Las recompensas de la mundialización -desarrollo
económico,
reducción de costes comerciales e incremento de las rentas- han
convertido la obesidad en una pandemia mundial, y no sólo para los países
más ricos. Si no se pone remedio, la salud de las economías emergentes
se quebrará por el
exceso de grasa.

 

 

 

 

 

 

 

Gráficos: Bevia
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Las recompensas de la mundialización -desarrollo
económico,
reducción de costes comerciales e incremento de las rentas- han
convertido la obesidad en una pandemia mundial, y no sólo para los países
más ricos. Si no se pone remedio, la salud de las economías emergentes
se quebrará por el
exceso de grasa. Kelly Brownell y Derek Yach

 

 

 

 

 

 

 

Kelly Brownell y Derek Yach son,
respectivamente, director y director asociado del Centro Rudd para la Política
Alimentaria y la Obesidad de la Universidad de Yale, Connecticut (EE UU).

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