
Las medidas tomadas recientemente por el Gobierno en India contra la Universidad Jawaharlal Nehru amenazan con salirle caras al partido en el poder. ¿Es posible que se quiera imponer una idea de nación donde todos los indios sean hindúes?
En los últimos días, el Gobierno indio de Narendra Modi se ha lanzado de cabeza a un enfrentamiento con la universidad más prestigiosa del país en el ámbito de las Humanidades. Parece tratarse de una acción más en una larga lista de desmanes y decisiones poco afortunadas tomadas por el derechista Bharatiya Janata Party (BJP).
Cuando una pequeña agrupación política de estudiantes de izquierdas llevó a cabo una concentración en apoyo de los derechos de Cachemira en la Jawaharlal Nehru University (JNU), que apenas atrajo a unas decenas de personas, nadie podía esperar las dimensiones que iba a alcanzar la reacción política.
En la pequeña concentración, una de las decenas que se llevan a cabo en JNU cada semana, se personaron, con la intención de impedirla, miembros de la agrupación estudiantil del BJP, el Akhil Bharatiya Vidyarthi Parishad (ABVP). Sin estar claro por parte de quién, se profirieron eslóganes a favor de Cachemira y contra el Estado indio e, incluso, alguno a favor de Pakistán. Vídeos de lo sucedido llegaron a las redes sociales y de allí a la prensa, dando pie a la desmedida reacción del Gobierno.
El propio ministro del Interior advirtió que no se tolerarían acciones anti nacionales y se tomarían duras medidas contra los estudiantes. Inmediatamente después, la policía entraba en el campus de JNU en Delhi y, entre otras personas, detenía al presidente de la Unión Estudiantil, Kanhaiya Kumar, quién no había tenido absolutamente nada que ver con la concentración pero que, siendo miembro del ala estudiantil del partido comunista, ha sido particularmente crítico con el ABVP. A Kumar se le ha detenido por sedición, aplicando una antigua ley del Imperio británico que fue empleada, por ejemplo, para arrestar a Gandhi.
No parece demasiado normal que el Ejecutivo de un país de más de 1.200 millones de habitantes reaccione de tal manera ante una manifestación de apenas 20 personas, lo cual lleva a pensar que el incidente se ha empleado como excusa para perseguir otros intereses.
El Gobierno del BJP no está pasando por el mejor de sus momentos. En noviembre pasado, sufrió una seria derrota en las elecciones del estado de Bihar y sus perspectivas de cara a los próximos comicios en los estados de Bengala Occidental, Punjab o Kerala predicen nuevas derrotas.
Su imagen pública se ha visto dañada en los últimos meses a causa de varios incidentes. En diciembre, la redada de la Oficina Central de Investigación contra la oficina del primer ministro de Delhi, rival política del BJP, dejó en muy mal lugar al Gobierno al ser incapaces de demostrar motivo alguno para llevarla acabo y se ha interpretado como una venganza política. La ...
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