
He aquí las claves para entender qué significa para Serbia y algunos países de la región balcánica el veredicto contra Ratko Mladić.
Ratko Mladić ha sido declarado culpable de genocidio por su papel en varias de las peores atrocidades cometidas en la guerra de Bosnia hace más de 20 años. El antiguo jefe del Ejército serbobosnio ha sido condenado a cadena perpetua por ordenar la matanza de más de 7.000 hombres y niños musulmanes bosnios en Srebrenica, en 1995, y el sitio de Sarajevo. El veredicto impartido hoy representa un final simbólico para el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY), que está a punto de cerrar sus puertas para siempre. El veredicto contra Mladić pretende pasar página, al menos en términos judiciales, sobre el capítulo más oscuro de la historia de Europa tras la Segunda Guerra Mundial. Se ha hecho justicia, pero ¿permitirá la reconciliación en la región? Seguramente no.
Las primeras reacciones en los Balcanes tras el veredicto muestran que en la antigua Yugoslavia no han cambiado mucho las cosas. Las autoridades musulmanas de Bosnia han celebrado la sentencia, y Bakir Izetbegović, el miembro musulmán de la presidencia colectiva del país, ha expresado su esperanza en que el veredicto ayude a dejar de achacar la culpa a todo un pueblo y la haga recaer sobre los individuos. También ha dicho que nadie debe considerar héroes a personas como Mladić ni dar su nombre a calles y escuelas. Por el contrario, su colega serbobosnio ha condenado la decisión como una muestra más del trato negativo que reciben los serbios. Y el Gobierno de Serbia ha tenido una reacción similar.
A principios de julio de 1995, las fuerzas serbobosnias sitiaron una zona próxima a la ciudad de Srebrenica, en el este de Bosnia, que había sido declarada “zona de seguridad” por Naciones Unidas y estaba bajo la protección de 600 soldados holandeses de la ONU, provistos de armas ligeras. Cuando los serbobosnios iniciaron su ataque contra la zona, la mayoría de la población civil musulmana huyó a Srebrenica, mientras que otros buscaron refugio en la base holandesa cercana, en el pueblo de Potočari. A la hora de la verdad, y ante el ultimátum lanzado por los serbios, las fuerzas holandesas entregaron a esas personas a las tropas de Mladić. Al acabar la ofensiva militar, los serbobosnios deportaron aproximadamente a 23.000 mujeres y niños, y retuvieron a los hombres para “interrogarlos como sospechosos de crímenes de guerra”. Las primeras ejecuciones de esos hombres comenzaron el 13 de julio, en un almacén situado en un pueblo próximo. En el espacio de cuatro días, los serbobosnios asesinaron hasta un total de 8.000 hombres y niños musulmanes bosnios en diversos lugares alrededor de Srebrenica.
En cierto modo, Srebrenica fue la culminación de la estrategia de limpieza étnica y conquista del territorio, que había empezado 1992 en Sarajevo. Al principio de ...
Artículo
para suscriptores
Para disfrutar de todos nuestros contenidos suscríbete hoy:
Plan mensual
3,70€/mes
- Asiste a eventos en exclusiva
- Recibe la Newsletter mensual ‘Cambio de foco’ con contenidos de actualidad
- Participa activamente en la elección de los contenidos de esglobal
- Accede a todos los contenidos semanales
- Accede al archivo de artículos desde 2007
- Descarga todos los artículos en PDF
Plan anual
37€/mes
- Asiste a eventos en exclusiva
- Recibe la Newsletter mensual ‘Cambio de foco’ con contenidos de actualidad
- Participa activamente en la elección de los contenidos de esglobal
- Accede a todos los contenidos semanales
- Accede al archivo de artículos desde 2007
- Descarga todos los artículos en PDF