Afganistán es un caos. En Irak continúan los atentados suicidas. ¿Está condenada al fracaso la construcción nacional? Es hora de consultar al primer insurgente, T.E. Lawrence.

 

"La guerra asimétrica ha avanzado mucho desde Lawrence."


Ha regresado a los orígenes. Es fácil suponer que el Manual de campo de contrainsurgencia, la nueva biblia, militar, post-Irak, de Estados Unidos sobre guerra no convencional, representa una especie de revolución en el pensamiento militar. Parece que el propio Afganistán reescribe las reglas de la guerra cada día. Pero la historia se repite de forma curiosa. Los generales estadounidenses que dictan estrategia a sus tropas harían mejor en repartir una obra publicada en 1917 por Lawrence de Arabia, 27 artículos.

Como el Manual de campo de contrainsurgencia, que se redactó en una época en la que el Ejército estadounidense estaba perdiendo Irak, 27 artículos fue escrito en tiempos difíciles. Era el apogeo de la Gran Guerra, en agosto de 1917, tras la asombrosa captura de Aqaba en la campaña del desierto contra el Imperio Otomano. Los británicos estaban utilizando a los insurgentes árabes para acosar a los turcos, y el alto mando en Londres, que tenía que pudieran matar al conquistador de Aqaba, Lawrence de Arabia, en cualquier momento, le encargó que pusiera por escrito lo que había aprendido en sus tratos con sus aliados árabes. Se trataba de elaborar un manual para los oficiales británicos que servían sobre el terreno con Faisal, el príncipe hachemí y líder rebelde, y sus tropas. Así que, en medio de su campaña guerrillera, Lawrence empezó cansadamente a escribir 27 artículos bajo el ardiente sol del desierto.

La obra que escribió es nada menos que una nueva forma de ver el mundo para los occidentales dedicados al nation-building (construcción de un Estado). Con un siglo de antelación, Lawrence se dio cuenta de que, sin el respaldo político de la población árabe, no podía ganar, y, con su apoyo, no podía perder. Lawrence describe no sólo cómo llevar a cabo una rebelión con éxito, sino cómo crear una nación. Resulta muy similar al mantra del general estadounidense Stanley McChrystal de que proteger al pueblo afgano -y, de esa forma, ganarse su voluntad- es la clave para el éxito de la misión de la OTAN en Afganistán. McChrystal reconoce otra máxima de Lawrence: que sigue intentando hacer demasiadas cosas con tropas occidentales cuando los propios afganos deberían estar realizando la mayor parte del trabajo. No es extraño que quiera duplicar el Ejército afgano y llevarlo a 400.000 soldados en los próximos años.

 

"La principal aportación de Lawrence se produjo en el campo de batalla"


No. Es su filosofía la que ha resistido el paso del tiempo. Como están aprendiendo demasiado tarde las tropas de la coalición en Afganistán, el elemento más importante de la guerra asimétrica está lejos del campo de batalla, entre la gente normal y corriente. Fue ahí donde brilló Lawrence. Supo ...