policial como la tasa de encarcelación se han incrementado durante los últimos años.

A pesar de estas mejoras, existen todavía numerosas fuentes de conflictos y tensiones potenciales dentro de Honduras. Tiene la cuarta tasa de homicidios más alta del mundo, pese a una caída del 26% en el número de homicidios en 2017. Las tensiones políticas que rodean al conflicto interno y a los flujos migratorios amenazan con agriar las relaciones con Estados Unidos, y todavía registra niveles muy elevados de crímenes violentos, con las consecuentes altas percepciones de criminalidad.