Grandes consensos
Desde que el Consenso de Washington se convirtió en el último
grito en el terreno político, investigadores de instituciones privadas
de todo el mundo han luchado por encontrar esa idea que logre un sitio entre
las grandes ideas. ¿Qué mejor manera que calificarla de "consenso" como
si se tratara de una idea unificadora? Para que no se pierda en la maraña
de iniciativas, FP presenta su exclusiva Guía práctica de consensos.
EL CONSENSO DE WASHINGTON
La madre de todos los consensos. El economista John Williamson acuñó el
término en 1990 para describir las recetas políticas del Banco
Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y varios economistas latinoamericanos.
Inspirándose en la larga lucha contra la deuda latinoamericana, animaba
a los países en desarrollo a aplicar 10 recomendaciones de mercado,
entre ellas, disciplina fiscal, desregularización y privatización.
Sin embargo, el fracaso sufrido por varias economías que estaban siguiendo
dicho consenso –especialmente Argentina e Indonesia– contaminaron
la marca. El Consenso de Washington se hizo sinónimo de "compromiso
dogmático con la creencia de que el mercado lo arregla todo",
se lamenta Williamson. Aun así, muchas de sus propuestas gozan aún
de validez y cierta popularidad.
EL CONSENSO DE MONTERREY
En marzo de 2002, 171 países acordaron un consenso
de las buenas intenciones,
conocido como el Consenso de Monterrey, fruto de la Conferencia Internacional
sobre la Financiación para el Desarrollo promovida por Naciones Unidas,
celebrada en México. Entre sus seguidores
destacan el secretario genera...