La canciller alemana, Angela Merkel, pasa al lado deuna fotografía del ex canciller y padre fundador de la Unión Europea, or Konrad Adenauer. JOHN MACDOUGALL/AFP/Getty Images)
La canciller alemana, Angela Merkel, pasa al lado de una fotografía de uno de los padres fundadores de la Unión Europea, Konrad Adenauer. JOHN MACDOUGALL/AFP/Getty Images

Escritos y discursos sobre la construcción europea de Konrad Adenauer, uno de los padres fundadores de la Unión Europea. ¿Están su pensamiento y reflexiones aún de actualidad?

El fin del nacionalismo

Konrad Adenauer

Editorial Encuentro, 2014

Los ciudadanos europeos estamos viviendo un momento de desorientación. La prosperidad del proyecto de integración europeo se ha puesto en entredicho por la crisis económica, el auge de los nacionalismos y los populismos -en el Norte y en el Sur, de izquierdas y de derechas. Para poder arrojar luz sobre lo que es y no es Europa, necesitamos volver al origen. Quizá pensamos que Europa se trata únicamente de una unión económica, un mercado común y, en algunos casos, la ventaja de viajar sin pasaporte y sin cambiar de moneda. Konrad Adenauer, uno de los llamados padres fundadores de la UE, lo desmiente: Europa son fundamentalmente ideas.

En los escritos y discursos de quien fue el primer canciller de la República Federal Alemana no se encuentran los pensamientos de quien sueña con un proyecto de integración utópico, que traerá consigo la solución a todos los problemas de la Europa del siglo XX. Por el contrario, Konrad Adenauer relata, con una visión muy realista, la necesidad de la Unión y los obstáculos que preveía encontrar en el camino hacia ella. Así, cumple con sus propias palabras: la tarea del político es ver la realidad de frente.

Para Adenauer lo fundamental son las ideas; la base filosófica que tienen las ideologías, las corrientes de pensamiento y las acciones. Explica los acontecimientos que Europa ha presenciado a lo largo del siglo XX, como una lucha de ideas. A lo largo de sus discursos, muestra a su público, cómo el materialismo desenfrenado que caló en la sociedad a principios de siglo, llevó al desprecio de la persona. Al ver denostado al individuo se idolatró al Estado, lo que sirvió de pedestal para el nacionalsocialismo. Esto es lo que les dijo a los ciudadanos de Colonia en julio de 1945, solo dos meses después del fin de la Segunda Guerra Mundial.

Hay una pensamiento central que Konrad Adenauer incorpora en todas sus intervenciones y que constituye para él el verdadero valor de Europa: la libertad de la persona y su primacía frente al Estado. De manera especial en los primeros discursos que se recogen en este libro, se resalta la relevancia del individuo en respuesta a las ideologías que lo han situado como un súbdito de un poder superior: el Estado.

El canciller defiende que la democracia tiene sus raíces en la dignidad y en los derechos inalienables de cada persona: cuando el hombre no piensa ni siente democráticamente, no hay democracia, sino parlamentarismo. Y el parlamentarismo se puede convertir fácilmente en una dictadura.

Otra idea que vertebra el proyecto europeo es la solidaridad. En una conferencia de prensa, tras la decisión del gobierno federal alemán ...