No existe un solo camino correcto para que una ciudad se globalice. Pero, ¿qué deben hacer las que quieran impulsar su perfil internacional? Pueden seguir cualquiera de los modelos que ya han demostrado su eficacia antes.

 

LAS MEJORES CIUDADES PARA HACER NEGOCIOS

 

 

Ciudades abiertas

Cómo son: ciudades grandes con una prensa libre, mercados abiertos, facilidad de acceso a la información y la tecnología, escasas barreras al comercio y las inversiones extranjeras, y muchas oportunidades culturales. Suelen apoyarse en un potente sector de servicios y miran hacia afuera.

Cuáles son: Nueva York (1), Londres (2), París (3).

 

Centros de vida

Cómo son: ciudades tranquilas, con una gran calidad de vida, que saben cómo divertirse. Atraen a gente de mundo y ofrecen un montón de experiencias culturales.

Cuáles son: Los Ángeles (6), Toronto (10).

 

Puertas regionales

Cómo son: motores económicos eficaces, con incentivos para las empresas y facilidad de acceso a los recursos naturales de la región. Atraen a gente inteligente y preparada de todo el mundo y, a menudo, deben reinventarse para seguir siendo competitivas.

Cuáles son: Hong Kong (5), Singapur (7), Chicago (8).

 

Líderes nacionales

Cómo son: ciudades grandes que ayudan a construir la identidad colectiva de sus países. Suelen tener poblaciones homogéneas y sus nuevas políticas urbanas suelen evocar una historia común. Tienen una buena posición en los negocios internacionales, pero no necesariamente por sus vínculos mundiales, sino porque, en estos lugares, las empresas extranjeras pueden encontrar cosas que no ofrece ninguna otra ciudad.

Cuáles son: Tokio (4), Seúl (9), Pekín (12).

 

Centros políticos

Cómo son: ciudades con una influencia desmesurada en los debates políticos nacionales e internacionales. Sus think tanks, organizaciones internacionales e instituciones elaboran políticas que afectan a todo el mundo, y están llenas de diplomáticos y periodistas de otros sitios.

Cuáles son: Washington (11), Bruselas (13).

 

Plataformas

Cómo son: grandes centros en países pequeños que atraen grandes inversiones por su situación estratégica y sus relaciones internacionales. Las empresas no se establecen en estas ciudades para invertir en la economía local, sino para llegar a importantes mercados financieros extranjeros sin sufrir los quebraderos de cabeza políticos de la región.

Cuáles son: Ámsterdam (23), Dubai (27), Copenhague (36).