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Manifestaciones en Tegucigalpa (Honduras) contrarias al presidente Juan Orlando Hernández.
(JOHAN ORDONEZ/AFP/Getty Images)

Juan Orlando Hernández asume nuevo mandato con la mirada en la reconciliación nacional de Honduras. ¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta?

El presidente entra en su segundo mandato poniendo fin a 38 años de alternancia en un país sumido en la peor crisis política e institucional desde la expulsión del exdirigente Manuel Zelaya en 2009.

“Mi compromiso es trabajar por todos los hondureños sin importar por quién votaron […] Es bueno que exista la reelección, pero sólo una vez […] Las reformas electorales deben ser profundas, y de ser necesario, también cambios constitucionales, porque estamos listos para efectuar el diálogo que nos lleve a la reconciliación nacional”. Estas son algunas de las frases pronunciadas por el presidente Hernández en el discurso de investidura. Fue una ceremonia austera, sin fastos, adaptada al clima de polarización y división social que vive el país desde que se desatara la crisis postelectoral tras los comicios generales de noviembre, que algunos analistas califican como la peor crisis política desde que el expresidente Manuel Zelaya fuera obligado a abandonar el país en el año 2009.

El presidente Juan Orlando Hernández – JOH, sus iniciales, como se le conoce popularmente– asume un inédito segundo mandato en un contexto de alta polarización social enmarcado en la polémica de su reelección. Si bien esta está prohibida por la Constitución, los magistrados de la Sala Constitucional de la Corte Suprema se apoyaron en varios recursos de inconstitucionalidad para modificar la Carta Magna en 2015 y permitir que un presidente electo pueda presentarse de nuevo al cargo. La supuesta inconstitucionalidad de la reelección fue el principal tema de debate durante la campaña electoral y uno de los argumentos de la oposición para no reconocer los resultados de las elecciones generales celebradas en noviembre de 2017, que dieron la victoria a Juan Orlando Hernández, de la agrupación conservadora, Partido Nacional, por el margen más estrecho de la historia democrática hondureña. Hernández obtuvo el 42, 95% de los votos, poco más de un 1% por delante su principal contendiente, Salvador Nasralla, candidato presidencial de la Alianza de Oposición contra la Dictadura, que agrupa a diferentes formaciones políticas afines al socialismo.

Tras la votación, las alegaciones de fraude electoral y la desconfianza social en las instituciones desencadenaron saqueos, bloqueos de carreteras y enfrentamientos en las calles que obligaron a decretar el estado de excepción como medida extraordinaria para intentar frenar la ola de violencia. Según un informe del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos de Honduras (Conadeh), las revueltas postelectorales han dejado hasta el momento 31 fallecidos entre manifestantes y miembros de la seguridad pública del Estado y más de 800 detenidos.

El presidente Juan Orlando Hernández busca en el diálogo la salida a la crisis política y ha tendido en reiteradas ocasiones la mano a los representantes de la oposición para intentar negociar por la vía del consenso una solución al conflicto social. Sin embargo, hasta hoy ...