Etiquetando a los intocables: estudiantes en Rajastán, India.
Etiquetando a los intocables: estudiantes
en Rajastán, India.
 

Los votantes de la India rural echaron del poder al partido Bharatiya Janata
en 2004 porque se sintieron excluidos del boom económico del país.
Sin embargo, el sistema de castas –una forma de jerarquía social
de inspiración religiosa– les tiene más atados que cualquier
política gubernamental.

Los expertos Karla Off y Priyanka Pandey han analizado su posible influencia
sobre el rendimiento económico. Para ello, pagaron algo de dinero a
un grupo de estudiantes de 11 y 12 años de una aldea de India por cada
adivinanza resuelta en un tiempo determinado. Los chicos de las castas inferiores
obtuvieron resultados un poco mejores que sus compañeros, pero sólo
cuando no sabían todavía el rango de los demás. La eficacia
de todos empeoró al anunciarse en voz alta el grupo social de cada uno. “Creemos
que, o bien los niños de los estratos más bajos esperaban que
hubiera discriminación contra ellos, o bien estaban más nerviosos,
o ambas cosas”, afirma Hoff.

Un segundo experimento reveló que los estudiantes de posición
social inferior estaban más motivados cuando los criterios eran objetivos
y previamente establecidos y menos si el sistema de calificación parecía
más subjetivo. “Los niños de las capas bajas esperaban
ser tratados injustamente desde que se hizo público su lugar en la jerarquía
social, algo que les sucede todos los días”, dice Hoff.

Oficialmente, estas distinciones sociales están prohibidas por la Constitución,
redactada en 1948 por un miembro del estamento más bajo, los intocables.
El Estado ha puesto en marcha medidas para acabar con ellas: reservando a los
grupos de rango inferior escaños en las cámaras legislativas
y plazas en las escuelas y en el funcionariado. Pero en las zonas rurales las
viejas creencias se resisten a desaparecer. Por raro que parezca, puede que
el mercado ofrezca una solución. En las ciudades, donde el capitalismo
está más extendido, el dinero suele triunfar sobre el origen.

Etiquetando a los intocables: estudiantes en Rajastán, India.
Etiquetando a los intocables: estudiantes
en Rajastán, India.
 

Los votantes de la India rural echaron del poder al partido Bharatiya Janata
en 2004 porque se sintieron excluidos del boom económico del país.
Sin embargo, el sistema de castas –una forma de jerarquía social
de inspiración religiosa– les tiene más atados que cualquier
política gubernamental.

Los expertos Karla Off y Priyanka Pandey han analizado su posible influencia
sobre el rendimiento económico. Para ello, pagaron algo de dinero a
un grupo de estudiantes de 11 y 12 años de una aldea de India por cada
adivinanza resuelta en un tiempo determinado. Los chicos de las castas inferiores
obtuvieron resultados un poco mejores que sus compañeros, pero sólo
cuando no sabían todavía el rango de los demás. La eficacia
de todos empeoró al anunciarse en voz alta el grupo social de cada uno. “Creemos
que, o bien los niños de los estratos más bajos esperaban que
hubiera discriminación contra ellos, o bien estaban más nerviosos,
o ambas cosas”, afirma Hoff.

Un segundo experimento reveló que los estudiantes de posición
social inferior estaban más motivados cuando los criterios eran objetivos
y previamente establecidos y menos si el sistema de calificación parecía
más subjetivo. “Los niños de las capas bajas esperaban
ser tratados injustamente desde que se hizo público su lugar en la jerarquía
social, algo que les sucede todos los días”, dice Hoff.

Oficialmente, estas distinciones sociales están prohibidas por la Constitución,
redactada en 1948 por un miembro del estamento más bajo, los intocables.
El Estado ha puesto en marcha medidas para acabar con ellas: reservando a los
grupos de rango inferior escaños en las cámaras legislativas
y plazas en las escuelas y en el funcionariado. Pero en las zonas rurales las
viejas creencias se resisten a desaparecer. Por raro que parezca, puede que
el mercado ofrezca una solución. En las ciudades, donde el capitalismo
está más extendido, el dinero suele triunfar sobre el origen.