El presidente ruso y el presidente bielorruso se reúnen para lanzar fuerzas de disuasión en relación a Ucrania. (Alexei Nikolsky\TASS via Getty Images)

Desde China hasta Venezuela, el Kremlin teje una red de alianzas que le permita amortiguar la presión occidental.

La invasión militar a Ucrania ordenada por el presidente ruso Vladímir Putin el pasado 24 de febrero coloca también en el tablero geopolítico la posición de los aliados y socios del Kremlin ante este conflicto. Particularmente, en lo relativo a cómo pueden verse afectados en un contexto definido por las sanciones occidentales y el previsible aislamiento de Rusia del mundo occidental.

Rusia
Principales alianzas de Putin. (Elaboración propia)

Desde la llegada de Putin al poder en 2000, Moscú ha elaborado una estrategia global de alianzas y de áreas de influencia desde Europa hasta Asia, África y América Latina que le ha permitido reconstituir su estatus de potencia global, apostar por la multipolaridad e inserir en diversos mercados aprovechando sus importantes recursos energéticos.

Por ello, y a pesar del actual contexto de aislamiento que desde EE UU y Europa se imprime a Moscú motivado por la guerra en Ucrania, Rusia posee una importante red de alianzas exteriores que le permite, al menos por ahora, amortiguar los efectos de esas sanciones. Está por ver si, al mismo tiempo, este sistema de alianzas de Putin podría no sólo aliviar las sanciones occidentales sino también, eventualmente, ejercer alguna influencia en el presidente ruso a la hora de respaldar iniciativas de negociación y de pacificación del conflicto ucraniano.

 

Los aliados (casi) irrestrictos

Comencemos por los aliados más cercanos a Putin. El principal es China, un socio estratégico cada vez más importante en las áreas económica, tecnológica, militar y geopolítica. No hay que olvidar que Rusia y China forman parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y que, con frecuencia, han votado conjuntamente en cuestiones relacionadas a las distintas crisis internacionales.

El pasado mes de febrero, Moscú presidió el Consejo de Seguridad de la ONU, un factor que le otorgó un margen de maniobra estratégico a la hora de vetar cualquier tipo de votación sobre la crisis ucraniana que contrariara sus intereses. Este mes de marzo de 2022, la presidencia la tiene Emiratos Árabes Unidos, lo cual puede significar un punto a favor del Kremlin, ya que la posición oficial del emirato es precisamente no tomar partido en el conflicto, no condenar la invasión a Ucrania y llamar a Rusia al diálogo.

El pasado 4 de febrero, Putin visitó Pekín en el marco de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno, sellando acuerdos comunes con respecto a la crisis ucraniana. Visto en perspectiva, China y Rusia se han aliado para oponerse a EE UU, pero la invasión militar a Ucrania parece también poner a prueba la consistencia de esta relación estratégica sino-rusa.

Pekín parece sentirse incómodo en esta crisis, ya que podría estar observando que una agresión militar rusa a un país soberano como Ucrania no sólo viola el ...