Siga la actualidad de Río+20 a través del nuevo blog que FP en español ha creado para cubrir la Cumbre de Naciones Unidas hasta el 22 de junio.

 

rio
AFP/Getty Images

 

El legado de Río+20

Andrea Arzaba 25/06/2012

La Cumbre de la Tierra, Río +20, ha finalizado. Los pasillos, que hace unos días estaban llenos de gente con traje corriendo detrás de los jefes de Estado, gobiernos y activistas; hoy se encuentran poco frecuentados. Es también el caso de los jóvenes, la mayoría de los que participaban en el proceso han abandonado los edificios. Ellos estaban aquí para influir en el documento final, llamado El futuro que queremos, pero se dieron cuenta de que el texto se había cerrado días antes y que, por lo tanto, éste no se iba a cambiar en la Cumbre; así que muchos decidieron partir.
He aquí, algunas observaciones y propuestas sobre el documento final:

Los países en vías de desarrollo (G77) no obtuvieron el dinero para un fondo de 30.000 millones de dólares anuales, que serían utilizarlos en proyectos de adaptación y mitigación ante su vulnerabilidad al cambio climático. Además, debido a la crisis actual de la Unión Europea y Estados Unidos, ninguno de ellos se comprometió de manera destacada a financiar proyectos que promuevan el desarrollo sostenible.
Otra proposición realizada por la UE fue la creación de una agencia mundial del medio ambiente que serviría para fortalecer el sistema actual y que podría reemplazar al PNUMA, pero se encontraron con la oposición de Brasil y EE UU. En el texto no está reflejado que ésta deba ser reconocida como una agencia de Naciones Unidas, ni que vaya a aumentar el poder del órgano ya existente.

En materia de economía verde, el documento reconoce que existen diferentes enfoques y visiones procedentes de cada país. Por lo que en función de sus circunstancias y prioridades, se recomienda a los Estados seguir un camino efectivo hacia el desarrollo sostenible. Una vez más, no hay metas ni plazos establecidos. Solo textos muy flojos.

Dentro de las propias delegaciones, las reacciones hacia el documento han sido muy diferentes. Si bien éste fue aprobado sin mayores objeciones, algunas delegaciones, como Reino Unido y Canadá, mostraron su completo apoyo al mismo, mientras que otras como la mexicana, estuvo de acuerdo en que el texto es un pequeño paso adelante, pero que estaban buscando algo más ambicioso. Por el contrario, las representaciones como Uruguay y Bolivia señalaron su rechazo y decepción no sólo al documento, sino también a todo el proceso.

Las organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil han mostrado sus quejas, en las ruedas de prensa y en los medios de comunicación. A su parecer, sólo se les consultó en el último minuto, cuando ya era muy difícil ejercer una presión lo suficientemente fuerte para que consiguiera cambios en los resultados. ONG como Oxfam, WWF y Greenpeace han expresado su desdén al documento, haciendo hincapié en su voluntad de continuar trabajando "incluso con mayor vigor".

Kumi Naidoo, actual director de Greenpeace Internacional, expresó su preocupación al decir que el texto fue un fracaso de la conferencia. También se refirió a la falta de compromiso de los gobiernos: "el proceso fue realizado por los diplomáticos, no por los jefes de Estado, esto demuestra la corta visión y la ambición inexistente ante el desarrollo sostenible".

Nuestra única esperanza

Además de los escasos compromisos mostrados en El futuro que queremos, hay algunos puntos que fueron discutidos y negociados durante la conferencia. El primero fue la discusión sobre el establecimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que suplantarían a los Objetivos de Desarrollo del Milenio, a partir de 2015. Durante Río+20 se decidió dar continuidad a este tema en los próximos meses. Otra iniciativa destacada fue la declaración que hizo el secretario general de Naciones Unidas sobre la meta de erradicar la crisis alimentaría en las todos los países, con el compromiso "Hambre cero", asociado también con el crecimiento sostenible de las naciones.

Me gustaría terminar este post con una frase que he escuchado durante mi estancia en Río+20 de Jeffrey Sachs, académico y director del Earth Institute de la Universidad de Columbia en Nueva York. Con estas palabras, se puede resumir lo que me llevo de la cumbre:

"Ustedes, los jóvenes, hoy son muy afortunados. Mucho más de lo que piensan, ya que la humanidad sigue enfrentándose a problemas terribles y los gobiernos siguen actuando con el mismo modelo económico desde hace muchos años. Con una capacidad de actuación a corto plazo, marcada por los ciclos electorales. En realidad, no podéis esperar más para resolver los problemas del mundo. Esta es vuestra oportunidad. Ahora son los jóvenes quienes deben lograr este cambio a través de la innovación. Es ahora cuando todos debemos ser pioneros."

Los gobiernos solos no son los que van a traer el cambio y el compromiso que se pide, sino que son las personas informadas, las que se preocupan por el desarrollo de sus naciones y son las que pueden contribuir con sus propios proyectos a conseguir un futuro sostenible. Son ellos los que exigirán a sus representantes. De esta manera, tendrán un impacto mayor en las decisiones de las administraciones, decisiones que llevan sus nombres.

La perspectiva de los más vulnerables

Daniel Barnes 22/06/2012

La respuesta internacional a la amenaza del cambio climático y el establecimiento de la Convención Marco sobre el Cambio Climático de la ONU (CMNUCC) fueron los logros clave de la primera conferencia de Río en 1992. Esto preparó el escenario para que los países comenzaran a considerar de una forma conjunta lo que podían hacer para limitar los aumentos de la temperatura global y el consiguiente cambio climático.

Hay ahora 195 países que han firmado la Convención, convirtiéndola en el organismo de la ONU con más firmantes. Y aunque se han conseguido avances para limitar en alguna medida las emisiones internacionales, los expertos en el clima coinciden en que debe hacerse mucho más para detener el aumento de la temperatura global por debajo de niveles de los que sería prácticamente imposible recuperarse.

En un planeta más cálido, son los más vulnerables del mundo quienes se ven más afectados. Los grupos de bajos ingresos son, por lo general, más dependientes de ecosistemas que resultan alterados por los cambios. Los países en desarrollo con frecuencia deben gastar cantidades considerables de su PIB en medidas de adaptación y de recuperación, que de otro modo podrían canalizarse hacia medidas que fomentaran el desarrollo.

Recientemente, dentro de las actividades complementarias del Río+20, el Climate Vulnerable Forum (CVF), una alianza internacional de países vulnerables de África, Asia, América y el Pacífico, hizo un llamamiento a la comunidad global sobre la necesidad de mejorar lo que ellos consideran un enfoque inadecuado sobre el cambio climático en el borrador de los resultados de la conferencia. De los 283 párrafos del documento, sólo tres están dedicados al cambio climático. Los ministros del CVF presentes en el acto hablaron de las actuales pérdidas económicas y humanas provocadas por las cambiantes condiciones climáticas, así como de la necesidad de reforzar la cooperación internacional para abordar las actuales amenazas.

"Con sólo unos pocos párrafos, no se aborda adecuadamente el cambio climático. No miles, sino miles de millones de personas están ya siendo desplazadas debido a que han perdido sus medios de subsistencia. Ahora, con unos textos inadecuados en Río las pérdidas de nuestro PIB no harán más que aumentar y nuestra situación empeorará aún más. Río debería lograr lo contrario", señaló Hasan Mahmud, ministro de Medio Ambiente de Bangladesh.

Bangladesh, que es la nación más densamente poblada del mundo, tiene el triple de habitantes que España. Sin embargo, el tamaño de su territorio es de sólo un tercio. Este país de baja altura del sur de Asia es además uno de los más vulnerables al cambio climático, según varios estudios. Las recurrentes inundaciones y sequías, sumadas a los graves niveles de pobreza, causan miles de desplazamientos año tras año.

El párrafo 191 del borrador final del documento de resultados señala: "Nosotros subrayamos que la naturaleza global del cambio climático exige la más amplia cooperación posible por parte de todos los países y su participación en una respuesta internacional efectiva y apropiada, con vistas a acelerar la reducción de las emisiones globales de gases de efecto invernadero…"

En el acto, Kashab Man Shakya, ministro de Medio Ambiente de Nepal, habló de la necesidad de cooperar entre países en las cuestiones relacionadas con cambio climático y desarrollo, ya que lo que sucede en una nación con frecuencia tiene graves efectos sobre otras. "El problema del clima es internacional. Cuando los glaciares del Himalaya se funden, no es sólo Nepal el que sufre. Además sufre Bangladesh, y también India. Se requiere mucha más colaboración internacional", afirmó el ministro.

Es precisamente por esta razón por lo que este excepcional grupo de países vulnerables de todo el planeta han decidido unirse en un intento de promover la concienciación sobre este tema y compartir perspectivas y experiencias entre sí. Durante el acto, los ministros interaccionaron de manera abierta con una sala repleta de asistentes, incluyendo miembros de la sociedad civil, el mundo académico, las instituciones intergubernamentales, etcétera.

Y aunque estos países son los que menos han contribuido a la actual crisis del clima, son los que tienen más que perder. Para ellos, ésta es una cuestión de supervivencia y reconocen que trabajando juntos y hablando con una voz común tienen muchas más probabilidades de ser escuchados en el escenario internacional.

El secretario de Asuntos Exteriores de Bangladesh, el embajador Mohamed Mijarul Quayes, concluyó diciendo: "La comunidad internacional debe mostrar una determinación más firme para abordar el cambio climático ahora. La Tierra es una, pero el mundo no lo es. El Foro está comprometido con garantizar que el discurso sobre la vulnerabilidad climática pase a formar parte de las corrientes dominantes del desarrollo sostenible. También deseamos predicar con el ejemplo como pioneros en la economía de bajo carbono. ¿Nos escuchan? ¿Quieren unirse a nosotros?".

Costa Rica: pionera en el terreno

Daniel Barnes 21/06/2012

En las sesiones de alto nivel de la Cumbre de la Tierra (Río+20), hoy se reunirán los jefes de Estado. Todos los ojos estarán puestos en ellos para ver quién asume un papel de liderazgo y refuerza los compromisos con el desarrollo sostenible global y la erradicación de la pobreza. Aunque sin duda los medios de comunicación centrarán su atención en los grandes protagonistas como Estados Unidos, China, Brasil, la UE…, hay un país que lleva décadas siendo pionero en estas cuestiones.

Costa Rica, en América Central, cuenta con un población de poco más de 4 millones de habitantes, y es ahora conocido por su densa selva tropical, su biodiversidad y su floreciente ecoturismo. Sin embargo, esto no ha sido siempre así.

Entre 1940 y 1983 la cubierta forestal de Costa Rica se redujo, pasando de ocupar el 75% del territorio a un mero 26,1%, debido al aumento de las tasas de deforestación. Los altos índices de deforestación anteriores a 1980 se debieron fundamentalmente a un desarrollo económico poco regulado y a la expansión de las actividades agrícolas y ganaderas.

Al percatarse de este acusado descenso de los recursos y de su pernicioso efecto sobre las personas y sobre la economía, el Gobierno comenzó a implementar una serie de medidas destinadas a revertir la tendencia de las décadas anteriores. Esencialmente, el país dio un giro para pasar de las medidas que fomentaban la explotación forestal a las que protegían y valoraban los recursos medioambientales.

Con la puesta en marcha de estrictas regulaciones sobre sus bosques a finales de la 70 y con el establecimiento de un impuesto sobre el carbono en 1995, comenzó a aumentar el proceso de forestación y las comunidades empezaron a beneficiarse económicamente de todo ello. La creencia era que una gestión medioambiental sólida puede producir riqueza y empleo, beneficiando a la economía y al pueblo en su conjunto.

La cubierta forestal creció, pasando del 21% en 1987 al 52% en 2005, y los estudios realizados durante el periodo entre 2000 y 2005 mostraron que la tasa de recuperación forestal era incluso más alta que la tasa de deforestación, lo que sugería que las estrategias nacionales, las políticas y las medidas institucionales habían contribuido al crecimiento en la cubierta forestal.

En un reciente evento paralelo a la celebración del Río+20, el ministro de Medio Ambiente de Costa Rica, René Castro, habló sobre las políticas del gobierno respecto a los bosques a lo largo de las últimas décadas. "Existe el mito de que los países que no realizan extracciones de su suelo, o no pueden hacerlo, tienen economías menos productivas que aquellos que sí lo hacen. Por el contrario, nosotros decidimos invertir en desarrollo humano y no en la extracción de recursos", afirmó Castro. "Como resultado, la cubierta forestal ha aumentado, y los niveles de pobreza en esas áreas han disminuido", señaló.

Ayer, tuve el placer de sentarme con Javier Díaz Carmona, el embajador de Costa Rica para el Cambio Climático y Asuntos Medioambientales Globales, para tratar del papel de su país en la actualidad y como pionera en el liderazgo regional e internacional en cuestiones forestales y medioambientales. Díaz habló de la voluntad política que es necesaria para lograr este tipo de éxito y sobre los Estados que en Río+20 pueden aprender de la experiencia costarricense.

"Fue un proceso que nos costó mucho", dijo Díaz. "Si un país es serio en cuanto a implementar grandes reformas, como hicimos nosotros, los políticos tienen que estar convencidos de que hay muchos servicios que los bosques pueden ofrecen. Sin embargo, muchas veces no los conocen. Además, es muy importante que se forme una política del Estado y  no del Gobierno. Es decir, los Gobiernos cambian, pero el Estado permanece".

La implicación multilateral de Costa Rica tanto a nivel regional como internacional en temas forestales y medioambientales ha sido también importante para promover su papel de líder. "Hemos formado una alianza con Ecuador y México para trabajar en servicios ambientales que contribuyen al desarrollo  de comunidades locales", dijo Díaz. "Es importante enseñar que nuestra política ha tenido éxito y usarla como ejemplo para que otros países puedan aprender de ella e implementarla también".

A escala global, Costa Rica ha firmado el Protocolo de Kioto, el único acuerdo legalmente vinculante sobre las emisiones de carbono. Además, recientemente asumió la presidencia del Forest-11, un grupo de países con selva tropical unidos con el objetivo de defender sus intereses en las negociaciones sobre el cambio climático. Según Díaz, Costa Rica pretende trasladar sus sólidos conocimientos técnicos sobre la selva tropical a un marco político consistente en cuestiones forestales a nivel global.

Como señaló Díaz, demostrar que existe un compromiso político para llevar a cabo cambios a gran escala no es fácil; sin embargo, confiemos en que los líderes mundiales lleguen hoy a la conferencia dispuestos a mostrar la misma clase de liderazgo que ha demostrado Costa Rica durante los últimos años.

¿Lo conseguirán?

Daniel Barnes 20/06/2012

Río+ 20 está en su sexto día. Los numerosos y enormes pasillos que llevan a las salas donde se está celebrando la conferencia  están cada día más llenos. Las cámaras están grabando, y todo el mundo se pregunta si los delegados podrán llegar a un acuerdo sobre el borrador final conocido como Zero Draft antes de la llegada de los jefes de Estado.

El 18 de junio fue el último día para trabajar en las negociaciones sobre el documento que define los compromisos políticos que los países integrantes tienen para actuar con urgencia y tratar de solucionar la crisis mundial sobre medio ambiente. Así como los problemas económicos y sociales.

Desde los primeros días de la conferencia, las delegaciones de casi 200 países han estado trabajando para resolver sus diferencias sobre los distintos temas del documento. Hay un grupo de países que se han escindido que están tratando temas específicos como: economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza; el marco institucional para el desarrollo sostenible; los objetivos del desarrollo sostenible (SDG con siglas en inglés) y sus métodos de aplicación; el agua y el cambio climático; o la generación de empleo, entre otros.

Para tener una idea de la configuración de esta negociación…un país es designado para dirigir al grupo escindido y presidir la discusión. El texto que se va a debatir se proyecta en una pantalla situada frente del salón. Párrafo por párrafo, palabra por palabra, el grupúsculo analiza el texto. Si un país está en desacuerdo con una palabra, frase, sentencia o un párrafo entero,  lo manifiesta frente al resto de miembros. A continuación se tratan y se intentan resolver las discrepancias. En ocasiones, se formula consultas informales entre los participantes para lograr un compromiso a puerta cerrada. Este proceso puede durar varios días.

El sábado16, el Gobierno de Brasil, como país anfitrión, fue el responsable de supervisar las negociaciones de la ONU. El ministro de Asuntos Exteriores brasileño, Antonio Patriota, dijo a las delegaciones que “no podía jugar con los plazos” de cuándo iban a llegar los jefes de Estado. Cuando Patriota recibió el borrador del plan de acción el viernes 15 de junio, había 315 párrafos en el documento, de ellos, solo 116 habían logrado un acuerdo, mientras que 199 habían sido impugnados.

Como era de esperar con tantos países implicados, el documento fue recibido con una amplia crítica. No obstante, los delegados elogiaron los esfuerzos realizados por Brasil durante el fin de semana. Muchos creen que los países en desarrollo tienen más motivos para estar satisfechos con el texto que los Estados desarrollados. Hubo, sin embargo, algunas discrepancias en temas relacionados con asuntos financieros y tecnológicos de los países en vías de desarrollo porque se consideró que se les dio un enfoque insuficiente. En cuanto a los países desarrollados, la UE declaró que el texto no era digno se su aprobación (mencionando incluso los recelos que se han despertado sobre las propuestas referentes a la economía verde y los objetivos de desarrollo sostenible) y EE UU ha manifestado que tenía “serias preocupaciones”, constatando su descontento con la implementación de algunas medidas.

La discusión continuará al menos durante los siguientes días. Las principales cuestiones, antes mencionadas, seguirán estando al frente y serán el centro de atención de los delegados.

En los pasillos, los delegados discuten sobre la lentitud de las conversaciones y muchos ven que la ampliación del plazo será inevitable. Aunque pueden no ponerse de acuerdo sobre todos los temas que se están tratando, todos están de acuerdo en que el tiempo no está de su lado.

Se ha esperado que se llegue a un acuerdo. Pero si los delegados no lo lograrán, es probable que en la Cumbre no se adopte el que es considerado como el mayor plan de acción que ha de afrontar uno de los mayores desafíos a los que el mundo tiene que hacer frente en estos momentos.

¿Lo conseguirán?

El futuro que queremos: una perspectiva juvenil de las negociaciones

Daniel Barnes 19/06/2012

 

La Conferencia de Naciones Unidas de Desarrollo Sustentable (Rio+20) adoptó la frase: "El futuro que queremos". Uno no puede perdérsela. Está en la página web, en las paredes y en cualquier espacio abierto que existe. La campaña fue inagurada por el Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, y el Secretario General de Rio+20, Sha Zukang. Su propósito: interesar a la gente sobre cómo funcionan las sociedades en todas partes del mundo, construyendo un futuro que promete prosperidad, equidad y el mejoramiento de la calidad de los sistemas que hacen posible la vida en la Tierra.

Cuando te planteas quién lo tendrá más complicado en el futuro, es inevitable no pensar en los jóvenes. En un editorial reciente del diario New York Times, Ban Ki-Moon enfatizó que en esta cumbre se necesita prestar atención a las necesidades de la juventud. "Los jóvenes –el rostro de nuestro futuro: ¿De verdad estamos creando oportunidades para ellos? Son casi 80 millones que van a entrar a la fuerza de trabajo cada año", dijo el Secretario.

El borrador de la declaración final que los delegados están en proceso de definir en estos momentos, y que presentarán a los jefes de Estado para su aprobación cuando lleguen el día 20, también refleja el deber de incluir las necesidades de los jóvenes para lograr un desarrollo más sostenible. El párrafo 48 plantea:

Hacemos hincapié en la importancia de la participación activa de la gente joven en los procesos de toma de decisiones, ya que los asuntos que estamos abordando tienen un profundo impacto sobre las presentes y futuras generaciones, además, la contribución de los niños y la juventud es vital para lograr un desarrollo sostenible. También reconocemos la necesidad de promover el diálogo intergeneracional y la solidaridad, teniendo en cuenta sus puntos de vista.

Hoy son hombres y mujeres en trajes sentados para negociar, aquellos que atraerán a la prensa internacional durante los próximos días, pero también son los jóvenes los que hacen notar su presencia y tienen claro el futuro que quieren. Como los que hacen política, ellos también tienen intereses y preocupaciones en esta conferencia.

Andrea Arzaba, una periodista freelance de 23 años de Ciudad de México, es una de los miles de activistas jóvenes que participan en Rio+20. Como periodista, escribe en Global Voices, una comunidad internacional de blogueros, y también para la Global Campaign for Climate Action (GCCA), una alianza internacional de organizaciones, con ellos ha participado en varias cumbres climáticas durante los últimos años.

Durante Rio+20, Andrea está centrada en el rol de los jóvenes (con un enfoque en América Latina, dada la localización de la cumbre) y cómo están influenciando las negociaciones.  Me senté con ella para entender mejor lo que están haciendo.

¿Qué han expresado los jóvenes sobre los resultados de esta conferencia y qué están haciendo para asegurar un futuro mejor?

Andrea Arzaba. Realmente muchos han perdido fe en las negociaciones; sin embargo, no la esperanza. Ellos siempre me dicen "pase lo que pase vamos estar presentes aquí, creando alianzas y proyectos de cooperación internacional". Aunque no esperan mucho de la declaración final, tienen mucha confianza en sí mismos como agentes de cambio.

En una conferencia con tanta atención enfocada en las negociaciones que al final llevan a cabo los políticos, ¿qué tienen que hacer los jóvenes para que los negociadores les escuchen?

A. A. Hacemos de todo, escribimos blogs, seguimos las posturas de los negociadores de  nuestros países a través de la plataforma Adopt a Negotiator (http://adoptanegotiator.org/), hacemos talleres y muchos otros hacen acciones. Si uno de nuestros países está bloqueando las negociaciones, hacemos cosas creativas como arte, canciones y flash mobs o  canciones en las áreas comunes de la conferencia. También se da cada día un premio a las negociaciones, que se llama el Fossil of the Day (Fósil del día), otorgado al país menos productivo en las negociaciones, o a aquel que tuvo alguna acción negativa.

¿Qué papel debe desempeñar la sociedad civil en esta conferencia y las del futuro?

A. A. La sociedad civil es fundamental a estos debates. En 1992 durante la primera conferencia de Rio fue cuando surgió la sociedad civil como actor principal en estos temas. El hecho de que estamos  aquí hace que los políticos recuerden a quiénes están representando. Espero que en las futuras conferencias haya incluso mucha más participación por parte de la sociedad civil.

¿Cómo están utilizando las nuevas herramientas de comunicación para diseminar el mensaje?

A. A. Las aprovechamos mucho. Usamos  twitter y sus hashtags. Es también una manera comunicarse directamente con los políticos y los líderes. Hace un par de días un grupo juvenil solicitó una entrevista con Helen Clark (ex primera ministra de Nueva Zelanda y administradora actual de PNUD) y se les concedió. Este es un ejemplo clarísimo de su utilidad.

Brittany Trilfold, una joven de Nueva Zelanda de 17 años y ganadora del concurso Win a Date With History (ver vídeo),se presentará delante a los líderes mundiales el  primer día del High Level Segment. Ella compartirá con ellos lo que quiere en el futuro… y  qué quiere de ellos.

Al menos por unos breves minutos en esta conferencia tan grande y tan importe, todos no perderán de vista a la juventud.

Bem-Vindos a Río+20…La calma que antecede a la tormenta

Daniel Barnes 18/06/2012

 

Justo antes de salir hacia Río de Janeiro, Brasil, para asistir a la Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sostenible (Río+20), me reenviaron por correo electrónico un anuncio de interés público de una empresa internacional de seguridad. El mensaje advertía sobre restricciones a los viajes por tierra y por aire en todo Brasil, situaciones de alerta elevada de seguridad y delincuentes oportunistas que pensaban centrarse en los extranjeros (en especial junto a las playas).

Se espera que Río+20 sea la mayor reunión de Naciones Unidas de la historia, con más de 50.000 participantes de todo el mundo. Empezó el 13 de junio y estará hasta el 22 de junio. Está previsto que asistan 135 jefes de Estado entre el 20 y el 22 y el Gobierno de Brasil ha dicho que desplegará a 15.000 soldados de las fuerzas especiales en la ciudad durante la conferencia.

No obstante, el 13 de junio, mi avión llegó a Río antes de la hora prevista (algo que no ocurre casi nunca), y, como todavía no era muy de noche, decidí ver el famoso paseo marítimo de Copacabana. Estaban jugando al fútbol playa, no había colas en los restaurantes y conseguí eludir a los delincuentes oportunistas.

A la mañana siguiente, en el centro de convenciones, pasé los trámites de la acreditación y la seguridad en cuestión de minutos. Todo iba mucho más rápido que en ocasiones pasadas. El centro en el que se celebra la conferencia es un complejo gigantesco a más de una hora de la ciudad, y, aunque había ya miles de personas reunidas, los altos techos, el diseño laberíntico y el tamaño del edificio transmitían una sensación de vacío. ¿Dónde estaban las masas, las protestas, las agobiantes medidas de seguridad?

Sin embargo, pese a la impresión inicial, las cosas no tardaron en ponerse en movimiento. La primera de las dos reuniones anteriores a la que tendrá lugar con los altos dignatarios, la Tercera Reunión del Comité Preparatorio, está ya en marcha, y en las instalaciones se celebran más de 500 actos que abarcan todos los subsectores relacionados con el medio ambiente y el desarrollo que se puedan imaginar, desde “Reforestación de Brasil” hasta “Agricultura orgánica en Fukushima”; pronto me vi inmerso en este país de las maravillas del desarrollo sostenible.

Luego trasladé mi atención a las salas de los plenarios, donde los negociadores del Comité Preparatorio estaban envueltos en un debate sobre el texto definitivo de la declaración de la cumbre o el plan de actuación. Todas las miradas estaban puestas en ellos, porque el texto debe estar terminado para cuando lleguen los líderes políticos. Pero no tardamos mucho en ver que la división entre Norte y Sur que no ha dejado de aumentar en las últimas cumbres de Naciones Unidas, Copenhague y Durban, está volviendo a salir a la superficie y pone en peligro el consenso entre los países desarrollados y los que están en vías de desarrollo. Sha Zukang, secretario general de la Conferencia sobre Desarrollo Sostenible de la ONU y supervisor del proceso, dijo que estábamos en un momento decisivo, y destacó que “todo el mundo está pendiente de lo que hagamos aquí”.

En los próximos días, crecerán las multitudes, se intensificará la energía y la comunidad internacional mirará a Río de Janeiro para ver si los líderes mundiales pueden unirse para fijar el camino hacia una economía verde y establecer el marco del crecimiento sostenible. En este tiempo, yo hablaré con miembros de la sociedad civil, representantes de Gobiernos y personajes internacionales para conocer sus puntos de vista sobre lo que esperan de Río+20.