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Habitantes de Bishoftu, localidad de la región de la Oromía, cruzan sus brazos por encima de la cabeza como símbolo del movimiento antigubernamental de los oromos. (Zacharias Abubeker/AFP/Getty Images)

África es un continente lleno de vitalidad, oportunidades e iniciativas que a menudo se escapan de la actualidad informativa en la que nos encontramos por la falta de cobertura, sensibilidad e interés de la opinión pública, los medios y la política. ¿Cómo contar África?

En esglobal llevamos años tratando de contribuir al conocimiento sobre África en España y en español. La escasez y tipo de información que se difunde sobre la región en nuestro país supone una anomalía teniendo en cuenta la vecindad, la geografía y la historia, así como la posición estratégica que ocupa para la política exterior española y para nuestras relaciones económicas.

Guiados por este interés, el pasado 27 de marzo esglobal organizó el taller Cómo contamos África. Expertos con distintos perfiles y puntos de vista, entre ellos políticos, diplomáticos, periodistas, investigadores y profesionales de la cooperación, se reunieron para reflexionar, a través de sus experiencias y opiniones, sobre cómo romper tópicos y estereotipos, y profundizar la información y el análisis sobre la realidad africana en España.

Tras realizar un diagnóstico de la situación, los participantes plantearon una serie de ideas en torno a cuatro ámbitos de mejora: estereotipos, política, medios y ciudadanía.

Cómo romper estereotipos

La visión de África está mediatizada por una serie de tópicos difícil de romper – pobreza, conflicto, migración- que se dan en múltiples campos, no solo en el del periodismo.

Un primer paso es, precisamente, ser consciente de la existencia de esos estereotipos e identificarlos, para revisar, desde cada instancia, cómo combatirlos. La dificultad estriba en prescindir de la mirada occidental en general, y eurocentrista en particular, con todas las connotaciones que ello tiene pues está firmemente enraizada en nuestra cultura y educación y en la manera en la que observamos el mundo.

En cualquier caso, hay que alejarse de paternalismos, reales o percibidos. Y en ese sentido, España puede aprender mucho de su experiencia con América Latina, con la que este debate lleva muchos años sobre la mesa.

Entre las pautas sugeridas para luchar contra los estereotipos está la necesidad de incorporar otros puntos de vista fuera de los tradicionales. En este sentido, se destacó el peso que el mundo de la cooperación tiene, por su presencia en el continente, a la hora de comunicar, lo que a su vez puede condicionar la visión general. Sería pues conveniente incorporar otras visiones y perspectivas, como las de la empresa, la diplomacia, y la sociedad civil (más allá esta última de la cooperación).

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Un hombre escucha la radio en Juba., Sudán del Sur. AFP/Getty Images

También sería importante identificar los marcos de referencia, visiones o ideas que predominan sobre África para después deconstruirlos y caminar hacia otros, asociando los temas del continente africano a aquellos movimientos que conforman marcos de referencia en la actualidad española, como el feminismo o el cambio climático, y que ayudan a cambiar la perspectiva. Es decir, se trata de determinar las ideas preconcebidas sobre África y cómo han contribuido a su formación los medios de comunicación, la Historia y las empresas. De esta forma, podrán ser trasladados de un marco a otro.

Cómo poner África en el foco de los medios

Los medios de comunicación adquieren un papel fundamental en la erradicación de los estereotipos. Deberían pues reflexionar sobre cómo informan y muestran África a la sociedad y analizar todos aquellos aspectos que contribuyen, consciente e inconscientemente, a perpetuar determinadas visiones sobre el continente: el lenguaje, el enfoque, el contenido, etcétera. Al mismo tiempo, deberían contribuir a que la opinión pública cobre conciencia de que su percepción está condicionada por determinados parámetros, para así poder cambiarlos.

El escaso interés de los medios españoles va unido, en buena medida, a la falta de interés de la clase política a menudo ajena a las cuestiones internacionales. A ello se suman los escasos recursos destinados a la cobertura internacional, en tiempos especialmente difíciles para las empresas periodísticas. En ese sentido, no está de más recordar su obligación de servicio público y de ofrecer a los ciudadanos una ventana a nuevas realidades.

Sería pues oportuno crear una agenda política o aprovechar aquellas que incluyen dimensiones africanas para generar contenidos que permitan normalizar la presencia de África en los medios de comunicación. Es importante explicar el continente a la sociedad a través de todos sus entornos, tanto en cuestiones específicas como en otras globales que reflejen la visión africana (diferente a la occidental).

Una vía posible y eficaz es la de buscar y aprovechar espacios comunes y referencias positivas, como el deporte y los deportistas africanos, o como el papel de la diáspora en España y de las propias generaciones de afrodescendientes.

Otro desafío es entender cómo la gente se informa hoy e incorporar nuevos formatos que permitan llegar a nuevas audiencias.

Cada día hay más profesionales con un gran conocimiento sobre la región, capaces de hacer de puente entre ambas realidades. Además, también se podría aumentar el papel de periodistas locales en los diferentes países africanos que suplan, en parte, la falta de recursos de los medios y que además aporten una visión propia.

Cómo pone África en el foco de la ciudadanía

A la hora de explicar la escasa presencia de África en los medios se esgrime a menudo el argumento de la falta de masa crítica interesada dentro de la sociedad española.

Una posible solución pasa por acercar el continente africano por otras vías. El sector empresarial, a través de su creciente presencia e internacionalización, es una de ellas, así como la participación en proyectos público-privados. El emprendimiento es otra área donde se pueden desarrollar interesantes iniciativas, incluida la oportunidad de crear “redes de contagio positivo”, y del intercambio de experiencias entre emprendedores de diversos países africanos y españoles (algo que ya se está desarrollando activamente desde diversas organizaciones canarias).

Asimismo, se sugiere fomentar los intercambios civiles, en el ámbito académico-estudiantil (como el Erasmus+), científico, médico, de gestión del agua… y utilizar las nuevas tecnologías para crear redes basadas en experiencias. Estas iniciativas deben ser sostenibles y los Gobiernos deben participar tanto en España como en destino. De hecho, hay ya numerosas iniciativas, aunque sufren de la falta de proyección general de la región en nuestro país.

Una de las propuestas para romper el círculo vicioso de la falta de interés/estereotipos es recurrir a historias y datos que transmitan también realidades positivas –como el auge de las tecnologías financieras en determinados países, o el hecho de que Botsuana y Mauricio fueron democracias antes que España, por poner un par de ejemplos-.

Cómo poner África en el foco de los políticos

La clase política española tiene y ha tenido, por lo general, escaso interés en la política exterior y las cuestiones internacionales, y África es una víctima más de ello. El peso de lo interior es apabullante en el debate público, e incluso a menudo lo internacional acaba “internalizándose” o puede acabar siendo objeto de mensajes distorsionados, por cuestiones como la migración.

A pesar de estos obstáculos, los expertos subrayan que hay que aprovechar las oportunidades que brindan los debates sesgados (como el mencionado de la migración) para utilizarlos como modos de trascender e influir desde los medios y la ciudadanía en la agenda política, incluyendo temas que no caigan en estereotipos como la educación o la demografía. Se trata de construir otro tipo de mensajes, en positivo, sobre el papel de España y las oportunidades que proceden del continente.

 

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