PORTADA 2

Vladímir Putin, Volodímir Zelenski, la brutal ruptura entre Rusia y Occidente, así como el temor a una III Guerra Mundial, ganan de manera arrolladora en sus respectivas categorías. La guerra de Ucrania se colaba a última hora en la edición de los Óscar de las Relaciones Internacionales 2022, reflejando el impacto de este conflicto armado tanto para Europa como para el escenario geopolítico global. Pocos pensaron que Putin (el malo malísimo de este año por méritos propios) llegaría tan lejos, ni que Zelenski se convertiría en un héroe a ojos de todos o que la amenaza nuclear iba a volver a estar de actualidad.

En la categoría más triste, el peor drama, se impone esa violencia que irrumpe en la vida cotidiana de tantos seres humanos en Ucrania, Etiopía, Oriente Medio, aquí y allí, distintos lugares, la misma tragedia. Por su parte, las campañas de vacunación contra la Covid-19 y la derrota occidental en Afganistán, dos de los grandes temas de este año, se llevan el galardón en mejor historia feliz y remake, respectivamente. Las complicadas relaciones entre España y Marruecos, con sus constantes tira y afloja, salen victoriosas como mejor maniobra política, aunque seguida muy de cerca en votos por el AUKUS.

Las secciones más visuales, la puesta en escena y la tragicomedia, han sido ganadas por el Partido Comunista Chino, con su simbólico cumpleaños, y por el siempre polémico Boris Johnson, pura carne de parodia. La categoría más reñida ha sido la de mejor actor revelación, con Gabriel Boric como vencedor, pero con los microchips y el Volcán de Palma pisándole los talones. En la misma línea del galardón del nuevo presidente chileno, la vuelta de la izquierda en América Latina logra la estatuilla en la mejor película de habla hispana, porque vientos de cambio de ciclo ideológico parecen soplar en la región.

Tras dos años de pandemia, estos últimos 12 meses nos han vuelto a traer maniobras geopolíticas inesperadas, así como episodios y dinámicas de importante transcendencia global. Un año más, los acontecimientos nos muestran que el mundo camina hacia una escenario de mayor incertidumbre y volatilidad.

De nuevo, muchas gracias por participar y esperamos que disfruten de los resultados.

And the winner is…

A la mejor maniobra política

El Pacto AUKUS en Amor a la inglesa.

Por dar un golpe anglosajón al tablero geopolítico del indo-pacífico para el disgusto de China… y de Europa.

Crisis migratoria en la frontera de Ceuta en Extorsión.

Porque Marruecos vuelve a usar la migración como arma arrojadiza contra España.

Turquía y Rusia sacan tajada de la guerra entre Azerbaiyán y Armenia en Su mejor jugada.

Por consolidar su papel de actores imprescindibles en el Cáucaso Sur.

A las mejores historias con final feliz

El posible retorno al acuerdo nuclear con Irán en ¿Cuándo llegamos?

Porque el optimismo (prudente) vuelve a la mesa de negociaciones entre Occidente y Teherán.

Las vacunas reducen la mortalidad por la Covid-19 en Qué bello es vivir.

Porque la ciencia, una vez más, ha demostrado que es la gran aliada del ser humano.

El G20 aprueba el impuesto mínimo global en El día del sí.

Por dar un primer paso hacia un sistema tributario más justo.

A los malos, malísimos

Los talibanes en Malnazidos.

Porque su vuelta al poder es una gran derrota para Afganistán y para el mundo.

El presidente ruso en El diablo se viste de ‘Putin’.

Por estar a punto de ganarse un lugar en el pódium de los peores tiranos de la historia de Europa.

Epidemia de golpes de Estados en África y Myanmar en Juego de sombras.

Porque cada asonada militar alimenta un poco más el retroceso democrático global.

A la mejor puesta en escena

La salida de Orban del Partido Popular Europeo en Tenemos que hablar de ‘Viktor’.

Porque el líder húngaro y los valores europeos son cada vez más incompatibles.

Los 100 años del Partido Comunista Chino en Akelarre.

Porque a estas alturas la formación política puede presumir de resiliencia y poderío.

Los 11 minutos en el espacio de Jeff Bezos en Starman.

Porque la carrera por la privatización del espacio ya ha comenzado.

A la mejor tragicomedia

El buque Ever Given encallado en el Canal de Suez en El gran atasco.

Por asestar un golpecito más a las ya dañadas cadenas de suministro globales.

Boris Johnson y sus fiestones en Downing Street en Juerga hasta el fin.

Porque no hay confinamiento que valga para un premier con ganas de party.

COP26, mucho bla bla bla y poca acción, en Bienvenidos a Zombieland.

Por unos líderes que no están a la altura del desafío de un planeta en extinción.

Protagonista principal

La geopolítica de las vacunas en Diario de comprador(es) compulsiv(os).

Porque la competición global también se juega en el terreno sanitario.

Volodímir Zelenski en Pequeñ(o) (Mr.) Sunshine.

Por pasar de político sin experiencia a héroe de la resistencia ucraniana.

Inflación, precios de la energía y problemas de suministros en Cómo sobrevivir en un mundo material.

Por acercarnos a un escenario económico de auténtico vértigo.

Al mejor actor/actriz revelación

La crisis de los microchips en Cortocircuito.

Por una escasez de semiconductores que va para rato.

Gabriel Boric en Encanto.

Por el triunfo de la socialdemocracia en Chile.

El volcán de La Palma en Cenizas bajo el mar.

Por más de tres meses de erupción sin tregua.

Al peor drama

La crisis de salud mental en Un monstruo de mil cabezas.

Porque la ansiedad, la depresión y los trastornos psiquiátricos son ya un problema global.

Vidas interrumpidas y éxodos forzados en El callejón de las almas perdidas.

Por los sueños truncados a causa de la violencia, aquí y allí, en Ucrania, Afganistán, Etiopía…

Haití en El diablo a todas horas.

Por convertirse en un país en perpetuo colapso.

Al mejor guión original

Alemania y Europa sin Angela Merkel en Hola, ¿está sola?

Por una UE en pleno proceso de reajuste interno tras 15 años de liderazgo alemán.

¿Hacia la III Guerra Mundial? En Tick, tick… Boom!

Por la vuelta a escena del botón nuclear.

Bitcoin ya es moneda oficial en (Cripto)topia.

Por lograr el estatus de divisa de curso legal en El Salvador.

Al mejor remake

La enésima escalada bélica entre Hamás e Israel en Gaza, mon amour.

Porque la paz parece cada vez más lejana.

Afganistán, cementerio de imperios en Arrástrame al infierno.

Porque de nuevo un ejército poderoso sale derrotado en suelo afgano.

Pandora Papers en La lavandería.

Porque ya no es secreto cómo políticos, empresarios y reyes ocultan sus riquezas y evaden impuestos.

A la mejor película de habla hispana

Nicaragua en Being the ‘Ortegas’.

Por un régimen que condena a sus ciudadanos a la crisis económica, la represión y el aislamiento.

La vuelta de la izquierda a América Latina en El viento que nos mueve.

Porque parece que asoma un ciclo de cambio político en el continente.

Las mil caras de la represión de las libertades en Persecución sin límite.

Porque el derecho a protestar en las calles de Colombia o la labor de informar en México se pagan con la vida.

A la mejor película

Adiós pandemia, hola endemia en Aquí me quedo.

Porque la convivencia con el virus se ha vuelto inevitable.

La ruptura entre Rusia y Occidente en Godzilla versus Kong.

Porque por primera vez tras la Guerra Fría el choque frontal parece más probable que nunca.

La caótica salida estadounidense de Afganistán en ¿Podrás perdonarme algún día?

Por dañar las relaciones con sus socios europeos, por abandonar a los afganos.