Nathan Myhrvold, un físico teórico que durante 14 años fue el gurú de las ideas de Bill Gates en Microsoft, puede parecer un candidato improbable para sumarse a la lucha contra la malaria, una enfermedad que durante mucho tiempo se ha combatido con tecnología no más avanzada que mosquiteras y quinina. Aquí explica por qué el poder geek podría ser exactamente lo que hace falta para afrontar los azotes de los países en desarrollo.

Un tecnólogo se dedica, básicamente, a hacer que la tecnología avance, lo cual es algo maravillo so –a mí me encanta–, pero también tiene que ver en parte con fabricar juguetes para los ricos. Queríamos hacer algo que realmente tuviese una repercusión en los países en desarrollo. La intervención más llamativa ha sido este aparato que hemos creado, que localiza a los mosquitos en el cielo y les dispara rayos láser. Suena a fantasía de ciencia-ficción. Eso fue lo que pensamos nosotros al principio. Pero ¡qué demonios! Lo construimos y funciona.

Para ser inventor tienes que ser insensible a las críticas. Había gente que hace unos años era escéptica y nos decía: “Nunca construiréis ese aparato láser”, y ahora nos dicen: “No funcionará en África, como mucho lo pondréis alrededor de Disney World para matar a los mosquitos allí”. ¡Bueno, tampoco estaría tan mal!  Si logramos matar mosquitos en masa con este aparato, yo lo consideraré una victoria parcial.

Si una de cada 100 ideas contra la malaria tiene éxito, yo lo contaré como un éxito, no como 99 fracasos. Ésa es la magia de las ideas; ésa es la magia de cualquier tipo de creación intelectual. El esfuerzo intelectual necesario para escribir un poema o un artículo no guarda ninguna proporción con su éxito. El éxito del gran periodismo es desproporcionado respecto al pequeño esfuerzo de escribirlo. Y al mismo tiempo, puedes trabajar como un loco en algo y no lograr repercusión. Es injusto. Pero nuestro trabajo es explotar esa injusticia en una dirección. Una buena idea puede cambiar el mundo.

Nathan Myhrvold es fundador y director general de Intellectual Ventures.