
El Sahel se ha convertido en una región estratégica tanto para España como para la Unión Europea. Se considera la región más compleja del continente africano por diversos factores tangibles e intangibles: las condiciones climáticas, geográficas y políticas. La implicación de los países de la Unión Europea y de España, particularmente, es importante para la gestión de unas debilitadas fronteras atravesadas por los grupos del crimen organizado, indisociables del fenómeno yihadista o secesionista.