Depende: niños soldados
Lo que los activistas de los derechos humanos no dicen nunca sobre los jóvenes asesinos.

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“Son un problema de derechos humanos”
Es mucho más que eso. Son también un problema geoestratégico y de desarrollo. Suele decirse que son víctimas. Es verdad: explotados, arrancados de sus familias, privados de su educación y obligados a combatir, los niños soldado son auténticas víctimas de la guerra.
Pero también son agresores. Se transforman en armas baratas y eficientes en los conflictos asimétricos. Los relatos que llegan del campo de batalla hablan de combatientes a los que se recluta casi gratis, que salen baratos en comida y son rápidos en el cumplimiento de las órdenes. Aprenden enseguida a emplear tácticas brutales. Un ejemplo es el del Frente Unido Revolucionario (FUR), un grupo rebelde que actuó en Sierra Leona entre 1991 y 2002, que se hizo famoso por las violaciones y las mutilaciones de la población civil. Muchas veces, cometidas por menores obligados, a menudo drogados o borrachos. Los Tigres de Liberación de la Tierra Tamil, en su lucha para independizarse de Sri Lanka, utilizaban a niños para sus atentados suicidas. En ocasiones, los pequeños podían introducirse con mucha más facilidad que los adultos en los lugares designados como objetivo.
Entrenados y educados en los hábitos de la guerra de guerrillas, muchos crecen con la brutalidad como norma. Es un regalo envenenado de vio...