El auge de los BRIC es inevitable, pero el declive de Europa no lo es.


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El auge de los BRIC (Brasil, Rusia, India y China), el declive de la Unión Europea o la fragmentación del poder europeo son frases que se pueden leer diariamente en periódicos de todo el mundo. Airear el éxito de los BRIC, sobre todo en aspectos económicos, pero también en otras áreas, se ha convertido en un lugar común, especialmente en el caso de China. El ascenso de los BRIC ha sido elegido como el acontecimiento número uno de la última década por el columnista de Foreign Policy, David Rothkopf, por encima de la crisis de la eurozona y la crisis de las hipotecas subprime de 2008 que se originó en EE UU. En paralelo, el supuesto declive del proyecto europeo ha sido citado también en incontables ocasiones. Las debilidades y la marginación de la UE, la primacía de los intereses nacionales en detrimento de los europeos en cuanto a la política exterior de la Unión y las divisiones y presiones centrífugas introducidas por las carencias en el diseño del euro han llenado las portadas de los periódicos internacionales. En este contexto el auge de los BRIC ha ayudado a subrayar el declive de Europa en los ojos del mundo internacional y al mismo tiempo ha debilitado seriamente la autoestima de los propios europeos. Mientras que los BRIC crecen sostenidamente, los europeos están en crisis y les suplican que les ayuden a resolver sus problemas económicos.

Desde la última década, las cifras y la información que hemos conocido sobre los logros de los BRIC demuestran que su nueva posición en el sistema internacional no es discutible. Por ejemplo, las predicciones de Goldman Sachs sobre cuándo alcanzarían los países emergentes a los miembros del G-6 (Estados Unidos, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia e Italia) han tenido que ser revisadas sistemáticamente, ya que han subestimado el potencial de los BRIC. En 2003 las predicciones decían que China rebasaría a Japón en 2016 y a EE UU en 2041, pero el gigante asiático ya superó a su vecino en 2010 y muchos pronostican que China sobrepasará a Estados Unidos en menos de diez años. Además, las predicciones sobre el tamaño de las economías de los BRIC han tendido siempre a infravalorar su crecimiento económico: en 2003 se decía que en 2008 el PIB brasileño sería de 667.000 millones de dólares (unos 490 millones de euros). Sin embargo, al final alcanzó la cifra de 1,5 billones de dólares, casi duplicando la previsión original. Pero los BRIC también lideran en dos magnitudes esenciales: energía y demografía. Rusia es un actor energético importante, ya que tiene las primeras reservas mundiales de gas y las octavas de petróleo mientras que China se convirtió en 2009 en la primera consumidora de energía del planeta con un consumo un 4% superior al de EE UU. E India, ...