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Pueblo del norte de Albania, donde el Kanun sigue estando vigente. (Antonello NUSCA/Gamma-Rapho via Getty Images)

Aunque a veces cueste diferenciar entre ficción y realidad en el sincrético y esotérico pueblo albanés, el famoso código consuetudinario albanés parece mutar y con ello lo hacen también sus símbolos, sus hábitos, sus obligaciones. Junto al académico Nebi Bardhoshi desciframos de dónde viene y adónde se dirige en este siglo XXI.

En el norte de Albania, los valles y las montañas tienen como epicentro la ciudad de Bajram Curri, nombre en honor al patriota de finales del siglo XIX y principios del XX. Dicen los habitantes que, además de luchar contra los otomanos, este albanés tuvo encuentros con Binak Alia, uno de los ‘mayores’ que administraba justicia en base a los preceptos del Kanun albanés. Famoso hasta el punto de ser uno de los personajes del libro ‘Abril Quebrado’, de Ismail Kadare, Binak Alia refleja ese misticismo, a veces fábula, a veces realidad, que envuelve y persigue al Kanun.

El Kanun albanés es un conjunto de normas legales premodernas cuya codificación se atribuye al notable del siglo XV Lekë Dukagjini. Incluye soluciones para las causas que condicionaban el día a día de la sociedad: el honor, la herencia, los matrimonios, la tierra, aunque siempre destaca la Gjakmarrja o deuda de sangre de los crímenes de honor. Durante siglos mantuvo su vigencia debido a la ausencia de un poder central que administrara justicia en regiones remotas y, actualmente, colisiona con la autoridad del Estado albanés, que ha ido modificando su código legal para sancionar con mayor severidad el aspecto más polémico del Kanun: el crimen de honor. 

“Antes de ser recopilado [lo hizo en su forma escrita el sacerdote Shtjefën Gjeçovi, quien vivió entre los siglos XIX y XX], era parte de la cultura y la ley principal. Se transmitía de forma oral, de la madre al hijo, y la mayoría de las reglas se crearon utilizando el sentido común de la época. Los ‘mayores’, que no tenían que ser mayores sino sabios, aunque coincidía muchas veces, resolvían los casos encontrando soluciones en experiencias pasadas. Era jurisprudencia tradicional”, explica Nebi Bardhoshi, experto en el Kanun y director del Instituto de Antropología Cultural y Estudios del Arte de Albania, y añade que tiene similitudes con otros códigos consuetudinarios de la época: “Era una tradición mediterránea. En Creta, Cerdeña o Marruecos encontramos códigos tradicionales similares. Creo que fueron las mismas condiciones sociales y económicas las que los llevaron a tomar las mismas soluciones. Si comparamos las normas consuetudinarias en los Balcanes, son similares”.

Esta serie de normas ha mantenido su vigencia debido a la ausencia de un poder central que impartiera justicia en regiones remotas e inaccesibles del norte de Albania y Kosovo. Simplemente, era más fácil encargar la solución de las disputas a personas respetadas, los ‘mayores’, que esperar semanas a obtener una respuesta de la autoridad central. Así, en el abrupto norte del país de las águilas, junto al catolicismo, el credo ...