Anterior artículo
Por qué mantener el dólar como la divisa de reserva del mundo constituye un enorme lastre para la agobiada economía estadounidense.
Francia, Alemania, China y Rusia están promoviendo activamente la sustitución del dólar estadounidense por una canasta de monedas del Fondo Monetario Internacional -conocida como Derechos Especiales de Giro (DEG, o SDR por sus iniciales en inglés)- como la divisa de reserva global. Estados Unidos se resiste. Ambas partes están siguiendo argumentos equivocados.
Los DEG desde luego deberían reemplazar al dólar como la divisa de reserva dominante si se quiere eliminar los enormes desequilibrios globales del comercio y el capital que han caracterizado al mundo durante la mayor parte de los últimos cien años. Esto no sucederá, sin embargo, hasta que Estados Unidos fuerce el tema -lo que parece poco dispuesto a hacer, quizá por temor a que esto señale un relativo declive del poder de la economía estadounidense.
Pero en realidad EE UU sí debería apoyar el acabar con el dólar. A pesar de toda la alborotada palabrería de políticos, periodistas y ciudadanos en general, un planeta sin el billete verde se traduciría en un crecimiento más rápido y en menos deuda para Estados Unidos, aunque a costa de un crecimiento más lento para algunas otras partes del mundo, especialmente Asia.
Un economista francés me dijo una vez que, demasiado a menudo, cuando quienes se encargan de dictar las políticas piensan que están hablando sobre economía en realidad están hablando sobre política. Un ejemplo ilustrativo es la afirmación que realizó por primera vez en 1965 Valéry Giscard d’Est...
Libro
Lo que creo saber
Diego Hidalgo
ebook
África
se mueve
ebook
Enredo
a la italiana