El sector de la educación superior se transforma. He aquí los cambios en la producción, difusión y consumo del conocimiento.

Vivimos rodeados de cambios, complejidades y de nuevos retos por todas partes. En la gran mayoría de los casos, observamos cómo tendencias similares ya tuvieron lugar en el pasado y cómo situaciones analógicas se producen en otros espacios geográficos. Sin embargo, esto no es lo que está viviendo el sector de la Educación Superior. La razón es tan simple como perturbadora. Estamos inmersos en un cambio de modelo en cuanto a las formas de producción, difusión y consumo del conocimiento, dominado por la cultura digital.

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Estos cambios no son simples cambios técnicos. Estos avances tecnológicos traen consigo la presencia de nuevos jugadores en el campo de la Educación Superior. Nuevas reglas del juego se están implantando para determinar cómo las instituciones deben competir por recursos y estudiantes, y por la identidad de todas las partes interesadas o stakeholders, desde estudiantes a profesores, universidades y sociedad. Sin duda, todos nos vamos a ver afectados por estas nuevas formas de producción, difusión y consumo de conocimiento.

Muchos de estos temas han sido analizados recientemente en una conferencia organizada en IE University bajo el título de Re-inventing Higher education: #Edupreneurship: New Species & Avenues to Differentiation in Higher Education. Expertos de todo el mundo debatieron durante dos días los cambios que se están produciendo en el ámbito de la Educación Superior. Que los panelistas y ponentes fueran de diversa procedencia no es ninguna sorpresa porque la Educación Superior ya no tiene un ámbito homogéneo. El conocimiento se genera ahora en diferentes espacios de aprendizaje que van más allá de las paredes físicas de las aulas para llegar a espacios virtuales conectados. Piensen ustedes en la Wikipedia y en otros tipos de redes sociales que contribuyen a la definición de lo que se contabiliza como conocimiento en nuestras economías y sociedades contemporáneas. Sin embargo, la inversión de fondos de capital privado en la Educación Superior, aunque todavía es relativamente baja, está aumentando a un ritmo de dos dígitos. También estamos observando cómo empresas de medios de comunicación, consultoría y diseño ahora ofrecen servicios de formación profesional que compiten con otras ofertas más convencionales de educación ejecutiva.

¿Significa esto que con estos cambios dejaremos de aprender de la manera tradicional a la que estamos acostumbrados a hacerlo? La respuesta es que no del todo. Estos cambios no suceden linealmente como elementos de formas previas de aprendizaje mezclados con nuevos métodos de maneras que resultan impredecibles. Es más probable que nos dirijamos hacia un modelo de aprendizaje más complejo en el que habrá más allá de una relación one to one entre estudiantes y profesores, y el aprendizaje tendrá lugar gracias a experiencias de interacción mucho más amplias.

Habrá cambios que resultarán evidentes en varios aspectos. Si ponemos de ejemplo el ambiente de aprendizaje tradicional de un aula, aunque seguramente tendremos en el futuro, pasaremos menos tiempo en ellas en términos de ...