Protesta contra atentado en apoyo al magisterio, la libertad de expresión y reafirmando el rechazo al oscurantismo en Francia. (Estelle Ruiz/NurPhoto via Getty Images)

En Europa la diversidad religiosa ha existido siempre, pero ha ido aumentando con nuevas expresiones religiosas que los Estados deberían atender. ¿Cómo podemos crear sociedades inclusivas con la diversidad religiosa? Cinco ideas para poder empezar a crear estas sociedades. 

A lo largo de las últimas décadas, las sociedades europeas se han vuelto mucho más plurales a nivel religioso. El proceso de secularización, entendido como la pérdida de la influencia social de la religión, se ha visto complementado por una mayor pluralización, resultado en gran medida de las migraciones transnacionales. La llegada de inmigrantes procedentes de otros países y regiones geográficas ha comportado la aparición de nuevas expresiones religiosas, visibles en distintos ámbitos de la esfera pública. Por otra parte, hay que señalar que las nuevas manifestaciones religiosas no son patrimonio exclusivo de las personas migrantes y sus descendientes, sino que muchos otros ciudadanos han adoptado identidades y prácticas ligadas a lo que comúnmente se llama “nuevas espiritualidades”. Asimismo, es importante remarcar que, si bien la diversidad religiosa es especialmente evidente y visible en la actualidad, la pluralidad ha existido en Europa a lo largo de la historia. En España, expresiones como el protestantismo o el judaísmo tienen un arraigo histórico en la sociedad, aunque su visibilidad pública haya estado mucho tiempo condicionada por la falta de libertad religiosa e, incluso, por la persecución política. Algo parecido sucede con el islam, religión que, más allá de su expulsión de la península en el siglo XV, fue clave en la estructuración de las relaciones coloniales con el norte de África. En otros países europeos, la pluralidad religiosa ha sido algo consustancial, especialmente patente con la diversidad interna del cristianismo y con la presencia (y coexistencia) de importantes comunidades protestantes y católicas en lugares como Bélgica o Alemania.  

En España, los datos generales obtenidos a través de encuestas muestran que la sociedad es mayormente inclusiva y tolerante con la diversidad, incluida la religiosa. Sin embargo, algunos colectivos sufren una mayor estigmatización social, lo que puede traducirse en expresiones de exclusión y discriminación. Los informes anuales publicados por las organizaciones antirracistas y de derechos humanos así lo atestiguan, al igual que los conflictos sociales que se han sucedido alrededor de determinadas expresiones religiosas. Esta situación no es exclusiva del caso español, ya que en otros países europeos también se han originado algunas polémicas sobre dichas expresiones. ¿Qué podemos hacer para avanzar hacia una sociedad más inclusiva con la pluralidad y asegurar una mayor igualdad en un marco democrático y aconfesional?      

El canciller alemán Olaf Scholz durante una ceremonia en la Escuela Heinz Galinski, la escuela primaria de la Comunidad Judía de Berlín, para dar inicio al festival judío de Channuka. (Bernd von Jutrczenka/picture alliance via Getty Images)

1. Revisar las relaciones entre el Estado y las confesiones religiosas. El actual marco normativo español referente a ...