¿Está Google News contribuyendo a difundir propaganda?

 

El 18 de noviembre usé el enormemente popular agregador de noticias Google News para buscar información sobre el presunto traficante de armas ruso Víktor Bout, recientemente extraditado de Tailandia a Estados Unidos. La primera historia era un artículo de la agencia de control estatal RIA-Novosti, que básicamente transcribía una declaración del ministro ruso de Asuntos Exteriores exigiendo que Bout recibiera un juicio justo. Los otros resultados más destacados constituían un cajón de sastre, incluyendo fuentes occidentales como la CBS News y la agencia France-Presse, así como otras fuentes de financiación estatal como ITAR-TASS y la cadena de televisión Russia Today. (Típico titular estadounidense: “Presunto ‘mercader de la muerte’ se declara inocente”. Típico titular ruso: “Bout fue sometido a presión psicológica durante el vuelo a EE UU”).

Dos semanas antes, una búsqueda de “elecciones en Myanmar” habría dado como resultado informaciones de fuentes estadounidenses como UPI y Los Angeles Times, describiendo las recién concluidas votaciones de Birmania como un fraude claramente amañado, pero también una pieza de opinión del Global Times, una publicación con un enfoque internacional producida por el People’s Daily chino, titulada “La elección en Myanmar es un paso adelante”.

Está claro que ofrecer noticias desde diferentes perspectivas internacionales es la razón de ser de Google News. Este servicio fue desarrollado por Krishna Bharat en  Google poco después de los ataques del 11-S con el objetivo, como más tarde declaró, de “ayudar a la gente a entender múltiples puntos de vista, y gracias a esto volverse más sabios -ya estén de acuerdo con ellos o no”. Pero esos puntos de vista a menudo vienen de fuentes de noticias de financiación estatal en países, como Rusia y China, donde los periodistas independientes son, o bien acosados y perseguidos, o directamente prohibidos. ¿Podría la igualdad de oportunidades que ofrece Google News estar permitiendo a los regimenes autoritarios transmitir su mensaje más fácilmente?

AFP/Getty Images

“La web nos da la posibilidad de llegar a una audiencia que no nos puede ver en televisión, y que está más acostumbrada a obtener información on line”, me dijo en un e-mail Margarita Simonyan, directora ejecutiva de la cadena de televisión en inglés Russia Today. RT, como se la conoce más habitualmente, fue fundada hace cinco años, en parte por RIA-Novosti, y se considera de manera generalizada como un intento de mejorar la imagen de Rusia en todo el mundo, aunque la cadena niega tener una predisposición favorable al Kremlin.

Sin embargo, otros detectan una fuerte inclinación prorusa en la cobertura que realiza la cadena de los sucesos internacionales. Durante la guerra entre Georgia y Rusia de 2008, RT acusó a las fuerzas georgianas de “genocidio”, pero supuestamente dio instrucciones a sus reporteros de que no informaran desde pueblos con población de etnia georgiana que hubieran sido atacados por tropas rusas. La cadena ha sido también criticada por conceder tiempo de emisión a figuras políticas marginales que defienden posturas antiestadounidenses y a defensores de teorías de la conspiración sobre el 11-S. Algunos analistas convencionales de Washington -incluyendo, una vez, a este autor-  sí aparecen en las emisiones de la cadena, pero a veces se encuentran con dificultades para comunicar sus opiniones.

“Es un poco duro volver a un programa de televisión que tiene ‘dificultades técnicas’ cada vez que se supone que tú tienes que hablar”, dice el analista especializado en Rusia del Council on Foreign Relations Stephen Sestanovich.  

A juzgar por los resultados de las búsquedas relacionadas con Rusia, sin embargo, la web de RT parece estar teniendo éxito a pesar de su sesgo editorial. Google no desvela el complejo algoritmo por el que ordena los resultados de las búsquedas, pero eso no impide que los medios de información (incluyendo a éste) intenten averiguarlo. La “optimización de los motores de búsqueda”, SEO en sus siglas en inglés, se ha convertido en una obsesión para los medios de comunicación que pretenden adquirir ventaja sobre sus competidores en el nuevo panorama periodístico creado por Google.

En un ejemplo extremo de esta tendencia, algunos nuevos medios informativos digitales como Associated Content y Demand Media generan contenidos basándose puramente en las búsquedas de Google en vez de en cualquier otro tipo de valor periodístico, y las publicaciones impresas están comenzando a experimentar con la fórmula.

Simonyan no quiso hablar sobre cómo su cadena parece obtener tan buenos resultados en Google News, diciendo: “Sólo Google puede explicar cómo funciona”. Según el portavoz de Google Chris Gaither, entre los criterios se incluyen la “frescura” y “localidad” de la historia. El sitio juzga también la fiabilidad de diferentes fuentes siguiendo diversos criterios, incluyendo el número de visitas repetidas de los usuarios.

Una razón de que los medios patrocinados por el Estado a menudo aparezcan en los primeros lugares en respuesta a búsquedas específicas podría ser que estos son a menudo la principal fuente de información original de los países que cubren. Algunos estudios informales han observado que Google tiende a priorizar la información original por encima de los contenidos que son reutilizados para redactar nuevas piezas. Y si tenemos en cuenta tanto los decrecientes presupuestos en información como las restricciones gubernamentales que impiden a las agencias de noticias occidentales cubrir lo que sucede en países como Irán y Rusia, eso da a los medios de financiación estatal una clara ventaja. Es probable que una búsqueda de las últimas noticias sobre el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, produzca tantas historias provenientes de medios públicos leales como PressTV y Fars News, porque estos pasan mucho más tiempo cubriendo al presidente y tienen mucho mejor acceso.

Pero algunos analistas se preguntan por las consecuencias involuntarias de esta preferencia. “Si nadie cubre la historia, más que una agencia, un montón de fuentes que copian a la agencia y una emisora estatal que básicamente está ahí para rebatir a la agencia, ¿está Google News haciendo lo correcto para nosotros al priorizar a la emisora estatal?”, pregunta Ethan Zuckerman, investigador senior en el Berkman Center for Internet and Society de la Universidad de Harvard y cofundador del agregador internacional de blogs Global Voices.

Por ejemplo, ¿son RT y RIA-Novosti fuentes verdaderamente fiables en lo que se refiere a la brutal paliza que recibió el reportero Oleg Kashin, que estuvo a punto de morir el mes pasado, probablemente por estar embarcado justo en el tipo de periodismo que estas fuentes no ofrecen? Sus historias mencionan los frecuentes ataques a periodistas en Rusia, pero dejan de señalar, como sí han hecho el New York Times y AP, que casi todos estos crímenes recientes se quedan sin resolver por las autoridades.

O tomemos como ejemplo la cobertura que ha realizado Fars News de la reciente visita del ayatolá Alí Jamenei a la ciudad santa de Qom, que da cuenta de la “acogida asombrosamente calurosa” que recibió en la ciudad, lo que prueba “la fuerte relación y apoyo de la nación al establishment islámico”. En la prensa extranjera, la visita fue considerada de forma generalizada como un intento del líder supremo de reforzar su  respaldo entre la cada vez más crítica élite clerical del país.

Probablemente no sea posible, o deseable, pedir a Google News que pase a dedicarse a bloquear, o a filtrar de cualquier otra manera, las noticias que llegan de fuentes discutibles. La propaganda depende a menudo del cristal con que se mira. Mientras pocos lectores estadounidenses ponen objeciones a recibir noticias de la BBC, financiada en parte por el Foreign Office británico, muchos encuentran a la cadena por satélite Al Yazira, de financiación qatarí, totalmente sesgada. ¿Se la debería bloquear junto a la agencia china de noticias Xinhua? ¿Y qué hay de las historias que provienen de Voice of America y Radio Free Europe, financiadas por el contribuyente estadounidense?

Controlar los contenidos de esta forma contradeciría directamente la filosofía que guía al motor de búsqueda, que, según dice Zuckerman, tradicionalmente se ha basado en hacer “elegir al algoritmo en vez de que elija el humano”. Por otro lado, Google ya etiqueta algunas historias como post de blogs, comunicados de prensa o contenido pagado, y que no son artículos informativos, pero Gaither explicó la reticencia de la compañía a ampliar más la categorización.

“Una cosa que no hemos hecho es etiquetar nada según cualquier percepción de prejuicios políticos”, dice. “Sentimos que ése es un terreno resbaladizo en el que realmente no queremos adentrarnos”.

“¿Sabe la gente que lo que están viendo es una filial que pertenece en su totalidad a un gobierno autoritario hostil?”

Pero quizá el sitio podría ofrecer más información para dejar que fueran los lectores quienes tomaran por sí mismos esas decisiones personales. “Agradecería que Google hiciera más fácil verificar la fuente y averiguar lo que sabemos de ella, ver su cobertura y quizá un perfil de ellas. Se me ocurre que ésa sería una manera razonable de manejarlo”, dice Zuckerman.

Google News es únicamente un ejemplo de cómo Internet está lentamente cambiando el equilibrio de poder en la información. Durante la guerra fría, Estados Unidos y Gran Bretaña introdujeron Voice of America y el servicio internacional de la BBC en los países comunistas, proporcionando una alternativa a los medios estatales, mientras que las copias de Pravda eran bastante difíciles de conseguir en Occidente. Hoy, medios como Russia Today  y PressTV de Irán están revirtiendo la tendencia, ofreciendo una narrativa alternativa a los acontecimientos globales.

“RT ofrece [a los lectores estadounidenses] historias y opiniones que los impulsan a hacer más preguntas”, dice Simonyan. “Por eso es por lo que recibimos una enorme cantidad de comentarios que nos dicen: ‘Gracias por informar de esta historia, nunca la encontraríamos [en los medios de comunicación mayoritarios]’”.

Y sólo porque un medio tiene una financiación pública eso no quiere necesariamente decir que no sea una fuente útil.

Russia Profile, que es una revista de RIA-Novosti [es] asombrosamente buena”, dice Sestanovich. “Espero que el director no se vea metido en problemas si digo que uno se puede enterar de un montón de cosas malas que están pasando en Rusia a través de ella. Los periodistas que trabajan allí se toman en serio la dignidad profesional y publican piezas de gran calidad sobre todo tipo de temas”.

Pero según Jeffrey Gedmin, presidente de Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE-RL), financiada por EE UU, los lectores estadounidenses no son siempre conscientes de lo que les llega desde medios patrocinados por el Estado más leales.

“Tiene valores de producción muy altos y mezclan suficientes noticias reales como para hacer que no parezca completamente servil y parcial, pero en su mayor parte es básicamente un intento de propaganda del Kremlin”, dice. “¿Sabe la gente que lo que están viendo es una filial que pertenece en su totalidad a un gobierno autoritario hostil?”.

Mientras que una mayoría de estadounidenses ahora obtiene a través de la Red al menos parte de las noticias que recibe y un 62% de los lectores on line dice que usa Internet para enterarse de los sucesos internacionales, todavía dista mucho de estar claro cómo de conscientes son los lectores de los diferentes tipos de fuentes informativas disponibles en agregadores como Google.

Algunos ven el ascenso de los medios informativos propiedad de Estados autoritarios como un asunto estratégico. Walter Isaacson, presidente del Broadcasting Board of Governors, la agencia independiente estadounidense que supervisa RFE/RL y Voice of America, ha descrito la creciente influencia de Russia Today y los medios de su especie en términos crudos, diciendo: “No podemos permitirnos que nuestros enemigos nos superen en cuanto a comunicación”.

Simonyan rechaza la noción de que las emisiones de RT formen parte de una misión de propaganda. “La financiación gubernamental no significa que se sea parcial, de igual modo que la financiación por una empresa privada no significa automáticamente ser independiente”, dice. “Los medios de comunicación financiados por gobiernos y los financiados por empresas tienen una cosa en común: compiten por una audiencia, y está en manos de los espectadores decidir qué ver y qué no ver”.

Desde luego que proporcionar a los usuarios la posibilidad de decidir escuchar todos los lados de la conversación es exactamente para lo que se supone que está Google News y el por qué de su popularidad. Pero ese nivel de elección a menudo significa que los usuarios están expuestos a fuentes con niveles de fiabilidad variables.

En opinión de Google, se espera de los lectores que asuman una mayor responsabilidad en averiguar quién exactamente les está proporcionando la información. Según Gaither, ésa es exactamente la cuestión: “Nosotros ofrecemos una gran cantidad de links diferentes de modo que tú puedas ver cómo sitios diferentes desde perspectivas geográficas y políticas diferentes están cubriendo las noticias del día de modo que puedas hacer tu propia elección personal respecto a en qué fuentes confiar”.

En otras palabras: lector, permanezca alerta.

 

Artículos relacionados