La industria farmacéutica gasta miles de millones de euros
en el desarrollo de medicamentos. Con escasas
excepciones, las grandes farmacéuticas se centran en las enfermedades
de los países ricos, mientras dejan de lado las que diezman los países
pobres.

Consumo ostentoso

El mercado de medicamentos en los países de renta baja es mínimo. África,
por ejemplo, supone menos del 0,5% de las ventas farmacéuticas globales,
pese a que soporta cerca del 25% de la carga mundial de enfermedades, medida
en años de vida sana perdidos por las dolencias.

Descargar Imagen Ampliada

Fuentes: Empresas Investigadoras
y Fabricantes de Productos Farmaceúticos de EE UU, 2004 (PhRMA, en sus
siglas en inglés) y OMS (2004).

 

La brecha mortal

Los habitantes de los países pobres están expuestos a enfermedades
mucho más peligrosas que los ciudadanos de los Estados ricos, por su
geografía, su clima y sus limitados sistemas de salud. Las enfermedades
infecciosas y parasitarias representan un tercio de las enfermedades en dichos
países, mientras que en
los ricos sólo un 2,5%.

Descargar
Imagen Ampliada

Fuente: Proyecto
sobre la Carga Mundial de la Enfermedad de la OMS (2004).

 

Atasco en la
investigación ‘tropical’

La I+D privada no suele dedicarse a resolver problemas sanitarios como la
malaria o la tuberculosis, que asolan los países pobres. De los 1.223
fármacos presentados entre 1975 y 1997, sólo un puñado
trataban las enfermedades tropicales más importantes.

Descargar
Imagen Ampliada

Fuente: Journal
of the American Medical Association.

 

Mercado para las vacunas

Una forma de estimular el desarrollo de productos necesarios en los países
pobres sería que las organizaciones internacionales, los gobiernos y
las fundaciones privadas garantizasen un mercado para las vacunas deseadas.
Así, las empresas tendrían un incentivo para invertir en el desarrollo
de vacunas contra las dolencias comunes. El coste anual por cada vida salvada
sería muy inferior al de otras enfermedades importantes.

Descargar
Imagen Ampliada

Fuente: Health
Affairs, Centro de Desarrollo Global (2004), Red de Investigación
de la Salud Global.

 

India y Goliat

Si las grandes farmacéuticas mundiales se dedican a enfermedades de
los Estados ricos, los países en desarrollo deberían poder orientar
sus investigaciones a las dolencias que matan a sus habitantes. Algunos poseen
industrias farmacéuticas incipientes, pero los recursos económicos
disponibles son mínimos en comparación con las grandes empresas
del sector. La industria farmacéutica india es la cuarta del mundo en
volumen, pero su investigación se dirige con frecuencia a los mercados
occidentales.

Descargar
Imagen Ampliada

Fuentes: Organización
de Productores Farmaceúticos de India, Pharmaceutical Industry
Profile (2004). Las cifras de la industria global corresponden a
las empresas miembro de PhRMA.

 

La industria farmacéutica gasta miles de millones de euros
en el desarrollo de medicamentos. Con escasas
excepciones, las grandes farmacéuticas se centran en las enfermedades
de los países ricos, mientras dejan de lado las que diezman los países
pobres. Rachel Glennerster, Michael Kremer y Heidi
Williams

Consumo ostentoso

El mercado de medicamentos en los países de renta baja es mínimo. África,
por ejemplo, supone menos del 0,5% de las ventas farmacéuticas globales,
pese a que soporta cerca del 25% de la carga mundial de enfermedades, medida
en años de vida sana perdidos por las dolencias.

Descargar Imagen Ampliada

Fuentes: Empresas Investigadoras
y Fabricantes de Productos Farmaceúticos de EE UU, 2004 (PhRMA, en sus
siglas en inglés) y OMS (2004).

 

La brecha mortal

Los habitantes de los países pobres están expuestos a enfermedades
mucho más peligrosas que los ciudadanos de los Estados ricos, por su
geografía, su clima y sus limitados sistemas de salud. Las enfermedades
infecciosas y parasitarias representan un tercio de las enfermedades en dichos
países, mientras que en
los ricos sólo un 2,5%.

Descargar
Imagen Ampliada

Fuente: Proyecto
sobre la Carga Mundial de la Enfermedad de la OMS (2004).

 

Atasco en la
investigación ‘tropical’

La I+D privada no suele dedicarse a resolver problemas sanitarios como la
malaria o la tuberculosis, que asolan los países pobres. De los 1.223
fármacos presentados entre 1975 y 1997, sólo un puñado
trataban las enfermedades tropicales más importantes.

Descargar
Imagen Ampliada

Fuente: Journal
of the American Medical Association.

 

Mercado para las vacunas

Una forma de estimular el desarrollo de productos necesarios en los países
pobres sería que las organizaciones internacionales, los gobiernos y
las fundaciones privadas garantizasen un mercado para las vacunas deseadas.
Así, las empresas tendrían un incentivo para invertir en el desarrollo
de vacunas contra las dolencias comunes. El coste anual por cada vida salvada
sería muy inferior al de otras enfermedades importantes.

Descargar
Imagen Ampliada

Fuente: Health
Affairs, Centro de Desarrollo Global (2004), Red de Investigación
de la Salud Global.

 

India y Goliat

Si las grandes farmacéuticas mundiales se dedican a enfermedades de
los Estados ricos, los países en desarrollo deberían poder orientar
sus investigaciones a las dolencias que matan a sus habitantes. Algunos poseen
industrias farmacéuticas incipientes, pero los recursos económicos
disponibles son mínimos en comparación con las grandes empresas
del sector. La industria farmacéutica india es la cuarta del mundo en
volumen, pero su investigación se dirige con frecuencia a los mercados
occidentales.

Descargar
Imagen Ampliada

Fuentes: Organización
de Productores Farmaceúticos de India, Pharmaceutical Industry
Profile (2004). Las cifras de la industria global corresponden a
las empresas miembro de PhRMA.

 

Rachel Glennerster es directora
ejecutiva del Poverty Action Lab (Laboratorio Acción sobre la Pobreza)
del MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts, EE UU).

Michael Kremer
ocupa la cátedra Gates de sociedades en desarrollo en la Universidad
de Harvard. Heidi Williams prepara el doctorado en Harvard.