Vista de la ciudad de Daraa tras un bombardeo, Siria. (Mohamad Abazeed/AFP/Getty Images)

Dos libros recientes ayudan a comprender los orígenes, la evolución y la realidad de la guerra en Siria.

Bajo la bandera del terror. Un viaje a las entrañas de Daesh

Sami Moubayed

Ediciones Península, Barcelona, 2016

Siria. Revolución, sectarismo y yihad

Ignacio Álvarez-Ossorio

La Catarata, Madrid, 2016

La rutina de la indiferencia mediática parece haberse asentado sobre la guerra de Siria. Su extensión en el tiempo y la falta de una solución visible ha hecho que solo vuelva a las primeras planas por sucesos aislados, la mayoría de ellos sumamente dramáticos.

Por otra parte, comprender lo que está pasando en Siria es una tarea tremendamente difícil. Lo que comenzó como un levantamiento popular contra un régimen corrupto y opresor se vio pronto transformado en el escenario donde los principales poderes regionales iban a librar sus propias batallas. Donde Rusia iba a tratar de recuperar su estatus de potencia mundial, donde los países occidentales -con Estados Unidos a la cabeza y con la Unión Europea detrás- iban a mostrar su incapacidad, o su falta de voluntad, para marcar una diferencia real y donde el yihadismo global iba a lograr su mayor proyección.

Como el paso del tiempo está demostrando, seis años después de iniciarse, la guerra de Siria se ha convertido en el conflicto más complejo de cuantos existen hoy, con un grado de violencia y de intereses interconectados que hacen descartar además un final razonablemente cercano.

La continua y rápida sucesión de acontecimientos impide a menudo un análisis con la suficiente perspectiva, pero en los últimos meses varios libros han tratado de arrojar alguna luz sobre los orígenes y los motivos que explican cómo se ha llegado hasta aquí. Entre ellos, Bajo la bandera del terror, de Sami Moubayed, bucea en las raíces históricas e ideológicas de Daesh, mientras que Siria. Revolución, sectarismo y yihad, de Ignacio Álvarez-Ossorio, ofrece un resumen de la evolución cronológica de la guerra y de los diversos actores y factores que en ella intervienen.

Con el subtítulo Un viaje a las entrañas de Daesh, el historiador sirio Sami Moubayed acerca en Bajo la bandera del terror, de un modo sencillo y accesible para un lector no musulmán, los principios religiosos y los personajes que han hecho posible la transformación de un conjunto de radicales religiosos en el grupo terrorista más peligroso del mundo.

Un mercado en Douma, Siria. (Amer Almohibany/AFP/Getty Images)

El libro comienza explicando qué es el califato y quién puede ser califa, -literalmente, el “sucesor de Mahoma”-, tal como se recoge en los hadices (la recopilación de las palabras del Profeta). En un ágil recorrido histórico, repasa los primeros y convulsos tiempos del islam, tanto desde el punto de vista religioso como político, pasando por el nacimiento y la expansión del wahabismo, la interpretación rigorista que se ha extendido ampliamente gracias al petropoder de Arabia Saudí. Su objetivo no es otro que demostrar la falta de legitimidad y las falsedades del califato proclamado por Abu Bakr al Bagdadi, el líder de Daesh, en junio de 2014. Pese a ello y pese a las múltiples manifestaciones de teólogos y personalidades musulmanas negando la autoridad del autoproclamado califa, Al Bagdadi, un personaje desconocido y oscuro, ha sabido aprovechar magistralmente el inmenso caos en Siria e Irak y la falta de un liderazgo fuerte en el mundo suní para extender su poder y su influencia mucho más allá de lo imaginable.

A partir de ahí, Moubayed va presentando, uno a uno, a los hombres y a los grupos que han ido trazando el camino de un islam más radical, así como de los motivos que han justificado esa evolución en cada caso, desde los Hermanos Musulmanes hasta Daesh, pasando por Al Qaeda y sus múltiples ramificaciones. Especialmente interesante resulta su relato de su desarrollo en Siria, su propio país; un lugar donde la dictadura de Háfez al Asad y del Baaz se convirtió en el fértil campo de cultivo del extremismo que luego hemos visto florecer durante el mandato de su hijo.

Además de a las personas y los grupos, el historiador dedica también su atención al fenómeno de los yihadistas extranjeros y de la mujer, así como a la vida dentro del territorio que controla Daesh, sus métodos de propaganda, captación e internacionalización.

No es fácil transmitir todo el entramado de maestros y discípulos, de lugares y doctrinas, de seguidores y enemigos que alimentan la historia del islam; Moubayed, sin embargo, utiliza un agudo sentido pedagógico, pensando sobre todo en lectores no musulmanes. Una sencilla muestra de ello es la explicación que da de cada nombre propio, que ayuda a entender el origen geográfico o la filiación de cada uno de los personajes. Por otra parte, junto a la descripción histórica el libro se basa en numerosos testimonios directos, lo cual le otorga un sentido de cercanía que va más allá de lo que se recoge habitualmente en una obra de estas características. Guiado, posiblemente, también por su espíritu de historiador, el autor presenta los hechos sin emitir juicios de valor, si bien esta neutralidad formal queda superada por la brutalidad de muchos de los episodios que narra.

En el lado de lo mejorable, cabe señalar un cierto descuido en la traducción y en el acabado de la edición castellana.

Por su parte, el profesor y arabista Ignacio Álvarez-Ossorio busca ofrecer un resumen ordenado y comprensible de los factores más relevantes de este conflicto fratricida en Siria. Revolución, sectarismo y yihad. En esta breve y concisa obra, comienza describiendo la Siria de los Assad antes de 2011: un régimen controlado por el ala militar del Baaz que utilizó la ideología arabista para atraer al abanico de minorías confesionales en un país de mayoría musulmana suní; un régimen que sin embargo acaba instrumentalizando la religión en su favor bajo la apariencia del laicismo y el igualitarismo.

Es en ese contexto donde la chispa encendida por el efecto dominó de la Primavera Árabe, a partir de 2011, va a alcanzar las terribles consecuencias que todavía se viven hoy. Si en un principio pudo parecer que Bashar al Assad seguiría la misma suerte que los mandatarios de Túnez y Egipto, la dura reacción del régimen contra los manifestantes que clamaban contra la corrupción y la represión desencadenó una ola de violencia sin precedentes.

Álvarez-Ossorio va tocando de un modo ágil, sin renunciar a la profundidad, las múltiples dimensiones que conforman el conflicto: los diversos elementos del régimen y sus estrategias a lo largo del tiempo -el uso sistemático de la violencia y la tortura, la resiliencia, la tierra quemada, el uso de armas químicas, reformas cosméticas, etc.-; las diferentes facciones de la oposición y sus evoluciones -por un lado, los activistas, los comités de coordinación local, el Ejército de Liberación Sirio, el Consejo Nacional Sirio y la Coalición Nacional de Fuerzas de la Revolución y la Oposición Sirias; por otro, toda la miríada de grupos armados, yihadistas unos, islamistas moderados otros, que se encuentran distribuidos a lo largo de todo el país y que han ido cambiando a menudo de nombres y de alianzas-; el papel de las potencias regionales -Irán, Arabia Saudí, Turquía, Qatar-; la catástrofe humanitaria que ha generado la guerra y el flujo de refugiados; y los, de momento estériles, intentos de encontrar una solución. En este último espacio analiza asimismo las actuaciones de Rusia y de Estados Unidos.

El libro dedica también un capítulo a lo que denomina “la tormenta yihadista”: a cómo Siria se ha convertido en el campo de batalla perfecto para la lucha regional y global de las facciones más extremas del yihadismo, así como en escenario de sus múltiples mutaciones.

Pese a la cercanía temporal -la obra se estaba escribiendo al tiempo que el conflicto seguía, y sigue, latente-, ofrece una visión completa de sus orígenes y de su desarrollo. Para ello utiliza numerosas referencias de artículos y entrevistas publicados en prensa, así como testimonios directos. Una de sus principales aportaciones es la de hacer de “traductor” de la compleja realidad siria a una audiencia española, frente a las interpretaciones pasadas por el filtro anglosajón que predominan habitualmente. Muestra de ello  es, precisamente, que bastantes de los medios de comunicación citados como fuente son españoles.

El final del libro analiza los fallidos intentos de alcanzar una solución, con una crítica directa a la incapacidad de la comunidad internacional -y muy especialmente la occidental- de ofrecer una salida a la tragedia humana y a la encrucijada geopolítica que la guerra de Siria ha desencadenado.