Muchos periodistas ven su oficio como un sacerdocio. En el caso de la Missionary
Service News Agency (www.misna.org)
es literalmente verdad: se trata de la primera agencia de noticias misionera
y tiene en nómina a unos 35.000 corresponsales repartidos en los lugares
más remotos del planeta. Creada y dirigida desde 1997 por el padre comboniano
italiano Giulio Albanese, de 44 años, un apasionado, a partes iguales,
de Dios, los ordenadores y África, se ha convertido en sólo seis
años en un referente para quienes buscan noticias sobre aquellos países
que no suelen ocupar las primeras páginas de los periódicos, salvo
catástrofe o genocidio.

Ilustración

Desde los inicios del periodismo, los misioneros han sido una fuente inagotable
de información para corresponsales y reporteros de guerra. La única
diferencia es que ahora todos esos datos están en la Red: de África
a América Latina, de Indonesia a Bangladesh y con un solo click. La iniciativa
ha tenido tanto éxito que MISNA es ahora citada con frecuencia por medios
tan prestigiosos como International Herald Tribune, Le Monde, Reuters, France
Presse o la BBC. "El secreto de MISNA es su estrecha relación con
miles de misioneros, voluntarios y miembros de ONG presentes en los cinco continentes.
Son fuentes privilegiadas que asisten en directo a los acontecimientos y que
están al servicio de la verdad del Evangelio. Han conseguido establecer
una red de información alternativa, alejada del maniqueísmo y
de los estereotipos occidentales y de los centros de poder. Son la voz de los
sin voz", dice Giulio Albanese.

La tarea es ingente y MISNA no puede competir en medios, pero sí en
ingenio con los gigantes de la información. En su sede central de via
Levico, en Roma, sólo hay unos cuantos teléfonos, un fax y varios
ordenadores. Una decena de jóvenes periodistas recogen, procesan, seleccionan
y dan forma a las noticias que llegan de todo el mundo por cualquier medio de
comunicación conocido: fax, módem, ordenador, teléfono
satélite o móvil, y las verifican dos veces antes de lanzarlas
a la Red (una norma casi olvidada en muchas redacciones occidentales). El servicio
online de la agencia, que se actualiza a diario, es gratuito y está disponible
en tres idiomas (inglés, francés e italiano), aunque los archivos
y los informes mensuales que elaboran son de pago.

PÁGINAS DE INTERNET QUE MARCAN TENDENCIAS

Fe en la información

Muchos periodistas ven su oficio como un sacerdocio. En el caso de la Missionary
Service News Agency (www.misna.org)
es literalmente verdad: se trata de la primera agencia de noticias misionera
y tiene en nómina a unos 35.000 corresponsales repartidos en los lugares
más remotos del planeta. Creada y dirigida desde 1997 por el padre comboniano
italiano Giulio Albanese, de 44 años, un apasionado, a partes iguales,
de Dios, los ordenadores y África, se ha convertido en sólo seis
años en un referente para quienes buscan noticias sobre aquellos países
que no suelen ocupar las primeras páginas de los periódicos, salvo
catástrofe o genocidio.

Ilustración

Desde los inicios del periodismo, los misioneros han sido una fuente inagotable
de información para corresponsales y reporteros de guerra. La única
diferencia es que ahora todos esos datos están en la Red: de África
a América Latina, de Indonesia a Bangladesh y con un solo click. La iniciativa
ha tenido tanto éxito que MISNA es ahora citada con frecuencia por medios
tan prestigiosos como International Herald Tribune, Le Monde, Reuters, France
Presse o la BBC. "El secreto de MISNA es su estrecha relación con
miles de misioneros, voluntarios y miembros de ONG presentes en los cinco continentes.
Son fuentes privilegiadas que asisten en directo a los acontecimientos y que
están al servicio de la verdad del Evangelio. Han conseguido establecer
una red de información alternativa, alejada del maniqueísmo y
de los estereotipos occidentales y de los centros de poder. Son la voz de los
sin voz", dice Giulio Albanese.

La tarea es ingente y MISNA no puede competir en medios, pero sí en
ingenio con los gigantes de la información. En su sede central de via
Levico, en Roma, sólo hay unos cuantos teléfonos, un fax y varios
ordenadores. Una decena de jóvenes periodistas recogen, procesan, seleccionan
y dan forma a las noticias que llegan de todo el mundo por cualquier medio de
comunicación conocido: fax, módem, ordenador, teléfono
satélite o móvil, y las verifican dos veces antes de lanzarlas
a la Red (una norma casi olvidada en muchas redacciones occidentales). El servicio
online de la agencia, que se actualiza a diario, es gratuito y está disponible
en tres idiomas (inglés, francés e italiano), aunque los archivos
y los informes mensuales que elaboran son de pago. -Cecilia Ballesteros