Yoon Suk-yeol gana las elecciones en Corea del Sur. (Chris Jung/NurPhoto via Getty Images)

Tras las elecciones en el país y el cambio de gobierno, ¿cuáles son las prioridades y los retos del nuevo dirigente?

El pasado 9 de marzo se celebraron elecciones presidenciales en la República de Corea. El presidente Moon Jae-in terminaba el único mandato de cinco años y, tal y como pasó en los comicios anteriores, se producía la alternancia en la presidencia entre conservadores y liberales.

Como novedad, en en estas elecciones, la participación con un 77,1%, fue un poco más baja que la de 2017, pero la victoria se decidió por tan solo 260.000 votos. Un margen muy estrecho sobre el liberal Lee Jae-myung del Partido Democrático (PD). La campaña ha estado marcada por las malas formas, los insultos y acusaciones de corrupción entre ambos candidatos, lo que la ha convertido en la más reñida de los últimos 35 años.

Paradójicamente, el ganador, Yoon Suk-yeol, del Partido de Poder para el Pueblo (PPP), durante su paso por la fiscalía general fue una de las personas clave encargada del proceso de destitución de la presidenta Park Geun-hye en 2016, que le acarreó una pena de 24 años de cárcel por corrupción y abuso de poder.

 

El presidente electo Yoon

Del que será pronto el nuevo presidente de la décima economía del mundo sabemos que es un recién llegado a la política. Aunque lleva décadas inmerso en ella, no desde el ejecutivo o el legislativo sino desde la esfera judicial, lo que sin duda ha marcado su visión de la misma.

Curiosamente, en esta campaña ha sido comparado con Donald Trump por sus continuas meteduras de pata o propuestas tan drásticas como llegar a pedir la instalación en suelo surcoreano de armamento nuclear por parte de Washington. Pero al igual que al expresidente americano, su peculiar estilo no le pasó factura.

También promete ser más impulsivo en sus políticas que el actual presidente Moon Jae-in. Durante su gobierno, intentó favorecer el diálogo con el vecino del Norte con el resultado de tres encuentros con Kim Jong-un en 2018. A pesar de tener que contemplar impasiblemente cómo el pequeño de los Kim ha realizado nueve pruebas de misiles en los primeros tres meses de este 2022, incluido uno hipersónico. Veremos cómo reacciona el futuro presidente ante este tipo de provocaciones.

Paradójicamente, y en lo que se ve como un claro distanciamiento con la última administración conservadora de la presidenta Park, Yoon Suk-yeol sí apoya el envío de ayuda humanitaria sin condiciones previas. Aún así, sigue creyendo en la utilidad de las sanciones económicas al régimen norcoreano utilizando la política del “paso a paso”, el empleo de la disuasión militar y el refuerzo del triángulo Washington-Tokio-Seúl, con el riesgo de socavar la relación con China.

 

La política doméstica primero, pero ¿por cuánto tiempo?

Ante este nuevo escenario todo parece indicar que la política interna, condicionada por la pandemia como en el resto del planeta, será probablemente una ...