Casi dos años después de declarar unilateralmente su independencia, Kosovo ha dejado de dedicar toda su atención a la seguridad, para pasar a preocuparse por su viabilidad. Veton Surroi, político y editor kosovar de larga trayectoria, cuenta a FP en español que el futuro pasa ineludiblemente por Europa.

   Veton Surroi

FP edición española: ¿Cuáles son hoy los principales desafíos de Kosovo?

Veton Surroi: Uno es cómo hacer funcionar el Estado democrático, porque todavía estamos en fase de transición. Otro, redondear el proceso de diseño del Estado, porque no está acabado; aún funciona dividido, étnicamente, y sin una entera legitimidad europea por no haber sido reconocido por todos los países; falta también la legitimidad de las Naciones Unidas. Y a ello se añade un enorme problema económico, con un 40% de paro. Es un país que durante 20 años ha pasado por numerosos tumultos políticos, incluso una guerra, y no ha tenido la oportunidad de desarrollarse.

FP: Según las autoridades, las recientes elecciones locales han sido un éxito. No hubo ningún incidente y la participación de la comunidad serbia alcanzó el 25% [frente al 14% en las últimas elecciones serbias]. ¿Cómo definiría la salud democrática de Kosovo?

VS: Es una democracia frágil. La luna de miel con la transición está más o menos acabada y ahora hay que hacer funcionar el Estado. Aunque somos una democracia electoral, no somos todavía completamente una democracia funcional. Es un caso en el que la presencia de la comunidad internacional es esencial y una de las razones por las que tenemos Eulex (la misión civil europea para construir el Estado de derecho), por la debilidad de nuestras instituciones.

Por otro lado, nuestra relación con la comunidad serbia debe pasar por un proceso de integración, y como tal proceso, no puede ocurrir de la noche a la mañana. Lo que hemos visto ahora con las elecciones es que ha crecido el número de serbios que quieren participar. La existencia del Estado Independiente de Kosovo es una realidad y eso no va a cambiar. La comunidad serbokosovar acabará acomodándose a la realidad.

FP: Pero Serbia sigue convencida de que Kosovo es una región que algún día regresará a su seno.

VS: Es un gran problema psicológico de la gente en Belgrado, desde la época de Milosevic, no es de ahora. No ha reconocido nada de lo que ha pasado desde el año 89. Milosevic incluso no reconocía entonces que el comunismo se derrumbaba y en el 90 era el único que quería hacer un experimento que no coincidía con ninguno de los valores de la democracia liberal. Así que la sociedad serbia se ha pasado 20 años no admitiendo los cambios de la realidad: ha sido necesario mucho tiempo para que Serbia reconozca que hay un estado independiente croata o uno bosnio Y este de Kosovo es el último que no quiere reconocer, tal vez un poco más agudizado por el mito nacionalista.

FP: ¿Hasta cuándo cree que será necesaria la presencia internacional?

VS: Habrá presencia internacional hasta que Kosovo sea capaz de integrarse en las estructuras euro-atlánticas. La OTAN y la UE estarán aquí hasta entonces. El desafío es llegar a un equilibrio, para no alargar las misiones innecesariamente, porque muy a menudo siguen la naturaleza interna de la burocracia y tienden a autoextenderse, a renovar su mandato.

Si Kosovo estuviera aislado, harían falta muchos años, muchas décadas. Pero tenemos la suerte geográfica de estar en Europa, en el momento en que esta zona tiene que moverse hacia la plena integración europea.

FP: ¿Cuál es el modelo económico que debería seguir Kosovo, ahora que está en un momento de poder definirlo?

VS: Deberíamos tener una base para que funcione el mercado. Mejorar drásticamente las políticas de financiación del crédito para las empresas pequeñas y medianas que quieren operar en ese mercado y tener un programa económico que vea el proceso de integración europea como el marco general de desarrollo. El hecho de que nuestra población sea muy joven -el 70% está por debajo de los 30 años- hace que los cambios en la sociedad sean mucho más rápidos y necesarios que en otros lugares.

FP: Como editor, ¿cómo está la libertad de prensa en Kosovo?

"El Gobierno presente no tiene una inspiración muy democrática en su relación con los medios"

VS: Hemos visto un cambio negativo en la interacción de prensa y autoridades. El Gobierno presente no tiene una inspiración muy democrática en su relación con los medios y uno de sus objetivos es el control de la prensa. Afortunadamente, hay medios de comunicación aquí que tienen su vértebra intacta y que mantienen el mismo cauce de independencia que necesita el país. Son mucho más conscientes que el Gobierno de que la prensa es uno de los pilares de la democracia.

FP: ¿Por qué cree que España no ha reconocido la independencia de Kosovo? ¿Y qué perspectivas tienen con la próxima Presidencia española de la Unión Europea?

VS: Creo que no fue una cuestión ideológica. Más bien fue una coincidencia política en la que España no se sentía muy a gusto con los desarrollos y se quería reservar su propia opinión. Con esto no hemos resuelto el problema. España simplemente se ha aislado de un proceso que es irreversible y va a tener que revisar esta situación. No creo que quiera estar en el eje de las tres emes: Managua, Madrid, Moscú, tres capitales que están ahora en el mismo equipo. Por muchas razones, pero una de las más importantes es que España, que es uno de los grandes países europeos, tiene que asumir más responsabilidad. El no reconocer Kosovo es no asumirla.

Como hasta ahora no se han dado pasos en otro sentido, no creo que haya cambios durante la Presidencia. Lo que sí espero de España es que respete el hecho de que la mayoría absoluta de la comunidad europea ha reconocido a Kosovo.

Veton Surroi es editor del diario en albanés Koha Ditore.