Nombre: Jesús Rodríguez Domínguez
Hablemos de soluciones para la educación

Los jóvenes representamos un importante porcentaje de la población de la Unión Europea. Siempre se nos dice que somos el futuro de la sociedad y que el porvenir está en nuestras manos, pero sinceramente, bajo mi punto de vista, eso no es así. Creo firmemente que formamos parte del presente, y por ese motivo nuestra voz ha de ser escuchada por aquellos que toman decisiones desde las instituciones, incluso pienso que debería haber una mayor representación juvenil participando activamente en ellas. 

Se nos considera la generación mejor preparada, así pues, ¿podríamos también contar con la oportunidad y la posibilidad de decidir sobre asuntos y retos que afectana la sociedad en la que vivimos? La respuesta debería ser un sí rotundo. 

En los últimos años, las cosas no están siendo fáciles. Crisis económicas, una pandemia, conflictos internacionales, etcétera, están sacudiendo los cimientos de nuestra sociedad. Es por ello que resulta necesario establecer unas prioridades en las que trabajar para lograr minimizar el impacto de estas realidades, con el objetivo de seguir construyendo el mejor modelo de sociedad posible. 

La educación es la piedra angular de nuestra sociedad y la encargada de formar a las generaciones del futuro. Bien es cierto que las competencias en materia de educación recaen en los Estados miembros y que las instituciones europeas tienen un papel muy limitado para tomar decisiones en este campo. Sin embargo, deben de seguir haciéndose avances a través de programas y acciones que ya existen (Erasmus +, Cuerpo Europeo de Solidaridad, etc.), a la vez que seguir influyendo en los Estados Miembros a través de recomendaciones y medidas de apoyo para que estos puedan ofrecer las más acertadas soluciones a sus preocupaciones nacionales. 

En mi caso particular, vengo de Extremadura. Soy de una región con más de un 46% de paro juvenil, según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (segundo trimestre de 2022). El desempleo entre los jóvenes está suponiendo una lacra para el desarrollo económico y social de mi Comunidad. Esta situación solo puede ser revertida a través de políticas que permitan centrarse en cuestiones como reducir el abandono escolar, mejorar la orientación académica y profesional de los alumnos, fomentar el desarrollo de la formación profesional dual basada en las características de la región y facilitar la entrada al mercado laboral de los más jóvenes. Por lo que, en mi opinión, las prioridades de la UE respecto a la juventud deberían ser: empleo de calidad y digno, igualdad, oportunidades de formación y desarrollo personal, además de espacio y participación para todos.