Puede que una imagen valga más que mil palabras, pero por lo que parece hacen falta 100 millones de fotografías para realizar un mapa.

Un nuevo mapa: Vietnam, generado a partir de fotos de Flickr.

 

La imaginación de los ingenieros de Flickr –una conocida web que permite a los usuarios subir y compartir fotos en la Red– ha descubierto una forma de utilizar la información proporcionada por millones de internautas para crear una fotografía del mundo que va cambiando continuamente.

Cuando alguien cuelga una fotografía en Flickr, puede etiquetar geográficamente la localidad donde se ha tomado la imagen. Los teléfonos con cámara GPS, como el iPhone de Apple, realizan el proceso automáticamente. Después, Flickr utiliza estas coordenadas para identificar desde el barrio o la ciudad hasta el continente donde se hizo la foto, un proceso conocido como “GeoCoding inverso”. El contenido de la fotografía en sí es irrelevante, sólo es útil la información geográfica.

El equipo de desarrollo de la empresa pensó que con los 90 millones de fotografías etiquetadas geográficamente que tenía registradas podría crearse un plano.

Pero no se trata de una tarea fácil. “Hay lugares en el mundo”, como las zonas más altas de Norteamérica, “que carecen de suficientes fotos para trazar el mapa”, reconoce Dan Catt, el ingeniero adjunto de Flickr que encabeza el proyecto. Flickr necesita aproximadamente 10.000 fotos para generar el plano de tan sólo una localidad.

Además, el GeoCoding inverso es más difícil de lo que parece. Los asistentes a una conferencia sobre tecnología en 2007 en San Diego (EE UU) subieron sus fotografías a Flickr sólo para comprobar que quedaban etiquetadas como tomadas en la cárcel del condado. Flickr permite a los usuarios corregir la información geográfica que proporciona la propia web, pero eso acarrea ciertos problemas. Puede que, por ejemplo, quienes viven en Londres no sepan bien dónde acaba el Soho y dónde empieza Covent Garden.

Por el momento, Catt considera que la idea de los mapas es “un gran proyecto”, pero espera que cuando se publiquen en su página web Flickr pueda “devolver” a los usuarios la habilidad para definir aquello que les rodea y señalar cómo van cambiando estas descripciones con el tiempo. “La mayoría de la información de geolocalización proviene de fuentes gubernamentales. Y no siempre se corresponde con lo que están viendo las personas realmente”, dice. La geografía, en otras palabras, acaba de convertirse en algo generado por los internautas.