La era de Internet y del e-mail no sólo ha acabado, entre otras cosas,
con los cajeros de los bancos y las colas ante las ventanillas, también
ha revolucionado los métodos para que los inmigrantes envíen
remesas de dinero a sus países de origen. Frente a las entidades tradicionales
o las empresas de servicios postales que aspiran a quedarse con un mercado
que mueve unos 3.000 millones de euros al año y que pasará de
los 183 millones de inmigrantes, en la actualidad, a unos 283 en 2050, están
surgiendo métodos alternativos de mover dinero online. Dos ejemplos:
las empresa africana Kenya’s Mama Mikes y la jamaicana Super Plus Foods,
pioneras del envío en especie. Ambas permiten al inmigrante que se registre
en sus webs comprar vales de comida para los miembros de su familia en su país
de origen. Las transacciones son gratis. Los alimentos, simplemente, se pagan
por adelantado. Lo que significa que muy pronto las carísimas transferencias
bancarias pueden ser tan obsoletas como los telegramas.

Dinero libre

La era de Internet y del e-mail no sólo ha acabado, entre otras cosas,
con los cajeros de los bancos y las colas ante las ventanillas, también
ha revolucionado los métodos para que los inmigrantes envíen
remesas de dinero a sus países de origen. Frente a las entidades tradicionales
o las empresas de servicios postales que aspiran a quedarse con un mercado
que mueve unos 3.000 millones de euros al año y que pasará de
los 183 millones de inmigrantes, en la actualidad, a unos 283 en 2050, están
surgiendo métodos alternativos de mover dinero online. Dos ejemplos:
las empresa africana Kenya’s Mama Mikes y la jamaicana Super Plus Foods,
pioneras del envío en especie. Ambas permiten al inmigrante que se registre
en sus webs comprar vales de comida para los miembros de su familia en su país
de origen. Las transacciones son gratis. Los alimentos, simplemente, se pagan
por adelantado. Lo que significa que muy pronto las carísimas transferencias
bancarias pueden ser tan obsoletas como los telegramas. —Elisabeth Eaves

Elisabeth Eaves es escritora y vive
en París. Greg
Grant es redactor de la publicación estadounidense
Defense News.