En el último lustro, el grupo islamista ha logrado recuperarse en el plano militar, insertarse en el Gobierno libanés con derecho a veto y restablecer una nueva imagen a través de una eficaz estrategia ideológica.
El arma más novedosa de Hezbolá es la ideológica. La mini guerra de mayo de 2008 supuso un revés para su imagen ante sus conciudadanos, que consideraron que usaba sus armas contra hermanos libaneses. Hoy el Partido de Dios se ha reforzado en el ámbito nacional, mantiene su popularidad en el mundo árabe y musulmán e incluso relaciones con algunos gobiernos occidentales que realizan visitas oficiales u oficiosas a sus representantes políticos.
Hezbolá cuenta con canales de televisión como Al Manar o prensa afín como Al Safir o Al Akhbar. Cuando su líder, el jeque Hasán Nasralá, emite un discurso televisado, todo Líbano independientemente de la confesión de cada barrio, se congela ante sus pantallas. Consciente del poder que supone la batalla mediática en las guerras contemporáneas, la apertura del museo militar de Mlita, cerca de la ciudad de Nabatiye, es un nuevo y claro mensaje de la milicia. Por un lado, induce al resto del mundo y a Israel a especular sobre la capacidad y recuperación armamentística de Hezbolá. Por otro, y en código propagandístico, intenta dirigirse a la sociedad libanesa para hacerles partícipes del imaginario que supone la resistencia, el concepto sobre el que se sustenta toda la retórica y existencia de esta formación islamista desde su creación. Para ello usa un lenguaje moderno, combate la etiqueta de grupo terrorista y toma la iniciativa al crear su propia imagen de marketing como movimiento de resistencia.
En paralelo, Hezbolá se apropia de cada victoria mediática frente a Israel. En 2000 el Partido de Dios logró transformar la retirada unilateral del Ejército israelí en la histórica victoria de una milicia árabe. Imaginario que repitió en julio de 2006 con la guerra de 33 días. Mientras que en otros países es el gobierno quien recibe a sus héroes, en Líbano es Hezbolá quien se encargara de hacer el primer homenaje público a los héroes en la lucha contra Israel (a pesar de que no fueran miembros de su formación) como ocurriera en 2008 con el druso Samir Kontar, excarcelado por Tel Aviv, los cuatro libaneses que iban a bordo de la flotilla de la libertad o más recientemente al fallecido ayatolá Husein Fadlalá, a pesar del distanciamiento de éste en el plano teológico.
Pero los logros de Hezbolá no se limitan a la batalla ideológica. Desde 2006, ha mantenido una presión política que se suavizó tras obtener el poder de veto en el Consejo de Ministros en 2008. Lo que le permite bloquear y paralizar al Gobierno libanés en toda decisión que le sea contraria, desde el desarme de su ...
El arma más novedosa de Hezbolá es la ideológica. La mini guerra de mayo de 2008 supuso un revés para su imagen ante sus conciudadanos, que consideraron que usaba sus armas contra hermanos libaneses. Hoy el Partido de Dios se ha reforzado en el ámbito nacional, mantiene su popularidad en el mundo árabe y musulmán e incluso relaciones con algunos gobiernos occidentales que realizan visitas oficiales u oficiosas a sus representantes políticos.
![]() | ||||
El discurso televisado del líder de Hezbolá, el jeque Hasán Nasralá. |
Hezbolá cuenta con canales de televisión como Al Manar o prensa afín como Al Safir o Al Akhbar. Cuando su líder, el jeque Hasán Nasralá, emite un discurso televisado, todo Líbano independientemente de la confesión de cada barrio, se congela ante sus pantallas. Consciente del poder que supone la batalla mediática en las guerras contemporáneas, la apertura del museo militar de Mlita, cerca de la ciudad de Nabatiye, es un nuevo y claro mensaje de la milicia. Por un lado, induce al resto del mundo y a Israel a especular sobre la capacidad y recuperación armamentística de Hezbolá. Por otro, y en código propagandístico, intenta dirigirse a la sociedad libanesa para hacerles partícipes del imaginario que supone la resistencia, el concepto sobre el que se sustenta toda la retórica y existencia de esta formación islamista desde su creación. Para ello usa un lenguaje moderno, combate la etiqueta de grupo terrorista y toma la iniciativa al crear su propia imagen de marketing como movimiento de resistencia.
En paralelo, Hezbolá se apropia de cada victoria mediática frente a Israel. En 2000 el Partido de Dios logró transformar la retirada unilateral del Ejército israelí en la histórica victoria de una milicia árabe. Imaginario que repitió en julio de 2006 con la guerra de 33 días. Mientras que en otros países es el gobierno quien recibe a sus héroes, en Líbano es Hezbolá quien se encargara de hacer el primer homenaje público a los héroes en la lucha contra Israel (a pesar de que no fueran miembros de su formación) como ocurriera en 2008 con el druso Samir Kontar, excarcelado por Tel Aviv, los cuatro libaneses que iban a bordo de la flotilla de la libertad o más recientemente al fallecido ayatolá Husein Fadlalá, a pesar del distanciamiento de éste en el plano teológico.
Pero los logros de Hezbolá no se limitan a la batalla ideológica. Desde 2006, ha mantenido una presión política que se suavizó tras obtener el poder de veto en el Consejo de Ministros en 2008. Lo que le permite bloquear y paralizar al Gobierno libanés en toda decisión que le sea contraria, desde el desarme de su ...
Artículo
para suscriptores
Para disfrutar de todos nuestros contenidos suscríbete hoy:
Plan mensual
3,70€/mes
- Asiste a eventos en exclusiva
- Recibe la Newsletter mensual ‘Cambio de foco’ con contenidos de actualidad
- Participa activamente en la elección de los contenidos de esglobal
- Accede a todos los contenidos semanales
- Accede al archivo de artículos desde 2007
- Descarga todos los artículos en PDF
Plan anual
37€/mes
- Asiste a eventos en exclusiva
- Recibe la Newsletter mensual ‘Cambio de foco’ con contenidos de actualidad
- Participa activamente en la elección de los contenidos de esglobal
- Accede a todos los contenidos semanales
- Accede al archivo de artículos desde 2007
- Descarga todos los artículos en PDF